Isra Bravo, el «copywriter» más cotizado de España: «Vender se parece a ligar, no puedes mostrar necesidad»
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«La empresa gallega se vende mejor fuera que dentro», dice este emprendedor disléxico, experto en escritura persuasiva, que pasó de no poder pagar las facturas a facturar cien mil euros al mes
23 sep 2022 . Actualizado a las 17:54 h.Era el niño que apenas se enteraba en clase, que debía esforzarse más que el resto para entender, y es hoy el «copywriter» (escritor publicitario o persuasivo) más cotizado de habla hispana. Fundador de motivante.com, él no ha tenido que tirar de redes sociales («Ni las piso», asegura) para tejer una red y convertirse en superventas con Escribo porque me gusta ganar dinero (Alienta, Planeta). Es Isra Bravo, el emprendedor que durante un tiempo pensó que lo suyo no era escribir por ser disléxico. Te ayuda a que te vean, a gustar, a venderte. Quítale la mala fama: a venderte para lograr los objetivos que te propongas en los ámbitos laboral y personal. Triunfar con un producto, pedir un aumento de sueldo, solicitar una beca o vender por Wallapop el triciclo de tu hijo también son retos que abarca el trabajo de este maestro del arte de la narración que no ha escrito una novela.
1. Eres uno de los «copywriters» más cotizados. ¿En qué consiste este trabajo, que a algunos no nos suena?
El copywriting es la capacidad de expresar los beneficios que tiene un servicio, un producto, una marca. Es una manera de destacar, de vender. El copywriting, una profesión hoy de alta demanda, no es solo para empresas, sirve para cualquier faceta de la vida, ¡hasta para vender el triciclo de tu hija!
2. Venderse tiene mala prensa, pero todos queremos vendernos, queremos ser vistos y valorados...
Todos queremos vendernos, ¡desde que nacemos! Buscamos la atención de mamá; de adolescentes queremos vendernos mejor que el de al lado para ligar... Estamos en modo de venta constante.
3. ¿El éxito es hoy del que sabe venderse?
Sí. Es más importante saber venderse que lo que vendes. Si lo que vendes es malo, el mercado te penalizará, pero lo primero es venderse. He trabajado con profesionales muy buenos que, al no saber comunicar su valor añadido, quedan en una posición de mediocridad en el mercado, en el que la saturación es grande.
4 . ¿Cómo hacemos para destacar?
Lo primero, usa un lenguaje que te diferencie. Lo segundo, no muestres necesidad. Negocia con mentalidad de cliente perdido: se trata de acercarte a alguien con una actitud de que no va a salir, no con actitud pesimita, sino de que te da igual. Es como ligar; ligar y vender se parecen mucho. Cuando ves a una persona desesperada, que te manda 500 mensajes de WhatsApp, sientes rechazo. Controla esa ansiedad. Eso te va a hacer más atractivo.
5. Analiza qué hace tu competencia y haz lo contrario, nos sorprendes.
¡Funciona muy bien! Con solo variar el lenguaje, te sitúas en un plano que te da autoridad. Pero hay que encontrar el equilibrio entre ser diferente y ser entendible, porque a veces buscando la diferencia somos un poco marcianos.
6. Regla de oro de Isra Bravo: adaptarnos a nuestro interlocutor. ¿Cómo?
Yo digo que tienes que ser todo lo egoísta que puedas: deja hablar a los demás. Porque nos encanta que nos escuchen, escuchar es la manera de sacar información. Si me preguntan: «¿Cómo investigo a un cliente?», digo: «Siéntate dos horas con él y dile que te cuente cómo montó el negocio». No necesitas más.
7. Evalúa a la empresa gallega.
Por lo que veo, la empresa gallega se vende mejor fuera que dentro.
8. ¿Cómo llega un disléxico a convertirse en un escritor de éxito?
Un disléxico va a ser más perseverante, porque se tiene que esforzar más que los demás, no le queda otra. En el colegio me costaba entender, y lo gracioso ahora es no solo que vivo de escribir, es que enseño a miles de personas a hacerlo. El talento, como dice Stephen King, es común como la sal de mesa. Lo que distingue a las personas que acaban destacando es la perseverancia.
9. Pasaste de descargar camiones a facturar 100.000 euros al mes. ¿Cómo fue ese giro total?
Escribí un presupuesto para una empresa de mudanzas y funcionó. Fui a otra de reformas y también, y después con un despacho de abogados. Les conté la historia de cómo el padre que tenía el despacho de abogados se había enamorado de la hija del sastre, cómo se enamoraron y tuvieron un hijo , ¡que fue luego el que me contó la historia! Contamos ese storytelling para darle humanidad a ese despacho. A partir de ahí, viendo que funcionaba, dije: ‘Voy a tomarme esto en serio'. Estaba a puntito del desahucio y me arriesgué. Con el boca a boca, me abrí camino. No pisé el instituto, y no lo digo orgulloso, eh, pero me gusta dar el mensaje de «aunque no hayas podido ir a la universidad, puedes lograr cosas. Lo que importa son tus habilidades». A mí nadie me ha pedido el título.
10. ¿Perfil de tus clientes?
Tengo un poco de todo, y bastante gente joven. Los millennials tienen una fama inmerecida, como de que no hacen caso a nada... Y sí. Solo es que son más selectivos, es más difícil captar su atención.
11. ¿Un ejemplo de empresa que se venda bien?
-La Neoyorkina S.L., son asturianos y venden granola. Me pareció alucinante cómo tienen montada la web. No les conozco de nada, y no pretendo hacerles ningún tipo de publicidad. Pero creo que tienen una comunicación fresca, simpática.
12. ¿Un principio fundamental?
-No mentir, porque a la larga te va a perjudicar, resta prestigio. Se trata de contar la verdad, pero de que esa verdad no sea marciana, que sea lo más atractiva posible.