Las cuentas del Estado pasan de largo

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Las últimas grandes inversiones fueron las derivadas del Prestige

15 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un año más, la Costa da Morte se queda sin dinero directo de los Presupuestos Generales del Estado. Es cierto que las áreas de competencias estatales en la zona son escasas, pero en otras ocasiones eran las mismas y sí hubo partidas millonarias. Pero de eso hace cada vez más tiempo.

¿Cuánto invierte el Estado en la Costa da Morte? Más allá de lo necesario en mantenimiento y bienes corrientes en aquello que es de su competencia (faros, Costas...) nada. Nada de manera directa en los Presupuestos que acaba de presentar, en los que sí aparecen inversiones en Melide, Palas de Rei, Arzúa, O Barco, Marín, Cambados, O Porriño, Poio, Sanxenxo... Y, por supuesto, las grandes ciudades. Pero decir que nada de manera categórica también es injusto, porque muchas de las actuaciones que se llevan a cabo en el litoral suelen estar dentro de partidas más genéricas. Por ejemplo, el refuerzo de los taludes de Razo, que ya parecen un clásico. O toda la reforma de los baños del Parador de Muxía, que obviamente no constaban citados como tales, pero la factura va a esos presupuestos. Y así, más obras.

¿Fue siempre así? No. La Costa da Morte, pese a estar fuera de la influencia competencial de las áreas estatales ha logrado inversiones millonarias, pero eso se ha debido a las catástrofes o a que algún alto cargo ha velado especialmente por la comarca. El ejemplo más evidente fue el Prestige, hace 19 años. Durante los siguientes, numerosas inversiones llegaron gracias a los compromisos adquiridos: el radar de Salvamento Marítimo de Chan das Lagoas, en Berdeogas (Dumbría). El buque anticontaminación y acción rápida Don Inda, con base en Brens. Y, por supuesto, el parador de Muxía, que año tras año aparecía en las cuentas estatales con consignaciones estatales que nunca se cumplían. Daba igual que se citasen cien mil euros que cuatro millones, porque nunca se ejecutaba nada, y así una y otra vez. Hasta que Tragsa, también estatal, asumió los costes y el polígono se hizo realidad el año pasado. También llegaron polígonos industriales gracias a una sociedad estatal que en Galicia gestiona SEA. Y la base de helicópteros de Salvamento para Ruibo, en Lires, Cee. No fue una inversión directa derivada del Prestige, pero aprovechó la onda inversora posterior, igual que ayudas para construir más polígonos (como el privado de A Ponte do Porto) y otras actuaciones industriales. Todas ellas pruebas de que, si hay voluntad política, aunque sea como compensación a una zona afectada por balances negativos (por el motivo que sea) sí se puede invertir en la comarca.

¿Y se pueden hacer inversiones directas en concellos? Sí, y ya las hubo. Solo en un caso, pero muy importante. En el 2009, el entonces diputado del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, en la negociación para apoyar los Presupuestos Generales del Estado al presidente Zapatero, pidió más de tres millones de euros para Carballo, y los logró. Y así llegaron 1,8 millones para la reforma del mercado municipal en la primera anualidad, y 1,5 para la biblioteca Rego da Balsa, en la segunda. Y quedaron pendientes otros 500.000 euros más para la mejora de las calles Gran Vía y Desiderio Varela que, aunque estaban consignadas en las cuentas de Hacienda y publicadas en el BOE, nunca llegaron a ingresarse en las arcas municipales como sí lo hicieron en los otros dos casos de manera inmediata. En ese 2009 también hubo dinero parta el santuario de A Barca, en Muxía, y para la Praza de Castelao de Corcubión.