Los barrios claman por mejoras para acabar con la suciedad en A Coruña

David García A CORUÑA1 / LA VOZ

A CORUÑA

El contrato de limpieza, en vigor desde hace casi dos años, no resuelve el problema

15 ago 2022 . Actualizado a las 00:50 h.

«La ciudad está llena de suciedad y no es una buena carta de presentación para la gente de fuera, pero tampoco para nosotros que es el sitio en el que vivimos». Esta reflexión la realiza Leonardo Méndez, presidente de la asociación vecinal de la Ciudad Vieja, pero refleja una idea generalizada entre numerosas agrupaciones de este carácter. Al preguntarles sobre los aspectos que más les preocupan o que más afectan tanto a sus barrios como al conjunto general de la ciudad, la primera respuesta es casi unánime: la limpieza.

Esta cuestión lleva siendo uno de los principales caballos de batalla de la ciudad desde hace años y la situación no termina de mejorar. En la encuesta que realizó el Instituto Sondaxe para La Voz el pasado mes de mayo la limpieza fue el segundo aspecto con una valoración más baja, un 5,15 sobre 10, apenas unas décimas por encima del aprobado.

«Hay que hacer más hincapié, aún hay que darle una vuelta», asegura Juan Iglesias, presidente vecinal de Cuatro Caminos. El 1 de octubre hará dos años que entró en vigor el nuevo contrato de limpieza viaria, una situación que se regularizó tras casi tres años con el anterior vencido. Son más de 14 millones de euros al año los que se destinan solo a la limpieza —además de una cantidad similar para la recogida de basura—, pero en marzo el Ayuntamiento tuvo que decretar el estado de emergencia sanitaria ante un conflicto que dejó las calles durante semanas con la basura sin recoger y menos limpieza viaria.

Justo antes de que entrase en vigor el nuevo contrato se inició un plan de choque de limpieza, que había sido una de las iniciativas que planteó la alcaldesa, Inés Rey, durante la campaña electoral. La regularización del servicio y las mejoras que incluye no terminan de convencer en los barrios, que lamentan cuestiones diversas. «A cidade está moi sucia, por aquí case non pasan cos camións de auga», asegura María Gutiérrez, del Agra do Orzán. Los vecinos lo que más trasladan es el tema de la limpieza, hay sitios que están siempre igual, como las escaleras de Maestro Clavé», detalla Jaime Suárez, de A Falperra.

En Os Mallos, José Salgado apunta que un problema particular es el de «la basura que se acumula tras las rejas de los bajos abandonados, crea una imagen desagradable». Esto se da en mayor medida en la zona «entre la ronda de Outeiro y el centro cívico», afirma.

«Hay regueros de aceites y lixiviados que van cayendo y no se limpia, la limpieza brilla por su ausencia», explica Pedro Méndez, de Riazor, quien también destaca cuestiones como «la presencia de malas hierbas» o la «ausencia de papeleras y fuentes en el paseo marítimo». «Hay sensación de abandono», concluye Méndez.

En lugares como el Ensanche también hay puntos a mejorar, según Alfredo Camarero, quien indica que la plaza de San Pablo «los fines de semana suele aparecer bastante sucia, probablemente por culpa de gente que estuvo de fiesta la noche anterior».

Los problemas de suciedad no son cosa de calles secundarias o puntos poco transitados de los barrios, sino que hay vías principales para las que algunas asociaciones reclaman mayor atención. «Hay calles como A Gaiteira que están muy mal, apenas se limpian», lamenta Paulo Sexto, presidente vecinal. 

Más y mejores medios

El Ayuntamiento defiende que el nuevo contrato de limpieza viaria supuso mejoras como «el incremento del número de barrios de barrido manual, pasando a 72, mayores frecuencias de limpieza viaria, la intensificación en las áreas más frecuentadas o turísticas, un nuevo servicio de barrido motorizado de repaso en zonas comerciales o el baldeo de alta presión de aceras y plazas en horario nocturno», todo ello con equipos más modernos y sostenibles.

Además, desde junio del 2021 se puso en marcha «un baldeo intensivo y cíclico que abarca la totalidad de la ciudad y que cuando se finaliza se vuelve a baldear desde el punto inicial».

La presencia de excrementos de perros y muebles, entre las quejas más recurrentes

La preocupación vecinal por los problemas asociados a la limpieza hacen referencia a una necesidad de mejorar en términos generales el aspecto de la ciudad, pero también hay algunos aspectos puntuales que son coincidentes entre varias de las asociaciones.

«Muchos vecinos se quejan de las cacas de los perros y los orines, es algo que todos vemos y de manera muy frecuente», explica Jaime Suárez, de A Falperra. Xosé Vázquez señala este tipo de suciedad como uno de los más visibles en Monte Alto. «Prometieron presión sobre tema, pero quizás también sea necesario exigir que lleven agua para limpiar donde orinen los perros», analiza.

En la ciudad se recogen anualmente más de 9.000 kilogramos de excrementos de perros —en el 2020 fueron 9.274—, pero a la vista de las quejas de las asociaciones de vecinos semeja insuficiente el modelo actual.

Concienciación

Otro motivo de queja habitual es la presencia de muebles y otros elementos abandonados junto a los contenedores de basura. «El depósito de mobiliario y colchones es constante y están en la calle durante días», lamenta Paulo Sexto, de Oza-Gaiteira-Os Castros.

José Salgado, de Os Mallos, apunta que «parte de culpa de la suciedad es de la gente, como cuando deja muebles en la calle sin avisar al 010», el teléfono gratuito al que se debe llamar para establecer una fecha para la recogida de este tipo de elementos voluminosos. Según la memoria de gestión del 2020, fueron 1.264 las toneladas recolectadas de este tipo.