La salida de la UE ha reforzado y facilitado la consistencia interna de los países miembros: el plan de choque contra la pandemia, de 750.000 millones, hubiera sido inalcanzable por las objeciones de los representantes británicos; el Ejecutivo de Johnson, lejos de recuperar soberanía en aspectos clave cuyas competencias ya ejercía, ha perdido la oportunidad de llegar a acuerdos.
Fernando González Laxe