Vicente Risco, solo y libre

Antonio Costa Gómez

CULTURA

Miguel Villar

27 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace días homenajearon a Risco en el Hotel Bela Fisterra, frente al Atlántico. Discuto con Rubén en la bodega de Gay junto al Miño. El me dice: «Sí, el Risco galleguista es interesante, el de Teoría do nacionalismo galego. Pero luego se volvió franquista». A mí no me interesan esos rollos, le digo. Acabáis con un escritor en dos frases. Ni creo que fuera nunca nacionalista ni creo que fuera nunca fascista. El estaba en otra atmósfera.

Me interesa el Risco de Nos, os inadaptados. El que lo escucha todo en oriente y occidente. El contradictorio, el irreductible. El lobo de Hesse, el solitario de Rilke. El inadaptado genuino, porque escucha la vida, y la vida no cabe en esquemas. El que escucha todos los secretos, el que oye todas las voces que vienen de todas partes. Que escucha a los sabios indios y a los secretos europeos. Que no cree en el materialismo moderno ni en el doctrinarismo antiguo. Al final se descolgaron todos, y tuvo que decir: yo el inadaptado. Que los zurzan a todos, se quedó solo y libre.

Me interesa el Risco de Os europeus en Abrantes, el de O porco de pé. El que critica el cientificismo mucho antes de que fuera tan grave y reduccionista. De que amenazara acabar con todos nosotros. Los aldeanos de Abrantes besan y se bañan en el río mientras los cientificistas europeos se ponen a analizar todos los pasos para dar un beso, para tirarse al agua. Me interesa el de Mitteleuropa, donde dice que Praga es como una Ribadavia grande.

Me interesa el Risco de La puerta de paja, que llegó a la final del premio Nadal. Le llamaron novela católica pero la destrozó la censura y la atacaron los teólogos. ¿Novela católica la que habla de un obispo que propone a una papisa en el Vaticano que represente a la diosa Venus? Era demasiado retozona y llena de inquietudes y de sueños para clasificarla así. En una Edad Media mágica y suculenta que se parece a la de Cunqueiro. Con un personaje que sueña que se acuesta con una bruja que le besa en el culo. La historia del obispo Baldonio que peregrina a Roma lleno de dudas y deseos se envuelve en el esoterismo inquieto, los símbolos, la ilusión y la realidad. Si el mensaje final es ortodoxo es que Risco, como Milton, estaba de parte del Demonio sin saberlo.

Me interesa el Risco de Orden y caos. Exégesis de los mitos. El que estudia los mitos de todas las culturas, el vértigo de las intuiciones humanas, el que me regala conceptos como exótero, caos y cosmos, los secretos del lenguaje, los signos de la vida. Ningún libro me ha fascinado y me ha enseñado más sobre el espíritu humano que ese.

Me interesa el Risco de Biografía del diablo. Dirán que era católico pero le fascinaba el Diablo. Igual que a Papini, que propone que al final se haga amigo de Dios. Hacía una falta una biografía seria, dedicarle tiempo al personaje. Ver en él todos los significados que esconde, todas las fuerzas oscuras. «Sí, claro, es muy interesante», dice Rubén.

Sí, Rubén, ya me sé todos esos rollos. Si quieres hablamos de los santones nacionalistas o de Materrialismo y empiriocriticismo. Pero donde esté una buena dentellada del Diablo. Un buen mito que despierta nuestras reminiscencias. La magia de la literatura que baila sobre los arquetipos. Pasa fugazmente Gay. «Comed, carallo, que esto está ahí para eso». Deberíamos estar contentos de tener un Risco.