Mañana, de hecho, está convocada una gran marcha en A Mariña en la que participarán estudiantes de los institutos, «porque ellos son el futuro». Será a las 11 de la mañana en el acceso a la fábrica mariñana. Los trabajadores, por su parte, mantienen la huelga indefinida.
«Alcoa actuó con mala fe siempre, desde el principio hasta el final -continuaba Zan- Incluso retiene camiones con productos esenciales, básicos para farmacias y potabilizadoras. Nosotros estamos dejando salir vehículos con material esencial; ellos no los dejan volver. Seguiremos adelante luchando con la cabeza alta hasta el último minuto, confiando en la palabra de los políticos, y que todos tengan la seguridad de que no vamos a dejar que se paren las cubas», proclamaba el presidente del comité.
También avanzó que los sindicatos solicitarán la «cautelarísima para que el juez paralice el despido colectivo».
Gobierno y Xunta «buscan una solución para mantener la planta»
«Los trabajadores, sus familias y la comarca de A Mariña tienen el apoyo del Gobierno, que seguirá trabajando para lograr una solución que mantenga el empleo y las capacidades industriales en Lugo», aseguraba el Ministerio de Industria poco después de que Alcoa anunciara su decisión de aplicar el ERE.
Raúl Blanco, secretario general de Industria, criticaba duramente a la multinacional estadounidense: «Alcoa es la única responsable del fracaso de las negociaciones de venta de la planta de San Cibrao [...] Por tanto, el Gobierno considera que la dirección de la empresa empuja a los trabajadores y a las Administraciones a un conflicto cruel e innecesario». Y no se quedaba ahí: «El Ministerio de Industria reitera su malestar por el hecho de que Alcoa abandonara la negociación, no respondiendo a la propuesta del Gobierno de que fuese la SEPI la que actuara de intermediaria en la venta de la planta a Liberty House».
Por su parte el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, anunciaba por la mañana su intención de contactar con la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, «con el ánimo de seguir con la hoja de ruta establecida para salvar el empleo y la producción de la planta de aluminio de San Cibrao». Feijoo declaró «fraudulento» el ERE y animó al comité de empresa de la factoría a impugnarlo. También instó al Gobierno central a «seguir trabajando para conseguir la venta» de la planta a un operador a través de la SEPI.
«Alcoa acaba de tomar una decisión, que es salir de España. Es su responsabilidad, pero lo que no puede pretender es que España se quede sin la única fábrica de aluminio primario que suministra al mercado nacional. España debe seguir manteniendo una fábrica de aluminio primario, porque la necesita», insistió Feijoo.
Gobierno y Xunta están explorando la vía judicial para anular el ERE de la multinacional y analizando otras opciones «laborales y administrativas en el marco de la Comisión Europea» para actuar. También se mostró ayer muy crítico con Alcoa el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, instando a la Xunta y al Gobierno «a tomar las medidas necesarias para mantener el empleo en su totalidad y la actividad en la fábrica de A Mariña».
El BNG insistía ayer en la «nacionalización da factoría». Su portavoz nacional, Ana Pontón, pedía a Xunta y Gobierno «menos reunións e máis accións» para salvar la producción y los puestos de trabajo.
Primeras reacciones de los alcaldes
Minutos después de conocer la comunicación de Alcoa, el alcalde de Cervo, Alfonso Villares, manifestó: «Hai que facer o posible para que as cubas non pechen e a fábrica siga producindo». En relación con la posible intervención por parte del Estado de la factoría de San Cibrao, la única de aluminio primario que queda en España, afirmó: «Esperamos que todo isto se solucione. Teñen [el Gobierno central y la Xunta] que mover ficha do xeito que sexa. Hai un porto estatal e unha carretera estatal, e o Estado ten moito que dicir. Facer o posible para reverter a situación». Considera que la intervención de la fábrica, «que é algo que xa se plantexou», cobra ahora más fuerza que nunca para que el Estado busque un nuevo gestor de la planta mariñana.
El alcalde de Xove, Demetrio Salgueiro, esperaba que el comunicado de Alcoa llegase «dun momento ao outro». «Alcoa tiña folla de ruta, séguea e agora terán que dicir o Goberno do Estado e a Xunta, que están unidos en todo este proceso, que solución van tomar para evitar o despido dos traballadores», manifiesta el alcalde de Xove, Demetrio Salgueiro. En su opinión, «é o momento de que Goberno e Xunta pasen das boas palabras aos feitos e de actuar de maneira inmediata para que isto non se consume». «Sería inexplicable -dice- que o goberno dun país non poda facer nada ante a pretensión que ten unha multinacional para despedir a tantos traballadores e para paralizar a produción de aluminio dun país, unha produción que está declarada como esencial».
A juicio de Salgueiro, el primer paso sería intentar volver a sentar a Alcoa a una mesa de negociación. «Pero se iso non é viable, habería que exercer todas as medidas legais e posibles para que as cubas continúen funcionando», recalcó. «As cubas son o corazón da fábrica e da Mariña. Non se pode paralizar a fábrica», apuntó. Confía en que la medidas que van a impulsar el Gobierno y la Xunta consigan que la decisión de Alcoa «sexa reversible de forma inmediata, o antes posible».
La Voz
Alcoa ha hecho oficial hoy el anuncio de cierre de la planta y el despido el próximo martes de sus 524 trabajadores. La empresa norteamericana no quiere oír hablar ni de plan de reestructuración ni de ofertas de compra ni mucho menos de seguir negociando. Una actitud que ha forzado la pronta respuesta del Ejecutivo español que, en un breve comunicado, ha asegurado esta mañana que «los trabajadores, sus familias y la comarca de A Mariña tienen el apoyo del Gobierno, que seguirá trabajando para lograr una solución que mantenga el empleo y las capacidades industriales en Lugo». ¿Cómo? Estudiando «todas» las posibilidades legales en su mano. Los expertos jurídicos de la Abogacía del Estado ya están trabajando para encontrar la alternativa a la ejecución del ERE y el apagón de las cubas, lo que condenaría a la factoría para siempre.
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