
Obligado a reinventarse por su crisis económica, sufre la descomposición de una plantilla que ganó 17 títulos nacionales e internacionales desde el 2019
11 jun 2025 . Actualizado a las 10:25 h.Hace semanas que la capitana del Burela FS, Dany Domingos, anunció que explorará nuevos caminos para arribar el próximo mes de noviembre, a los 41 años, al primer Mundial de la historia del fútbol sala femenino. Su todavía entrenador, Julio Delgado, tampoco obvió el fin de ciclo tras la brillante remontada a un 0-4 interrumpida por los penaltis frente al Futsi Atlético Navalcarnero en las semifinales de la Liga. En las horas siguientes, Antía Pérez, Irene Samper, Cami Gadeia y Patricia Ortega redactaron emotivos comunicados para explicar a sus fans en las redes sociales que se van de «casa», mientras que el propio club agradeció en un vídeo sus años de servicio a Cilene Pereira. Y ellas no serán las únicas en despedirse; salvo sorpresa ninguna de las integrantes de la plantilla que este curso sumó la Copa de la Reina a otros 16 trofeos nacionales e internacionales desde el 2019 continuará en A Mariña.
Ni siquiera el Hockey Club Liceo en sus años más felices dio tantas alegrías tan juntas al deporte gallego como este Burela. Entre las décadas de los 80 y 90, el club coruñés sumó 14 trofeos nacionales, mientras que la entidad mariñana ha conquistado seis Copas de la Reina, cinco Supercopas y cuatro Ligas en apenas siete temporadas. A ellas se suman las oficiosas coronas en la Recopa de Europa 2019 y la Champions League 2022, además del reconocimiento de Futsal Planet como mejor club femenino del mundo en el 2021 y el 2022.
Con otros dos trofeos de Liga, una Copa y una Supercopa en sus vitrinas, además de ocho Copas Galicia, el club naranja se ha visto asfixiado por la crisis económica que provocó la caída de su patrocinador principal, Pescados Rubén. Desde el pasado noviembre, la falta de liquidez es un hecho, los pagos llegan con meses de retrasos y el ya nuevo presidente, José Luis Sáez, ha establecido un plan de ahorro para garantizar la viabilidad futura. Confiesa en público y en privado que en ese modelo caben equipos «muy competitivos» en la Primera Iberdrola y en la Segunda masculina —una división a la que el cuadro naranja cayó en la última jornada—, pero sin las actuales estrellas rutilantes.
Una temporada «convulsa»
Pendientes todavía de recibir los salarios posteriores a la segunda mitad de marzo, las guerreiras laranxas vivieron un año «convulso» que explotó durante la disputa de la Copa de la Reina, hace apenas un mes en Cartagena. Disgustadas con «el trato de algunas personas en el club», se taparon el escudo en la foto de formación previa a los cuartos de final, en los que derrotaron 5-0 al Ourense Ontime. Luego rectificaron a medias, limitándose a alzar el puño en señal de lucha y a hablar en la cancha, alcanzando de nuevo la gloria con los triunfos por 1-2 contra el Poio Pescamar y 2-3 frente al Melilla Ciudad del Deporte Torreblanca.
Aprobado en el 2018 un pionero convenio colectivo que garantiza el salario mínimo interprofesional, la atención a las lesionadas o la renovación automática en caso de embarazo, el Burela FS paga y aloja a 14 futbolistas en una apuesta lejos de sus actuales posibilidades sin el respaldo de Pescados Rubén y muy por encima de la triste realidad de una Liga donde la amplia mayoría de las protagonistas continúan en condiciones de amateurismo. Un informe de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala (AJFSF) destapó que en el 2022 solo había 29 contratos por más de mil euros mensuales en la Primera Iberdrola.
Castro y Melilla, los grandes beneficiados de la desbandada
«Podemos remontarnos al 2018-19, en el que empezamos a ganar, y hemos sido capaces de mantenernos en el trabajo diario, en disfrutar este deporte. Lo hemos hecho hasta el últimos segundo. Se han ido muchas jugadoras, han venido otras, pero lo que se ha visto aquí va a costar mucho encontrar otro sitio donde puedan vivirlo». Tras igualar un 0-4 al Futsi y caer en la tanda de penaltis de un partido para la historia, Julio Delgado anunció el cierre de «un camino maravilloso», difícilmente repetible, en palabras del entrenador salmantino. Si bien, ya son varios los clubes atentos a la situación de la plantilla del Burela para tratar de conseguir un éxito similar al del cuadro mariñano. Parece que el vecino Castro Bloques Cando y el Melilla Ciudad del Deporte Torreblanca serán los más beneficiados por la desbandada.
Todo apunta a que Julio Delgado será el nuevo técnico del club de Ribeiras de Lea y con él se llevará a varias jugadoras. El acuerdo con Antía Pérez y Patricia Ortega está muy encaminado, mientras que también contemplan incorporar a la guardameta Caridad García. Además, otro de los conjuntos gallegos acostumbrados a dar guerra entre los mejores en la élite, el Poio Pescamar, también se ha interesado por la situación de Carolina Pedreira, Dinha y Débora Lavrador.
Por su parte, el Melilla se llevará a las dos piezas más cotizadas de la escuadra burelense. Medios especializados dan por hechos los fichajes de la mejor jugadora del mundo y autora de 40 goles en la última Liga, Emilly Marcondes, y la genial ala zurda internacional con la selección española Irene Samper, ya recuperada de su grave lesión de rodilla.
A la espera de las pertinentes confirmaciones, todo hace indicar que el Burela reconstruirá por completo su plantilla para ajustarse a su nueva realidad económica sin renunciar a seguir compitiendo entre los mejores equipos de fútbol sala femenino.