Sin pensar siquiera en ganar o no ganar, las nominaciones en sí mismas son para Lucas un gran premio. «Después de un año complicado, en el que pese a todo no dejé de trabajar, estas nominaciones son como un indicador de que estás haciendo las cosas bien, de que estás yendo por el camino correcto», dice. «Estar en la palestra, rodeado de lo mejor del audiovisual gallego, ya es mucho. Independientemente del premio, te permite abrirte un hueco en este mundillo. Y te permite trabajar con más libertad. Al llegar a este punto, los clientes empiezan a fiarse más de ti y a darte más libertad para dar rienda suelta a tu creatividad, dentro de las marcas del cliente o de la agencia», comenta el estradense.
«Yo enfoqué mi carrera hacia el audiovisual porque te permite una libertad creativa amplia. Es menos agotador y más creativo y eso es lo que me gusta», explica.