Las empresas gallegas regulan casi 17 puestos de trabajo al día

G. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Se suspenden menos contratos y hay menos reducciones de jornada, pero el ERE de Citroën eleva los despidos

23 feb 2017 . Actualizado a las 13:08 h.

Las empresas con actividad en Galicia presentaron el año pasado 424 expedientes de regulación de empleo (ERE), lo que supone una caída superior al 30 % respecto a los 613 que habían aplicado en el ejercicio anterior. La recuperación de la economía, con un mayor dinamismo del consumo y más facilidades para acceder al crédito, se nota en la reducción de las medidas extraordinarias de ajuste laboral, que vuelven a niveles propios del año 2008, justo en la antesala de la gran crisis.

El grueso de los ERE siguen siendo de suspensión temporal de contratos, una modalidad muy empleada en las grandes industrias que tienen que hacer ajustes en sus ciclos productivos, y también en la pesca, sobre todo en caso de amarres por paros biológicos. Siete de cada diez expedientes aplicados el año pasado (291) fueron de este tipo, lo que supone un descenso del 15 %. Nada que ver con el 59 % que caen los ERE de reducción de jornada, que pasan de 233 a solo 95.

Estable se mantiene el número de empresas que recurren a despidos colectivos para adelgazar sus plantillas: fueron 38, las mismas que en el 2015. No aumenta el número de expedientes, pero sí el de trabajadores afectados por estos ERE de extinción de contrato: en concreto, fueron 1.005 los gallegos que perdieron su empleo por estos ajustes, un 17 % más que el año anterior.

Los despidos crecen, fundamentalmente, en dos sectores: la construcción (111 afectados más) y los servicios (114). En la industria el balance es positivo (45 despidos menos), aunque podría ser mucho mejor de no ser por el ERE de la factoría de PSA en Vigo, que altera toda la estadística. Y es que la multinacional aprobó la pasada primavera un plan para dar salida a hasta 400 trabajadores en un período de dos años. La medida, que se enmarca dentro de un plan de ajuste para mejorar la competitividad de la fábrica de cara a la adjudicación de nuevos modelos, iba dirigida en principio a los operarios de más edad, aunque por lo abultado del ajuste que se pretendía conseguir se abrió también al resto de los empleados que quisieran acogerse voluntariamente. La medida se tradujo en que los afectados por despido colectivo en el sector industrial de la provincia de Pontevedra se triplicaron (pasan de 154 a 454), frente a las caídas en el resto de las provincias (un 94 % en Ourense, un 85 en A Coruña y el 50 % en Lugo).

El aumento en los despidos impide que el número de gallegos afectados por un ERE se reduzca en la misma proporción que lo hacen los expedientes. En el 2016 fueron 6.072, apenas un 3 % menos que un año antes, de forma que la cifra de empleos regulados se mantiene estable en los 17 al día. Eso sí, como recordó ayer en el Parlamento gallego el conselleiro de Economía, Francisco Conde, son la cuarta parte de los afectados por un ERE en el 2009 -y una quinta parte que en el 2012, el peor año de la crisis-, lo que constata «unha clara tendencia de recuperación na economía galega».