El precio medio del metro cuadrado de suelo en los municipios gallegos de más de 50.000 habitantes se incrementó durante el primer trimestre del año a un ritmo anual del 4,7%. El aumento se produce a pesar de la crisis inmobiliaria que azota al mercado español en su conjunto, donde el valor del terreno en este tipo de ayuntamientos, en cambio, disminuyó un 0,2%. En comunidades como Madrid el desplome ha rozado el 10%. Esta diferencia de comportamiento de la comunidad gallega respecto al resto del país se explica, por ahora, en la menor presión urbanística que existe en las ciudades gallegas en comparación con las urbes de otras zonas de España, especialmente del centro y del Mediterráneo.
La oferta de parcelas disponibles ahora en las ciudades de la comunidad, lo que explica el repunte del 4,7%. No ha sido así en otras áreas del país, donde los promotores se han visto obligados a vender fincas para hacer caja, lo que coloca más suelo en el mercado y, por tanto, abarata su precio. Un ejemplo lo constituye Metrovacesa, que ha puesto a la venta el 20% de su terreno por 500 millones de euros. La oferta se sitúa en ciudades como Madrid, Alicante, Cádiz, Sevilla, Castellón y Murcia.
Estadística de Vivienda
Los datos por autonomías aportados ayer por el Ministerio de Vivienda revelan que el precio del metro cuadrado de suelo ha caído en España el 7,7%, frente al 5,8% gallego. En esta estadística figuran todos los municipios, con independencia de su tamaño. En este parámetro Galicia sí registra un descenso porque se incluyen los municipios costeros, cuya intensidad urbanística ha sido mucho mayor que la de las ciudades. Es decir, sobra más suelo en la zona costera y rural que en la ciudad, por lo que su coste retrocede.
Los datos del Gobierno central evidencian que la crisis inmobiliaria se agrava en el conjunto de España. Al parón absoluto en el precio y en el mercado de venta de pisos se suma ahora el monumental desplome del negocio del suelo. El retroceso alcanza cotas superiores al 20% en lugares como Granada, Huelva, Soria, Ciudad Real, Alicante o La Rioja. De la misma manera, la propia actividad de adquisición de terrenos ha caído a plomo, con un descenso medio del 30% en el número de operaciones.
Prueba de la crisis es que en el primer trimestre del año se realizaron 8.892 transacciones de suelo, un 30,6% menos que en el mismo período del 2007. Estas operaciones supusieron una superficie transmitida de 14,9 millones de metros cuadrados (un 22% menos) por un valor de 4.245 millones de euros, lo que supone un retroceso del 20,2% interanual.