De España a Japón en un coche de 900 euros de Wallapop

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LA ODISEA QUE ARRASA EN REDES SOCIALES. Fabio Belnome (@volatadipeluca) dejó su trabajo para embarcarse en esta locura de viaje a bordo de un Fiat Marea de 900 euros. Sus videoblogs diarios acumulan millones de visitas en TikTok, Instagram y YouTube

03 jun 2025 . Actualizado a las 11:18 h.

Hace más de dos meses que Fabio Belnome (Barcelona, 1990) partió desde España rumbo a Japón. Podría parecer la historia de cualquier turista que quiere pasar unas semanas explorando Tokio, Osaka o el monte Fuji. Sin embargo, este aventurero renunció al avión para recorrer 23 países a bordo de un Fiat Marea de 1998 que compró por 900 euros en Wallapop. Sin aire acondicionado, durmiendo en el coche, con un presupuesto de 6.000 euros para tres meses y cocinando en un cámping gas ha seducido a millones de personas narrando su odisea día a día en redes sociales bajo el usuario @volatadipeluca. Fabio nos atiende desde Corea del Sur en la recta final de su viaje y se muestra absolutamente sorprendido con el éxito que está teniendo con su aventura por Europa y Asia. Y no es para menos, el primer vídeo de su periplo suma casi 40 millones de reproducciones entre TikTok e Instagram. «No podía esperar para nada la acogida de la gente, es muy bonito el amor que se está creando, ver como todo el mundo desea que el viaje salga bien», confiesa emocionado.

@volatadipeluca

Creo que todos teníamos ganas de una segunda temporada con el Marea. Esta vez, un poco más bestia que la anterior. En total serán 22 países, 12 divisas y 25.000km, durante 3 meses. Mucha suerte a todos #NIPPON #coches #viajes

♬ original sound - Fabio Belnome

EL INICIO DE LA AVENTURA

Esta no es la primera gran locura al volante de Fabio Belnome. De hecho, ni siquiera es su primera aventura a bordo del Fiat Marea. El año pasado, el barcelonés decidió comprar este coche por Wallapop para recorrer los más de 7.500 kilómetros que separan Barcelona de Cabo Norte, en Noruega. Belnome también documentó ese trayecto, que le llevó completar 19 días, y su idea era dejar el Marea en la ciudad de Tromso para sortearlo entre sus seguidores. El ganador tenía que ir a recogerlo a la ciudad noruega pero, después de contactar a diez afortunados, ninguno fue a por el vehículo. Eso llevó a Fabio de vuelta a por el coche, que condujo hasta la ciudad condal en cinco maratonianas jornadas. «Vi que ese viaje le gustó muchísimo a la gente y a mí también, así que dije: ‘Voy a ver cuál es el siguiente paso, y eso era hacerlo aún más bestia'».

El primer destino que cruzó su mente fue Mongolia, pero un día, mirando el mapa, siguió avanzando y vio Japón. «Ahí dije: ‘si la gente coge ferris para ir a Mallorca desde Barcelona, habrá gente que coja ferris para ir a Japón, ¿no?'», cuenta entre risas. Su entorno, ante la idea de cruzar Europa y Asia en un coche de los 90, se sintió un poco incrédulo, aunque Belnome considera: «Ya están acostumbrados a que un día llegue con este tipo de decisiones alocadas». Fue así como el 16 de marzo, tras dejar su trabajo en márketing, emprendió el viaje que tiene expectantes a millones de personas por todo el mundo.

LOS BACHES DEL CAMINO

Aunque muchos podríamos pensar que un viaje de este calibre podría estar plagado de inconvenientes, Fabio Belnome siempre mantiene su lado optimista. «Si te pones a hacer una lista de todo lo que puede salir mal vas a sacar 10.000 problemas, pero, de esos, igual te acaban pasando dos o tres, así que cuando pasen ya los intentarás solucionar», razona el catalán. Para él dormir en el coche supone más una aventura que un miedo, agradece cada ducha en un área de servicio y cada plato de comida (ya sea en un restaurante iraní o en su hornillo portátil) como un manjar. Esa mentalidad le ayudó a superar uno de los principales contratiempos del viaje. Recorriendo Rusia se dio cuenta de que el coche tenía una pérdida considerable de aceite. Al atravesar un gran bache se le rompió el cárter del Marea (donde se deposita el lubricante del motor). Los problemas crecían ya que dos días más tarde tenía que estar abandonando el país dirección Corea y apenas tenía dinero en efectivo. Fabio lo recuerda como el peor momento del viaje. «Cuando vi que el coche se había roto y que estaba perdiendo aceite pensé: ‘Esto se está muriendo'», recuerda. Sin embargo, esta situación lo llevó a vivir también una de las experiencias más bonitas de la ruta. «Fue muy bonito ver cómo de repente estábamos allí 12 personas intentando solucionarlo, la gente llamando a sus conocidos a ver si podían echar una mano para arreglar el coche», relata. Al final tuvo final feliz.

De hecho, las cosas le han salido casi siempre redondas a pesar de haber atravesado 23 países en los últimos dos meses. «Cada vez que cruzo una frontera tengo un pequeño sufrimiento pero, en verdad, con el pasaporte español solo tuve que sacarme los visados en Irán, en Turkmenistán y en Rusia», enumera. Tanto es así que para él su entrada a Corea «fue como cruzar a Francia, tardé 30 segundos en pasar el control», cuenta entre risas.

Su actitud positiva no quita que, a veces, pueda estar temeroso. «Miedo físico no tengo, al final yo sé dónde me meto y son países muy seguros. En ningún momento me imagino a alguien de Irán o Uzbekistán robándome algo», reconoce. Sin embargo, ha llegado a pensar si él mismo sería capaz de aguantar toda la aventura. «El estrés, dormir en el coche y comer de forma desordenada se nota a nivel físico», apunta Belnome. Tanto es así que en lo que lleva de travesía ha perdido 10 kilos. «Se me caen todos los pantalones», bromea.

UN VIAJE INOLVIDABLE

Pocas personas podrán contar que se recorrieron toda Eurasia en coche y quizá sea eso lo que mantiene a los seguidores de @volatadipeluca pegados a la pantalla cada día cuando cuenta sus nuevas aventuras en TikTok, Instagram y YouTube. Estas plataformas han marcado totalmente el viaje de Fabio. «Gracias a las redes sociales he hecho cosas que de otra forma no habría ni pensado. Si no fuera por ellas no me habría bañado en el mar de Japón, que el agua está casi tan congelada como en Galicia», bromea. «Lo bueno de contar el viaje por internet es que me hace vivir más momentos, porque yo entiendo que la gente quiere ver cosas interesantes, que a lo mejor un día me apetece ver una peli y descansar, pero entiendo que la gente me quiere ver vivir experiencias», reflexiona. Además, le hace ver los baches en el camino de otra forma. «Si aparece un problema, se vuelve una oportunidad y la gente se vuelca contigo», cuenta Fabio.

Desde luego, el barcelonés nunca olvidará este viaje que aún no ha finalizado. En su mochila se lleva un gran aprendizaje. A Belnome le ha «sorprendido muy gratamente lo buena que es la gente en todas partes». Después de atravesar 23 países en dos continentes ha notado que «al final, todos queremos lo mismo: estar sanos, que nuestra familia esté bien y reír». «La gente de todos los países muestra una gran calidez humana y me he dado cuenta de que todos somos muy parecidos en ese aspecto», reflexiona. A Fabio le habría encantado saber qué se sentiría «haciendo este mismo viaje por España siendo extranjero y visitar las diferentes regiones. Estar en Cataluña, estar en Galicia, estar en Andalucía...», aunque cree que pasaría lo mismo que él está viviendo. «Llegarías a un sitio y cuando vieran tu matrícula de fuera todo el mundo te preguntaría si estás bien y si necesitas ayuda». Un recuerdo imborrable será también para él los paisajes que vio en Siberia o en Mongolia. «Unas montañas, unos lagos, una nieve, me lo guardaré toda la vida», concluye.

Ahora ya ha llegado a su destino final: Japón. Pero queda la duda que más se hacen sus seguidores: ¿qué pasará con el Fiat Marea al llegar al país nipón? Fabio Belnome no quiere desvelar nada todavía, solo nos da dos pistas: el coche no se quedará allí pero tampoco volverá a Barcelona. Hagan sus apuestas mientras no se desvela el misterio.