La actriz estadounidense aparcó la hamburguesa para darse un festín de percebes y filloas en un restaurante gallego de Madrid
09 dic 2010 . Actualizado a las 10:03 h.Abrió el apetito con percebes y centolla, dio cuenta ella solita de un imponente rodaballo y cerró el festín con un atracón de filloas, regado todo ello con un rías baixas bien frío. Cameron Díaz demostró que, además de su pasión por las hamburguesas -presume de que le cabe una entera en la boca-, tiene buen gusto para seleccionar manjares cuando la ocasión lo requiere. Y lo hizo en un recodo madrileño del terruño, el restaurante O'Pazo, afamado local de cocina gallega que pertenece al grupo de Pescaderías Coruñesas y que luce dos soles en la Guía Repsol .
Allí se llevó la actriz de San Diego a la troupe de su última película, El avispón verde , que acaba de presentar en Madrid. Entre los comensales, el oscarizado actor Christoph Waltz (Malditos bastardos). Pero la enchenta de la Díaz tuvo sus momentos de apuro. «Con los percebes siempre me toca enseñar a comerlos, y esta vez no fue una excepción -asegura Antonio García Prieto, encargado de O'Pazo-. Después, todos demostraron que no eran torpes, en absoluto».
En la centolla no encontraron oposición los artistas porque la casa tuvo el detalle de sacar antes la carne y presentarla mezclada con los corales. Y el rodaballo y las filloas ofrecieron menos resistencia que los enrevesados crustáceos.
«Se lo comieron todo», sentencia García Prieto para resumir el éxito del festín. «Durante la comida -prosigue el encargado- hablaban entre ellos en inglés», porque ella, a pesar de su origen cubano, «no da ni una palabra en español». Pero al marcharse «se despidió efusivamente. Es encantadora y muy simpática».
No es la primera vez que Hollywood se acerca a catar los frutos de las rías. Hugh Grant, «otro encanto de persona», fue el primero en dejarse seducir por la cigala y el berberecho. «Al llegar miraba la comida con cara de asco, pero le di un abrazo y todo cuando se fue», rememora Antonio García. Más adelante llegó Harrison Ford, «más seco, y ahora nos dicen que se está corriendo la voz entre los actores americanos».
El propietario actual del restaurante, el leonés Evaristo García, publicó un libro de memorias prologado por Manuel Fraga. «Es uno de nuestros clientes habituales. De hecho, la semana pasada batió su propio récord y nos visitó tres veces», se enorgullece Antonio.