Aitana y cómo volver a enseñar su vida en pantalla: «Solo estoy hablando de lo que me está pasando a mí»

P. A

CULTURA

Francisco Guerra | EUROPAPRESS

La cantante catalana estrena este viernes «Metamorfosis», la nueva docuserie de Netflix sobre el último año de su carrera

28 feb 2025 . Actualizado a las 08:26 h.

«Hay una Aitana que no te sabes» es el eslogan con el que Netflix promociona estos días el documental de Aitana Ocaña (1999) que se estrena este viernes 28 de febrero. No es la primera vez que la vida de esta catalana de Sant Climent de Llobregat, un pueblo de 4.000 habitantes a 20 kilómetros de Barcelona, se ve en pantalla. Hace algo más de siete años, en el otoño del 2017, entró en la academia televisada de Operación Triunfo. Acababa de cumplir la mayoría de edad y millones de personas —literalmente— la veían despertarse cada mañana, comer, reír, llorar, pasar tiempo con su amigos, y volver a llorar cuando alguno de ellos abandonaba el reality. De la competición musical quedó segunda, pero sobre ella ya pesaba esa especie de intuición popular que rodea a todos los «segundos» de OT. Una carrera de éxito.

Ha publicado tres discos, participado en algún famoso programa de televisión, protagonizado una serie y hasta una película. Y ahora, convertida en la estrella pop nacional por excelencia —con permiso de la internacional Rosalía— ha decidido volver a abrir esa misma puerta a su intimidad. Metamorfosis, el título que lleva esta docuserie, empezó a rodarse con motivo de los conciertos que la artista daría a finales del año pasado en el Estadio Santiago Bernabéu, en Madrid. Había hecho sold out. Dos estadios llenos en la capital, como harían antes Karol G o Taylor Swift. Aitana iba a ser la primera española. Sin embargo, las quejas de los vecinos del barrio madrileño provocaron que el Real Madrid cancelase todos los conciertos hasta nuevo aviso y los de Aitana se pospusieron hasta finales de junio del 2025. De esta forma, la granadina Lola Índigo, excompañera de lde Aitana, actuará primero que ella, este próximo mayo.

Sin «Bernabéus» a la vista, hubo que seguir rodando igual. Netflix trabaja con meses de previsión y el estreno del documental debía ser, sí o sí, este mes de febrero. Así que Aitana y el equipo de la productora, encabezado por la directora Chloé Wallace, decidieron cambiar el relato de la serie y centrarse en mostrar mucho más la vida de la cantante. Así lo han hecho. «Me han ofrecido mucho dinero por salir en una revista a contar un poco mi vida. Y eso nunca lo he hecho porque no me siento cómoda. No es la forma en la que yo quiero hacer y ni contar mis cosas, ni mucho menos», explicaba Aitana a la agencia EFE. En este documental, sin embargo, la artista confiesa haber dejado fuera muy pocas cosas.

Aitana durante la presentación de su documental «Metamorfosis». A la izquierda, la directora, Chloé Wallace.
Aitana durante la presentación de su documental «Metamorfosis». A la izquierda, la directora, Chloé Wallace. Francisco Guerra | EUROPAPRESS

Tanto es así que en el primer capítulo se verá parte de su relación con Sebastián Yatra, incluso cómo conviven y crean música juntos. Y después se intuirá su ruptura. Un adelanto al respecto se escuchó en el programa de La Ventana, de la Cadena SER: «Si hay alguna pregunta del tipo "pero entonces, ¿estáis juntos?", ¿qué digo? Porque puede haber preguntas tan directas como esa», le dice Aitana a quién se intuye que es su mánager. «Yo nunca diría nada», le responde esta. Y la cantante termina concluyendo: «Algo tendré que decir (...) Diré estamos bien, estamos felices, nos queremos un montón, lo que sea».

El ejercicio de transparencia de Aitana llega a tal punto que ella misma confiesa que en algunas partes del metraje «se le va la pinza». En un momento de la serie, la artista está a punto de viajar a Yakarta el día de su cumpleaños porque una astróloga le dice que lo haga. Debe hacerlo, le dice, para que su futuro sea mejor en base a la energía de los planetas. «Estuve a puntísimo de ir e incluso Netflix me iba a acompañar. Mi padre estaba preocupadísimo, me decía que tenía que ser una persona coherente, que estaba en medio de una gira... Mis primos me preguntaron si iba a eliminar esa parte y yo les dije que no, que la gente vea los brotes de locura que me dan a veces», dijo Aitana a RTVE.

De la depresión que estos días la cantante ha confesado sufrir, no se habla en el documental. Al menos no se pronuncia como tal —sí la hipocondría que también sufre—, pero sí empieza a verse una Aitana triste en algunos momentos, sin explicación aparente. Uno de los motivos por los que la cantante a preferido sincerarse antes del estreno, para que el público entienda mejor lo que vea en pantalla. «No se pronuncia porque es una cosa muy seria y no me gustaría que nadie piense que estoy haciendo marketing o hablando de la depresión para mi documental. Solo estoy hablando de lo que me está pasando a mí», dijo a EFE. Confiesa estar recuperándose: «Tengo días peores y días mejores, antes eran solo malos».

La docuserie sí recoge los viajes de Aitana a Estados Unidos, en concreto a Miami, para trabajar en su nuevo disco, que verá la luz este 2025. Una nueva era musical de la que, por el momento, solo se conoce el single Segundo Intento. La artista viene de triunfar con Alpha, su último álbum de estudio publicado a finales del 2023 en el que explora el dance-pop electrónico de los noventa y primeros años del siglo XXI. Con él ha recorrido España, parte de Latinoamérica, y otra vez España en una multitudinaria gira de festivales que la llevó a parar en el Portamérica, Castrelos y el Morriña el pasado verano. En ambos como cabeza de cartel.

Una carrera de éxito

El fenómeno Aitana no ha dejado de creer estos últimos años. Y puede medirse. Sus canciones acumulan 4 mil millones de escuchas en Spotify. Tiene un Premio Ondas, ocho premios Los 40 Music Award. Es la solista española que más números uno ha acumulado en la lista de Los40. En su última gira —festivales aparte— vendió casi 200.000 entradas. A las que se pueden sumar las 60.000 que suponen llenar dos veces el Estadio Santiago Bernabéu. Y cuatro millones de personas la siguen en redes sociales, para terminar de convertirla en una máquina comercial de bastante envergadura.

Su crecimiento musical ha ido en paralelo a su crecimiento personal. Salió de OT con apenas 18 años y ahora está a punto de cumplir los 26. El fin de la adolescencia y el inicio de la vida adulta lo ha pasado haciendo discos. Y ese natural transcurso de los años se ha visto reflejado en sus canciones. Más inocentes en Spoiler, su primer álbum, y mucho más explícitas en Alpha. Precisamente un baile que acompañaba a un tema de su último disco le hizo acaparar titulares el pasado año por culpa de unos pocos padres escandalizados por sus movimientos en los conciertos. Ella siguió haciéndolo como si nada. O incluso más. Sobre eso también habla en el documental: «Es como:¿queréis que lo cambie? Pues miradlo, que lo voy a hacer más largo ahora».

Y es que durante su carrera, Aitana ha aprovechado todas las ocasiones posibles para salir en defensa del feminismo y para hablar del papel que tiene la mujer en la industria musical. «Es bonito ver a mujeres como Rosalía abriendo camino, pero en el top 10 suelen estar solo hombres», dijo a El País en el 2022. El pasado año, cuando subió a recoger el premio Elle Style Award fue más explícita: «El comentario más denigrante hacia mí, que me llamen producto de una discográfica. Porque no solo te despersonaliza sino que te arrebata la identidad (...) Cuando una mujer reclama su crédito como autora, en solitario o con más gente, puede estar segura de que le van a preguntar: ¿seguro que lo has hecho tú?». Aquellos días, todavía pesaba la polémica sobre su baile y dijo: «El machismo no tolera que el ideal femenino inocente juvenil, que muchos vieron en mí, sin ser consciente de ello, se transforme, o mejor dicho, se eche a perder para convertirse en una mujer».