Los simpatizantes del 15-M insisten con frecuencia en sus asambleas que quieren ser participativos, y prueba de ello son la infinidad de propuestas y actividades que han celebrado desde que montaron su campamento en el Obelisco hace ya más de tres semanas.
Una de las que más ha llamado la atención de los viandantes de los Cantones es una huerta plantada a los pies del reloj, bajo el título Las semillas de la revolución. De manera simbólica, los acampados, que no tienen intención de consumir estos productos, quisieron «dar forma» a los orígenes de su movimiento. «Es algo totalmente simbólico, no creo ni que podamos comérnoslos porque la tierra no es muy buena», señaló una de las responsables de la actividad. La plantación contiene semillas de coliflores, repollo, calabacines, lechuga, berenjenas, tomates y repollo, que ya están empezando a echar las primeras hojas. La idea surgió la primera semana a raíz de una charla de agricultura ecológica, ya que uno de los objetivos de estos jóvenes es alimentarse de productos biológicos, que de momento aportan ellos mismos de sus huertos particulares. Por otra parte, esta tarde está previsto una nueva asamblea temática sobre la banca ética. En cuanto a las asambleas vecinales, la siguiente está programada para este viernes en el barrio de las Conchiñas a partir de las 20.15 horas, al mismo tiempo que se mantendrán la del Obelisco y la de Monte Alto. Al mismo tiempo, un grupo de jóvenes de Cambre, que han decido organizarse por su cuenta, ya han creado varias comisiones y en otras ideas están planeando situar un punto fijo, donde la gente pueda solicitar información. Ayer mismo celebraron una nueva asamblea popular que han fijado para los martes a las 20.30 horas.
Tal y como acordaron en asamblea el pasado lunes, y así lo recogen en su página web, los acampados han decidido dejar de pedir comida o bienes materiales, ya que les parece «abusar de los recursos de los ciudadanos». «No queremos dar imagen de pedichones», señaló una persona de la organización, «y entendemos que la gente se puede cansar». Por este motivo se organizarán para depender de sus propios recursos, y una de las medidas que barajan es la creación de un bote común, aunque por el momento disponen de comida suficiente para prolongar su estancia una semana más.
