El próximo 13 de junio se cumplen 40 años del partido inaugural en el Camp Nou del que fue el acontecimiento del momento
04 jun 2022 . Actualizado a las 15:16 h.Principios de los ochenta. Se te ocurría montar un bar, café o mesón y qué mejor que bautizarlo con el nombre de Mundial 82. Era el acontecimiento del momento. No se hablaba de otra cosa. El próximo 13 de junio se cumplen 40 años del partido inaugural en el Camp Nou. Aquel día de San Antonio, Bélgica le ganó a la Argentina de Maradona, que acababa de fichar por el Barça. Después llegó el desastre de la selección española. El fiasco inicial de Italia, que jugó sus tres partidos en Balaídos, no ganó ninguno, y acabó levantando la copa. Y aquellas semifinales legendarias de Paolo Rossi. Si lo recuerdan, ahora no coleccionan llaveros del Naranjito, sino cartas de la Xunta para cribados colorrectales. Precisamente, cerca del estadio del Celta, existió durante muchos años el bar Mundial 82, pero ya cerró. Por Galicia adelante hubo decenas de locales de hostelería con ese nombre. Cuatro décadas después, cuesta encontrar un par de ellos.
LOS ÚNICOS SUPERVIVIENTES
La ciudad de A Coruña también fue sede del único mundial celebrado en España. En Riazor se disputaron tres de los seis partidos gallegos de la primera fase, los que enfrentaron a Polonia, Camerún y Perú. Los tres de Italia, cabeza de serie de este grupo, fueron en Vigo, como antes les decía. Pues en dos barrios coruñeses todavía perviven dos bares con el nombre del Mundial 82, aunque no por mucho tiempo. «En un año, más o menos, nos jubilamos. Nosotros nos hicimos cargo en 1983 y no le cambiamos el nombre que le habían puesto los anteriores propietarios», recuerdan desde el Mundial 82 de la plaza de las Atochas José María Rial e Isaura Freire, que llevan casi 40 años detrás de la barra. Un local en el que, excepto por el nombre, no hay más referencias a aquella cita histórica. El que tiene el futuro más asegurado es el bar Mundial 82 de la calle Alberto Datas Panero del barrio coruñés de la Sagrada Familia. Su propietario, Juan Rodríguez, tiene 47 años y hace unos días organizó una gran fiesta para celebrar el 40 aniversario del negocio que fundaron sus padres.
DESGRACIAS QUE CAMBIAN LA HISTORIA
Acudí a la celebración. Había mucha gente porque el dueño es generoso y las tapas también. Los sábados regala hasta 40 kilos de churrasco con las consumiciones. El bar está decorado con cantidad de recuerdos del Mundial 82. Es como la segunda casa de Naranjito. Juan me enseña un álbum con el logotipo del campeonato que le regaló un cliente. Otros objetos los fue comprando. Sus padres trabajaban en Suiza y decidieron montarle este negocio a un sobrino. Faltaban 15 días para que empezase a rodar el balón. José María Rodríguez Quindimil, ya fallecido, y su mujer, Dolores Cabanas, tenían todo organizado, pero ocurrió una desgracia. «Mi primo, que era cocinero, tuvo un accidente aquí al lado, cerca de la estación de tren, y falleció. Estaba a punto de abrir. Son cosas de la vida. Desgracias que cambian la historia porque mis padres decidieron regresar de Suiza y hacerse cargo del bar, que ya estaba montado. Era mayo del 82», recuerda Juan, que tomó el relevo en el 2002. Ese año fue el del Mundial de Corea, aquel en el que nos anularon un gol que hoy el VAR hubiese concedido. Hay VAR, pero casi ningún bar Mundial 82.