Mayka Gómez: De Adolfo Domínguez a Nude Atelier

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Tras adquirir experiencia en la gran firma textil, ha creado su propia marca

26 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque estudió Historia del Arte, Mayka Gómez siempre tuvo claro que su camino tenía que discurrir por la senda de las telas, las tijeras, el hilo y las pasarelas. Quizás por eso, tras cinco años como universitaria y recién obtenida la licenciatura, no dudó en poner rumbo a la ciudad coruñesa para formarse en diseño y moda. Asegura que, en cierto modo, son caminos paralelos, con energías comunes. En los trabajos de esta boirense, que ha irrumpido en el mercado estrenando marca, negocio y colección, hay, de hecho, un importante derroche de arte.

La pasión que Mayka Gómez siente por el mundo de la moda seguro que tuvo mucho que ver que su carrera, pese a ser corta, ya pueda recibir el calificativo de meteórica. Y es que, nada más concluir los estudios, pisó una de las grandes marcas de la moda en Galicia, Adolfo Domínguez. «Hice un proyecto final contundente y rotundo, y fue el que me abrió las puertas para trabajar en esta gran marca», explica. Lo bautizó como Mímesis: «Me gusta inspirarme en la naturaleza. Lo que hice fue tratar de reflejar la naturaleza en las formas y en los volúmenes. Me dio mucho juego para hacer un proyecto divertido».

La diseñadora recuerda con alegría y mucho entusiasmo los tres años que pasó en Adolfo Domínguez: «Fue una experiencia profesional tremenda, yo estaba allí flotando, como en una nube. Iba por los pasillos como una niña con un juguete nuevo». Dejó la importante firma para ser madre y fue entonces cuando se planteó cumplir el sueño que siempre le había estado rondado en la cabeza, Nude Atelier: «Es ropa enfocada a una persona que va a una tienda y no encuentra lo que busca. Mi lema es si no encuentras lo que quieres, hazlo. Surgió casi sin que yo lo buscara, a raíz de gente que me pedía que le diseñara vestidos para bodas y otras fiestas».

Romántica y tradicional

Como si de una bola de nieve se tratara, el proyecto de Mayka Gómez fue a más, hasta que el pasado 23 de agosto presentó su primera colección, Cápsula: «Quería exponerme de cara al público de forma libre, pero con una colección que expresara mi personalidad. Hacer una colección es muy difícil, pero muy bonito. Seleccioné muy bien los tejidos: sedas, encajes, tul, lana fría y crep; con volúmenes muy míos. Me considero bohemia, romántica, no me gustan los encorsetamientos». La boirense, que cuenta con un taller que se encarga de la confección de sus diseños, asegura que lo suyo es dibujar: «Me encantan los procesos creativos más que el resultado final. Me gusta seleccionar los tejidos, jugar con las formas. Trabajo en ordenador, pero me decanto más por el proceso a la antigua usanza, coger el lápiz y hacer bocetos».

Y el resultado de ese cuidado proceso creativo es, según explica la propia Mayka Gómez, un estilo híbrido: «Es una mezcla entre el día a día y la alta costura, es una ropa que te puedes poner para una ceremonia, pero también para una cena especial». Asegura que, en contra de lo que venden las marcas que están en auge actualmente, su ropa es de la que se deja en herencia a las futuras generaciones, esa que integra el fondo de armario: «Mi moda va enfocada al slow fashion, busco que mis vestidos sean en el futuro para mis hijas. Voy a ese vestido de la abuela, a una prenda atemporal. Creo en la confección a mano, en el trato mimado del corte de la tela, todo lo contrario de las grandes».

La boirense, que está esperando su segundo retoño, está convencida de que la maternidad la ha convertido en una especie de superheroína imparable. Por eso, en estos momentos está inmersa en la promoción de su primera colección: «Tengo varios puntos localizados en donde me gustaría colocar mis prendas y es el siguiente paso que voy a dar».