El Banco de Inglaterra interviene de emergencia para atajar la crisis

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

HANNAH MCKAY | REUTERS

La deuda británica se ha encarecido después de las críticas del FMI a la bajada fiscal masiva anunciada por el Ejecutivo de Truss

28 sep 2022 . Actualizado a las 18:32 h.

El Banco de Inglaterra anunció este miércoles que intervendrá de emergencia en el mercado de deuda —comprando bonos con los que financiar al Reino Unido— ante el endurecimiento de las condiciones de los inversores internacionales, quienes no se fían de las cuentas del Gobierno de Liz Truss y exigen más garantías y rentabilidad a cambio de prestar dinero al país.

Los planes del Ejecutivo británico, que incluyen una bajada masiva de impuestos, no ha sido bien recibida en los mercados. La libra se hundió el pasado lunes a mínimos históricos y hoy volvió a caer después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) criticase la estrategia fiscal de la recién nombrada primera ministra.

El organismo instó al Ejecutivo británico a «sopesar formas de brindar un apoyo más específico y reevaluar las medidas fiscales, especialmente aquellas que benefician a las personas con altos ingresos» para garantizar la viabilidad de las cuentas públicas. Y eso significa que, o bien tendrán que dar marcha atrás a las rebajas fiscales o acometer recortes en el gasto público, una decisión que podría desencadenar fuertes protestas sociales. La financiera Moody's se ha sumado a las críticas al estimar que los planes de Truss provocarán un «daño persistente» a las cuentas públicas.  

Para evitar el encarecimiento de la deuda y poner freno a la depreciación de la libra, el Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenir. Anunció que entre el 28 de septiembre y el 14 de octubre comprará bonos en los mercados secundarios de deuda —funcionan como tiendas de segunda mano a donde acuden inversores que quieren deshacerse de bonos de forma urgente—. Una estrategia que va en sentido opuesto al que se había trazado. El volantazo del organismo, que ha frenado en seco la caída libre de la divisa, trata de apaciguar las dudas que ha sembrado la política fiscal del Gobierno conservador británico.

Más medidas

«Si la disfunción en el mercado continúa o empeora, habría un riesgo material para la estabilidad financiera de Reino Unido. Esto provocaría un endurecimiento no deseado de las condiciones de financiación y una reducción del flujo de crédito hacia la economía real», alertó. El Banco de Inglaterra tiene previsto reunirse el próximo 3 de noviembre para revisar la situación económica y las repercusiones del plan Truss. Podrían acometer nuevas medidas si el país se asoma al precipicio.

Por el momento, la rentabilidad del bono británico a 30 años ya ha alcanzado umbrales que no se veían desde el año 1998, según Europa Press. A este encarecimiento de la deuda se suma la pérdida de valor de la libra, que se ha hundido un 20 % en lo que va de año.