Galicia explora vías de fomento del alquiler sin límite de edad

ECONOMÍA

Vivenda subvenciona hasta el 60% del piso, pero la oferta apenas llega a una de cada diez residencias

24 sep 2007 . Actualizado a las 12:38 h.

Las medidas anunciadas esta misma semana por el presidente del Gobierno y la ministra de Vivienda han devuelto al primer plano las posibilidades que tiene el mercado del alquiler de pisos como una de las soluciones a la segunda preocupación de los españoles y la primera entre los jóvenes, según los estudios de opinión: el acceso a la vivienda. Zapatero anunció el martes un plan de emancipación con 210 euros directos para jóvenes de entre 22 y 30 años con ingresos máximos brutos de 22.000 euros anuales, y desgravaciones para arrendador y arrendatario. En Galicia con esa edad hay alrededor de 375.000 ciudadanos, de los que habría que discriminar aquellos con sueldo por encima de esa cantidad. Ese sería el público potencial de ese plan.

Al margen de la oportunidad política de la medida a escasos seis meses de las elecciones y de que se trata de una medida similar a una ya en marcha del propio Ministerio de Vivienda, en Galicia funciona desde hace casi 20 meses el Programa de Vivenda en Aluguer del que ya ha beneficiado 3.200 hogares gallegos, con independencia de su edad. Porque el plan de la Consellería de Vivenda no tiene en cuenta la fecha de nacimiento, sino la cuantía económica que se perciba mensualmente; es decir, se centra en rentas menos favorecidas implantando como requisito primero que las personas ?o unidades convivenciales? ganen entre 335,4 y 1.200 euros al mes. En este caso, estaría por debajo del umbral presentado por el Ministerio de Vivienda.

Las subvenciones que concede el departamento que dirige Teresa Táboas pueden llegar así hasta el 60% del coste del alquiler. Los inquilinos, además, aportarán el equivalente a un tercio de sus ingresos, y el resto va por cuenta de Vivenda. Hay que tener en consideración además que los inmuebles a arrendar han de estar previamente inscritos en un registro y su precio nunca superará los 450 euros al mes. Un caso práctico: un vecino que gane 1.000 euros al mes por una vivienda con ese precio, se ahorraría de entrada en torno a 120 euros cada mes.

¿Son compatibles las dos ayudas? No hay respuesta a este interrogante. Lo desconoce la Consellería de Vivenda, que es la administración competente en materia residencial en Galicia. A la Xunta le pilló por sorpresa esa medida y aún aguarda a que el Estado explique cómo se tramitará. Si llegaran a ser acumulables las dos ayudas ?las de Santiago y las de Madrid? se podría dar la paradoja de pagar menos de 10 euros por un alquiler en Galicia para una persona con una ayuda de 150 euros de la Xunta y otros 210 del Estado; en total, 360 euros. Y hay muchas ofertas en ciudades gallegas que por menos de 400 euros.

De hecho, según los datos que ha publicado la propia consellería, los precios en Galicia para este tipo de residencias se han mantenido con una subida anual en torno al 2,8%. Anteriormente, como dijo la conselleira Táboas en el Parlamento gallego, tomando datos del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, se encareció más de un 20%.

El contexto

Pero, ¿cómo está el mercado de la vivienda de alquiler en Galicia? Los datos que difieren, pero unos y otros toman como referencia que menos del 10% del parque de viviendas de la comunidad están en situación de arrendamiento. Según el INE, la cifra ronda ese porcentaje, pero una encuesta del Ministerio de Vivienda rebaja ese guarismo hasta el 7%. Está, en todo caso, «muy poco desarrollado», estiman desde ese departamento estatal; porque en el conjunto de España está por debajo del 11% del total bruto y del 8% en comparación con las que salen a la venta. Nada que ver con otras ciudades europeas, donde el índice del sector ronda el 40%.

La Xunta recela de esa determinación adoptada por Carme Chacón, pero coincide en que hay que potenciar el mercado del alquiler. De hecho, Vivenda presentará la próxima semana una batería de medidas entre las que se incluye que todos los pisos que construya la propia consellería en las grandes ciudades ?son las que tienen el epígrafe de «viviendas de protección pública»? serán de alquiler durante un máximo de 10 años (cinco más otros cinco prorrogables), sin tener en cuenta la edad de los demandantes; de nuevo se tomarán como referencia las rentas, hasta 1.200 euros mensuales. El precio medio de esas rentas estará en torno a los 200 euros.

Hay más propuestas desde la Xunta para el mismo fin. Por ejemplo, acaba de poner en marcha un bono-vivenda para estudiantes que cursen ciclos formativos en centros públicos e que tengan que desplazarse más de 60 kilómetros desde su domicilio familiar al centro. Se da un máximo de 2.000 euros por caso. Los estudiantes gallegos que están en régimen de alquiler son menos del 5% del total del sector.

Con todo, y según el mismo informe del Ministerio de Vivienda sobre el mercado del alquiler, en Galicia menos del 25% de las viviendas que se rentan están en manos de jóvenes. En concreto, de un total de 95.000 residencias en alquiler contabilizadas por el Gobierno en la comunidad, menos del 3% corresponde a titulares con entre 18 y 25 años; y otro 21% a los que están entre los 26 y los 35.

Irse de casa

Para todos ellos el alquiler puede ser una salida para lograr la emancipación. Atendiendo al último informe del Consejo de la Juventud sobre vivienda, se resuelve que en Galicia «una persona joven debería destinar el 56% de su salario para financiar el coste de una hipoteca tipo y un hogar joven, casi el 40%», se relata en el documento. Sigue el documento cifrando en un 34% el total de población joven que a comienzos del 2007 se había ido de la casa familiar para vivir por su cuenta. Pero hay que tener en cuenta que la gran mayoría de ellos (casi el 60% del total) tenían entre 30 y 34 años. Es decir, esos que ya no contarían con los 210 euros del cheque del Gobierno.