
El salario de los operarios de a pie crecerá progresivamente hasta un 17 % en 5 años
31 mar 2022 . Actualizado a las 23:01 h.Después de casi 40 días el conflicto de la basura en la ciudad parece haber llegado a su fin. Sendos acuerdos entre los trabajadores de la recogida de basura y la limpieza viaria con sus respectivas empresas lo harán posible. Ambas plantillas mostraron su satisfacción por los resultados logrados en las negociaciones y auguraron el cese de los problemas y la vuelta a la normalidad, que según personal de la recogida de basura se producirá en un plazo máximo de 5 días, aunque dependerá de la maquinaria que tengan en condiciones.
A mediodía se cerró el acuerdo entre los trabajadores de la limpieza viaria y la UTE FCC Medio Ambiente Ingeser Atlántica, concesionaria del servicio. El pacto refleja un incremento salarial para los trabajadores del 17 % en los próximos cinco años, una subida mayor que la rechazada a principios de mes. En el 2022 —incluido desde el 1 de enero— y el 2023 el aumento será del 4 %, y el resto de años del 3 %, siempre partiendo de la base estipulada en el ejercicio previo. Estas condiciones y otras como el plan de igualdad o la mejora de los equipos de protección fueron respaldadas por el 98 % de la plantilla, por lo que se desconvoca la huelga anunciada para el fin de la emergencia sanitaria. «Hemos firmado la paz social», aseguran desde el sindicato STL, mayoritario.
El problema con la recogida de basura surgió cuando las diferencias en la limpieza viaria eran todavía notables. Los trabajadores reclamaban una subida salarial del IPC del 6,5 % y la empresa ofrecía una del 0,5 % y a principios de marzo no hubo acuerdo, pero desde la concesionaria vinculan el pacto a un «importante esfuerzo».
La pasada noche se cerró el acuerdo entre la plantilla de la recogida de basura y PreZero. Desde el sindicato STL reconocieron que se «atendieron todas nuestras reivindicaciones». Estas hacían alusión a la puesta a disposición del personal de los nuevos camiones de recogida, la creación de una nueva ruta, la inclusión de un plan de igualdad y la retirada de las sanciones y denuncias que la empresa había presentado ante algunos trabajadores. Además, habrá un comité de seguridad que analizará los posibles casos de camiones en mal estado. Esta madrugada ya estaba prevista la utilización de 8 nuevos vehículos a los que se sumarán otros 8 o 9 el próximo mes, indican desde STL, sindicato mayoritario.
«Estamos muy satisfechos por el acuerdo alcanzando y queremos destacar la intervención del gobierno municipal —actuó como mediador—», asegura Miguel Ángel Sánchez, secretario general de STL, quien señala que «la situación en la ciudad mejorará en un 300 %» y que «si tuviésemos todos los camiones se arreglaría en dos días».
Un detenido por incendios
Estos acuerdos deberán suponer el fin de casi 40 días en los que hubo quema y pinchazo de ruedas de camiones de recogida de basura, múltiples contenedores incendiados y toneladas de residuos acumulados en las calles.
Tras varias semanas sin actos vandálicos, en la madrugada del jueves hubo tres contenedores quemados y un hombre de 39 años fue detenido por la Policía Local en la confluencia de las calles José Baldomir y Meira. Estas fueron dos de las vías en las que se registraron depósitos incendiados pocos minutos antes de las dos de la madrugada, mientras que el tercero fue a las 2.16 horas. El 092 fue quien detuvo al sospechoso de haber provocado los incendios mientras trataba de quemar otro contenedor. Se trata de un hombre de nacionalidad española y la intervención de una testigo fue clave para que la Policía Local lo localizase.
«Ahora toca trabajar sin descanso para recuperar la normalidad»
El gobierno local valoró el final de un conflicto «que nunca debió producirse» y lamentó que los coruñeses hayan sufrido «las desavenencias entre empresas y trabajadores». Desde el Ayuntamiento señalaron que los acuerdos son «una buena noticia para la ciudad» y que «ahora toca trabajar sin descanso para recuperar la normalidad y prestar un servicio de calidad que mejore notablemente la limpieza de la ciudad».
Horas antes de conocerse los pactos, la alcaldesa, Inés Rey, exigía a las empresas que se sentasen a negociar con los trabajadores para poner punto final a la situación actual. Además, insistía en que la emergencia sanitaria continuaría mientras no se normalizase la situación y condenó la quema de contenedores.
Desde el 23 de febrero
El conflicto de la basura se hizo visible el 23 de febrero cuando durante la madrugada se produjeron pinchazos en ruedas y rotura de cristales en más de una veintena de camiones. A estos actos vandálicos siguieron otros que incluyeron la quema de vehículos del servicio de recogida de basura y múltiples contenedores incendiados en diferentes noches, además de escolta policial a los camiones del servicio.
Todo esto mientras toneladas de basura se acumulaban en las calles, hasta que el 28 de febrero Inés Rey decretó el estado de emergencia sanitaria y se contrató con carácter extraordinario a Tragsa para reforzar la recogida de basura. En las siguientes semanas, la situación mejoró, aunque no definitivamente, y las plantillas de ambos servicios anunciaron que irían a la huelga, extremo al que no llegaron.