Trasplantan por primera vez con éxito el riñón de un cerdo a un humano

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

CIENCIA

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La receptora fue una mujer en muerte cerebral, pero el órgano cedido mantuvo sus funciones durante 52 horas sin generar rechazo, lo que supone un hito médico

21 oct 2021 . Actualizado a las 10:10 h.

Es un reto al que la ciencia se lleva enfrentando desde hace tres décadas: utilizar los órganos de un cerdo para trasplantarlos a humanos. Es lo que se conoce como xenotrasplante, pero hasta ahora todos los intentos realizados para conseguirlo han resultado en fracaso. El sistema inmunológico humano siempre acababa rechazando el corazón, el riñón o el pulmón del animal, aunque hasta el momento todos los experimentos se efectuaron en laboratorio, porque nunca se ha aprobado un ensayo clínico. Primero había que demostrar que el trasplante era posible.

Y el primer paso lo acaba de dar un equipo de la Universidad de Nueva York, que trasplantó el riñón de un cerdo, que previamente había sido modificado genéticamente para evitar el rechazo, a una mujer en muerte cerebral. El órgano se adhirió a los vasos sanguíneos en la parte superior de la pierna del donante y se mantuvo fura del abdomen, donde se cubrió con un protector.

De lo que se trataba era de comprobar que el riñón funcionaba en estas condiciones y que no existía rechazo. Y el órgano funcionó correctamente durante 52 horas, el tiempo que duró el experimento Hizo justamente lo que se suponía que debía hacer: filtrar los desechos y producir orina.

«Tenía una función absolutamente normal», explicó a la CBS Robert Montgomery, que dirigió al equipo en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York. «No tuvo este rechazo de inmediato, que era lo que nos preocupaba».

Se trata de un hito médico que pone un poco más cerca el viejo sueño de trasplantar órganos de animales a humanos, una idea que se remonta ya al siglo XVII con los intentos fallidos de utilizar sangre animal para transfusiones. Es un avance importante, pero de ahí a que la técnica aún pueda utilizarse de forma rutinaria en humanos aún queda un largo trecho. Será necesario primero repetir la intervención para validar los resultados y, sobre todo, que un comité de ética apruebe un ensayo clínico en humanos, algo que por ahora no parece que vaya a ocurrir de inmediato.

El principal obstáculo que la ciencia se ha encontrado a la hora de trasplantar órganos de cerdo a humanos es el fuerte rechazo que se produce, que no se minimiza ni con el empleo de potentes inmunosupresores. Para ello, los investigadores han manipulado genéticamente los órganos del animal de distintas formas para encontrar una compatibilidad, sin que hasta el momento se haya acertado con la fórmula más adecuada.

Lo que se ha hecho ahora es eliminar un gen del cerdo que produce alfa-gal, un azúcar que provoca un ataque inmediato del sistema inmunológico humano. La operación se realizó con éxito el pasado 25 de septiembre en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York.

Galicia, pionera en xenotrasplantes

El exitoso trasplante es el resultado de décadas de investigación en xenotrasplantes, una carrera en la que Galicia también alcanzó en su momento un cierto liderazgo mundial. Lo fue gracias al equipo de xenotrasplantes del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) que lideró Rafael Báñez. La investigación en el centro se inició en 1997 y en junio del 2020 los científicos lograron que un primate sobreviviese 40 días tras serle trasplantado el corazón de un cerdo transgénico.

En noviembre del 2000 se realizó en A Coruña el implante del primer riñón procedente de un cerdo modificado genéticamente a un babuino. Y en el 2001 se presentaron en un congreso internacional en Chicago lo que hasta entonces eran los mejores resultados conseguidos en este campo, al neutralizar el rechazo y acreditar supervivencias de 30 días en implantes de cerdos a monos.

Pero las dificultades a la hora de trasladar los experimentos a humanos fueron insalvables y el programa, que había sido financiado por la Fundación Barrié, acabó disolviéndose, en buena parte también porque su responsable, Rafael Máñez, se fue a trabajar a Cataluña.