Los casi seis kilómetros del arenal carballés se convirtieron en una pista de aterrizaje perfecta Decenas de personas acompañarona la nave en su «peregrinación»
05 abr 2003 . Actualizado a las 07:00 h.En la playa de Razo ha aparecido de todo, hasta una vaca. Pero lo de ayer fue espectacular. Un avión del Ejército utilizó los casi seis kilómetros del arenal carballés como pista de aterrizaje, y consiguió salvar así una delicada situación. Todo indica que, debido a un problema técnico, la aeronave se quedó sin combustible cuando rastreaba la zona en busca de un náufrago. La tripulación, comandada por dos tenientes, buscó un lugar para aterrizar, pero ni en los mapas de toda la vida ni en los modernos sistemas de localización por satélite figuraba ninguna posible pista a mano. El arenal apareció milagrosamente, en toda su extensión, como el colchón idóneo. Y así fue. De hecho, las marcas del aterrizaje indicaban poco después del suceso, pasado el mediodía de ayer, que la maniobra había sido perfecta.El Ejército, Marina Mercante, Guardia Civil, Protección Civil... todos los efectivos disponibles se movilizaron. Cuatro helicópteros sobrevolaron la zona, mientras, en tierra, los cinco tripulantes del CASA 212 buscaban soluciones. Lo más importante, remolcar la nave hasta un lugar seguro ante la inminente crecida de la marea. Desde Protección Civil se reclama la colaboración de Tino de Bardanca, que llega desde Oza con dos potentes tractores, y de las brigadas del Grumir, que acuden con el material necesario para enganchar y guiar el aparato. Dicho y hecho.La noticia corrió como la pólvora, y poco después del aterrizaje forzoso ya había un grupito de curiosos en la zona. La cifra fue aumentando, y cuando el avión emprendió el viaje hasta la explanada de Razo ya iba detrás una procesión completa. Después de unos tres kilómetros de marcha por la arena, en la meta siguió creciendo la expectación, y a media tarde eran más de medio millar las personas concentradas.