Apoteósico fin de fiesta para unos Premios Fouciño que ya miran al futuro

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

A Vigo, A Coruña y Laxe viajaron los tres galardones otorgados por jurado y público

04 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Homes traxe, de Rebeca Tella y Daniel Filloy, se llevó en la noche del sábado el galardón principal de la cuarta edición de los Premios Fouciño de Baio. Un cortometraje que ya en su momento se había hecho con el primer premio del concurso de creación audiovisual de la Universidade de Vigo, en la modalidad de cortos narrativos, y que ahora logró encandilar al jurado del certamen baiés por su calidad técnica, su narrativa y su interesante a la vez que ambiguo guion. Unos misteriosos hombres en traje, desapariciones e intriga en una madrugada de fiesta en un apartamento le valieron a Rebeca y Daniel los 1.000 euros de premio en la categoría general del certamen. No pudieron recogerlo presencialmente, aunque sí enviaron un mensaje de agradecimiento que fue leído durante el acto.

Un guión de cinema, del IES Agra do Orzán, se impuso en la categoría escolar, y curiosamente fue otro corto ideado por estudiantes, en este caso del CPI Cabo da Area, el que logró el premio del público. Ataque de pánico. Un, dous, tres, se llamaba la pieza que votaron los espectadores.

Desde la organización, que recuperó el festival tras seis años de ausencia, valoraron positivamente los resultados: «Saiu mesmo mellor do que pensabamos, superando expectativas. Non sabiamos como ía ser a resposta e ademais este equipo nunca traballara xunto, pero moi ben», explicaba ayer a media tarde Alejandro Gándara. Acertada fue la elección del local en el que se llevaron a cabo las proyecciones, en el céntrico edificio Plaza, y acertada también fue la elección de actividades complementarias. Y, por encima de todo, la colaboración del tejido empresarial, de otras entidades como Adro o la comisión de fiestas y de instituciones como el Concello o la Deputación. «E houbo tamén moitos voluntarios que colaboraron en momentos puntuais de apuro. En xeral, sentímonos moi respaldados», indica Gándara.

Tanto, que la siguiente edición ya asoma en el horizonte: «A idea sempre foi seguir facéndoo. Asentar este equipo e continuar varios anos, tratando de mellorar cousas e de implicar ás xeracións máis novas para que se vaian involucrando», señalan desde la actual organización.

La afluencia fue buena los cuatro días que duraron los premios, pero especialmente el sábado, cuando llegaron a quedarse sin sillas e incluso sin papeletas para votación en el local de proyecciones. Al terminar, la acción se trasladó a una carpa instalada en la Praza Jorge Mira, que se llenó para presenciar la entrega de premios pero también para disfrutar de auténticos «momentazos» musicales.

Mucho talento local y algunas colaboraciones que quedarán ya para la historia de este festival, como la de Caamaño&Ameixeiras con integrantes de la entidad tradicional Adro o con el grupo Afundín Jamallos, al que le tocó la papeleta de ponerle el broche a la noche con sorpresas como la versión que Samuel González, de The Rapants, hizo de sí mismo, o con la intervención de Antía Ameixeiras. Pantis y Copa Turbo completaban el cartel.