Reportaje | Personajes ilustres de la Costa da Morte Fue uno de los grandes marinos españoles del siglo XVIII. Dejó su apellido en islas y puertos de Alaska y de Oceanía, pero su figura sufre un injusto abandono
22 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.«Mourelle fue uno de los grandes nombres de la navegación del Pacífico en la segunda parte del siglo XVIII», según puede leerse en una página dedicada a la geografía y la historia de las Islas Salomón, situadas precisamente en un apartado rincón -no el que más- del inmenso océano. La publicación se refiere a Francisco Antonio Mourelle de la Rúa, el Almirante Mourelle, como le ha quedado para la historia, nacido en Gondomil-Corme en julio de 1750, y muerto en Cádiz en 1820. Está enterrado en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, junto a otros insignes navegantes españoles. Mourelle es una pieza clave en los descubrimientos hispánicos. En la fase de mando de los más de cincuenta años que navegó por todo el globo bautizó decenas de lugares: islas, refugios, bajos, puertos... Junto a la actual Canadá y Alaska, y en el área de la Polinesia, fue especialmente prolífico. En el primer caso, dando nombre a la isla Mourelle y a las islas Mourelle, por ejemplo, que con los años y los errores ortográficos han devenido en las islas Maurelle. A un pequeño enclave lo bautizó como Port Estrella, al parecer, en honor a la playa de su pueblo natal, A otras islas, como las Galician, cambiadas más tarde por Crowned (Coronadas). Un profesor de la Universidad de Anchorage se esforzó, hace años, en detallar todos los topónimos de esta vastísima área de origen español, buena parte de los cuales se deben a Mourelle (http://explorenorth.com/library/yafeatures/bl-Spanish1.htm). En el Pacífico Sur, cerca de Australia y de las islas Fidji, está el archipiélago del Reino de Tonga, un conjunto de unas 170 islas, conocidas como las de la Amistad. En 1781, en un trayecto desviado de Manila a Acapulco, Mourelle, al mando del galeón Princesa , recaló en el grupo de las Vava'u, al norte del país. El cormelán y su tripulación pasaron 16 días en la zona y simpatizaron con los nativos (otros exploradores de la época, en otras áreas, no tuvieron tanta suerte). Además de dejar buenos recuerdos, Mourelle legó su apellido al principal puerto refugio de la zona, hoy toda una tranquila atracción turística. Según algunas guías, una placa recuerda al marino.