Empresarios gallegos con intereses en Cataluña esperan que imperen el sentido común y la cordura en un conflicto político que «ha sido desatado por unos pocos en contra de muchos»
Carpio entró en el 2012 en la firma gallega de moda, que desde entonces ha registrado un descenso de su facturación y pérdidas, y el consiguiente cierre de tiendas y recorte de plantilla