La situación económica actual obliga al Ayuntamiento de Santiago a incrementar sus recursos dirigidos a ayudar a las familias compostelanas que puedan estar atravesando serias dificultades económicas. La previsión de que en el 2009 los ciudadanos precisarían más apoyo institucional para atender necesidades básica se están confirmando cuando solo ha transcurrido el primer trimestre del año.
Tan solo el capítulo de ayudas de emergencia engordó hasta los 230.000 euros frente a los cien mil que se contemplaban en la misma partida del pasado año. Esta prestación se destina exclusivamente para sufragar gastos puntuales y se trata de cantidades pequeñas, que permiten salvar necesidades básicas urgentes mientras se tramita la concesión de la renta de integración social, más conocida por sus iniciales de Risga.
También otras líneas de ayuda, en las que el Concello firma convenios con instituciones benéficas como Cáritas, Xoán XXIII y la Cocina Económica, experimentaron subidas este año. Según comentó la concejala de Servicios Sociais, Mar Martín, el centro de Xoán XXIII pasó de 13.000 euros en el 2008 a 20.200 euros en el 2009; y la ayuda a la Cocina Económica será de 20.200 euros este año frente a los 10.200 euros del 2008.
Ayudas directas
Además de las prestaciones que el Concello tramita por medio de otras entidades, también concede ayudas directamente a las familias más desfavorecidas del municipio. La concejala de Servicios Sociais considera que aún «no se está viendo la parte más cruda de la crisis, ya que muchas personas están cobrando el paro». Pero ante la posibilidad de que la situación empeore, el Concello incrementó sus recursos económicos para estar preparado. Martín indicó que, por ahora, se está detectando la llegada de inmigrantes procedentes de otras ciudades, que acuden para buscar trabajo y que, tras un período relativamente limitado en la ciudad, se marcha en busca de otros lugares con más opciones de empleo. El incremento de transeúntes es lo que impulsó el aumento de las partidas para el albergue de Xoán XXIII y de la Cocina Económica.
Por lo que se refiere a las ayudas directas del Concello, la concejala indicó que en los tres primeros meses del año, y con destino al pago del alquiler, el Ayuntamiento ya gastó 32.276 euros frente a los 5.600 euros del mismo período del año pasado. El capítulo de prestaciones para la manutención se triplicó en estos tres primeros meses, cuando el Concello repartió ya 24.295 euros entre los menos favorecidos, mientras que en el 2008 a estas alturas la factura ascendía a 8.695 euros.
Uno de los capítulos especiales creados por el Concello se refiere a gastos excepcionales, en los que se incluyen cantidades más o menos pequeñas que se conceden para cuestiones específicas como la compra de medicamentos o reparaciones de electrodomésticos. El año pasado se gastaron 858 euros entre enero y marzo; este año, el gasto ya es de 3.036 euros.
Dentro de un apartado de prestaciones dirigidas especialmente para el colectivo gitano, el Concello gastó el pasado año en tres meses 872 euros, pero entre enero y marzo del 2009 el gasto ya asciende a 8.303 euros. El pago de actividades extraescolares para niños de familias con escasos recursos es la que menos se ha visto incrementada, aunque también se percibe una ligera subida. El año pasado, en los tres primeros meses se habían gastado 1.024 euros, y este año, 1.831 euros. Esta ayuda permite a las familias, sobre todo a las mujeres, trabajar mientras los niños realizan actividades fuera del horario escolar.