Luis Zahera: «Eu son fanático da Illa, é o meu sitio de relax»

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MARTINA MISER

Mientras muchos temen alejarse de Galicia para irse de vacaciones, otros ni se lo plantean. Los actores Luis Zahera, Marta Larralde y María Vázquez ya preferían quedarse incluso antes del covid. ¿Dónde mejor?

01 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El fervor de Luis Zahera por A Illa de Arousa es tal que, aunque pase más tiempo en la península que allí, invierte el orden lógico y la convierte en su hogar: «Eu vivo aquí e paso o inverno en Madrid», matiza el actor, que ha nacido en Santiago pero tiene casa en la isla desde antes del puente. «Son compostelano, pero se comparamos o clima...», añade Zahera, que sigue disfrutando como un niño de la playa: «Crecín na de Milhomes, unha caliña minúscula. Ao mellor coa marea chea, que ten, quince metros? Ía alí porque era para nós, para os sete da nosa familia. No ano 79 non baixaba nin maría santísima a esa praia, pero agora xa hai máis accesibilidade e non vou. Como moito baixo a darme un chapuzón cando non hai ninguén, porque cando ten xente dáme unha especie de esquizofrenia terrorífica que teño».

Precisamente para huir de esa esquizofrenia pasa cada vez más tiempo en la zona de O Carreirón, donde hace deporte a su aire. Pero en cualquier caso, no se le ocurre un Caribe mejor que el gallego para pasar el verano: «Para min isto é paradisíaco, un sitio marabilloso. A auga está máis quente no Caribe, claro, pero se non fose pola temperatura....». Pero el intérprete no se lo piensa, y sus años de experiencia de cala en cala le han curtido para meterse en el agua a la primera. «Agora xa me meto do tirón», dice.

Gracias al trabajo, que no le ha abandonado ni en tiempos de pandemia, ha podido disfrutar de cierta movilidad durante el estado de alarma. Por supuesto, también eligió A Illa para pasar el confinamiento. «Vivino entre Ourense e A Illa, porque tiña o salvoconduto de Land Rober que me daba esa vantaxe de poder moverme. Iso si, tanto na Illa como en Ourense vin un respecto absoluto. Somos moi guiadiños os galegos destas dúas localidades», señala Zahera, que es capaz de ver el lado bueno de la emergencia sanitaria en lo que respecta a su paraíso particular. «Antes desta santa pandemia, un nativo de aquí collía un pouco de medo por momentos. Estes últimos veráns había días que dicías: miña nai querida!», apunta. Se refiere a esos fines de semana de mayor afluencia de visitantes que preocupaban a los residentes. «A xente de aquí está moi preocupada pola transición turística, que terá que ser ecolóxica. Moitas veces botan de menos cando non había ponte nin tanta xente, e temen a masificación turística. Gústame isto de Arousa, porque non sei nas Cíes, pero en Compostela a cousa estaba sendo impracticable. A Illa a día de hoxe é practicable, pero non queren que deixe de selo», asegura el actor, que confiesa que ese es precisamente uno de los encantos de la isla.

Sin duda, es el mejor embajador con el que puede contar el concello. Lo vende como nadie: «Para min, todo aquí son vantaxes. Non foi colonizado polos de fóra. Ademais, sempre se mirou polo mar e non polo ladrillo. Logo, ten moi bo clima. Oitenta praias. E a relación calidade-prezo é incuestionable. Se hai que buscarlle algún pero, quizais é que non hai cine, nin grandes discotecas. Pero é que para min esas son tamén vantaxes, porque é un sitio de absoluto relax. E despois, temos a xente. Aquí hai unha xente moi unida e marabillosa. Eu son fanático da Illa», sentencia.

Pero para Zahera, su Caribe gallego tiene otro punto positivo más. «Como levo toda a vida aquí, trátanme con absoluta normalidade. Aquí son Luis, sen máis. Xa tiven o meu momento de gloria con Mareas Vivas», apunta el ganador del Goya al mejor actor de reparto el año pasado, en la última ceremonia de los premios.

«FEIJOO É MEU IRMÁN MAIOR»

Y como en A Illa el intérprete se encuentra en familia, no se olvida de hablar de su hermano mayor. Así se refiere al recién electo presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo: «Feliciteino por WhatsApp e todas estas cousas. É o meu irmán maior. Polo parecido físico, pero tamén o digo pola idea de unir pontes. Esa foi a idea coa que fixemos o vídeo». El actor se refiere al clip que grabaron ambos a modo de christmas navideño hace un año, en el que ciertamente parecen casi gemelos. «Eu como cidadán estou un pouco sorprendido por todos estes odios entre xente dun partido e doutro. Moita xente sabe que eu son votante do BNG de toda a vida de dios, pero podemos levarnos ben, e iso era o que eu perseguía co vídeo», revela Zahera, que confiesa que se entendió con el político. «Caeume moi ben Alberto. Nas distancias curtas é moi pavero, un tipo caralludo. Politicamente non é o meu, pero con el moi ben», dice antes de darse un chapuzón de película en su Illa.

Marta Larralde: «Conozco las playas de Cangas como la palma de mi mano»

Ya había dicho más de una vez que viene a Cangas desde que estaba en la barriga de su madre. Pero ahora Marta Larralde perpetúa la saga y también trae a su peixiño, como ella le llama. Solo se salta su verano en Galicia por exigencias del guion. «Estas son playas paradisíacas, salvajes, sin construcciones alrededor. El paseo de Samil es precioso también, pero a mí me gusta más el paisaje salvaje tipo Barra, meterte entre pinares y caminar diez minutos para llegar. Esas son las playas que a mí me gustan», explica la actriz, que dice que se conoce las de Cangas «como la palma» de su «mano». El agua, comenta, es gélida, pero lo compensa el marisco. «Algo bueno tenía que tener», añade con humor Marta, que es muy deportista, pero el frío del mar apenas le deja nadar: «Cuando quiero hacerlo o chapotear, me voy a la ría de Aldán. Le gusta mucho al peque, que con 3 años ya se mueve por las rocas como un cangrejo. Qué remedio le queda...».

Natural de Vigo, es en Cangas donde desconecta. «Llevo todo julio y no me voy hasta septiembre. Esto es nuestro chabolo, algo cuco para pasar el verano. Es algo pequeño, para que no diese mucho trabajiño. Yo querría vivir aquí todo el año, pero mi madre me dice que estoy loca, porque no hay ni calefacción», asegura la actriz, que ha sufrido en sus carnes la cancelación de algún que otro proyecto durante su aislamiento en Madrid por el coronavirus. «A mi marido también le pasó, pero hay gente mucho peor que nosotros», se apresura a matizar. Consciente de lo importante que es la responsabilidad individual, pide encarecidamente a la gente conciencia, y que cumpla con el uso de mascarilla, incluso en la playa. «Yo le doy el codo a todo el mundo, y si a alguien le parece mal pues es lo que hay, estamos en una pandemia», asegura la intérprete, que sin embargo llegó un momento en el que no pudo poner más barreras con sus padres. «En el reencuentro no hubo besos ni abrazos, por prevención. Pero después me quedaba como: ‘¿Os abrazo?, ¿no os abrazo?'. Y no nos pudimos resistir», reconoce.

Marta no puede ocultar que le encanta presumir de Cangas: «Tengo unos amigos que se acaban de ir hoy y alucinaron con esto», señala mientras entrena duro de cara a un estreno pendiente en Madrid. Allí tiene su casa. Pero Galicia, dice, es su refugio.

Alberto López

María Vázquez: «Soy de playa y de río, pero me quedo con la Ribeira Sacra»

En un verano atípico en el que irse lejos impone, María Vázquez vuelve a apostar por Galicia. Y vuelve a hacerlo porque ya lo apostó todo hace cinco años, cuando decidió abandonar Madrid para asentarse aquí definitivamente. «Hoy en día un actor no necesita vivir en la capital, las distancias son diferentes», dice satisfecha de haber tomado esa decisión: «Es que en Madrid la calidad de vida... Uno tiene que vivir donde esté a gusto y respire. De hecho, durante el confinamiento me han llamado diciéndome 'qué suerte que estés ahí'. Y yo soy feliz con mi huerta, mis lechugas y mis tomates. Me pedían que no les mandara fotos, ‘ja, ja!». Su estilo de vida, asegura, será tendencia: «Acabaremos volviendo todos a la aldea, es otra manera de vivir más natural».

Entre lo que le gusta esto y la incerteza de un verano en el que acechan los rebrotes, ella está convencida de que lo mejor es pasar estos meses cerca. «Nací en Vigo, pero mi familia es de Carballedo, de la zona de la Ribeira Sacra. Y yo la verdad es que soy de playa y de río, pero me quedo con la Ribeira Sacra de Lugo», indica la actriz, que incluso está preparando junto a su pareja su actuación en el Sacra Festival, prevista para el próximo sábado. María también reconoce que la playa le tira.

Muchas veces ha comentado que es fan de las islas Cíes, pero también del territorio de Zahera. «Me gusta mucho A Illa de Arousa, pero creo que puede haber más gente por esa zona y este año no voy a ir», asegura María, que se rinde a las bodegas —«se están reinventando», añade— y al ambiente de su Ribeira Sacra lucense, donde también ha encontrado un nuevo centro artístico-turístico, Sacra Experience, donde muchas veces disfruta de las vistas en su terraza mientras escucha música en directo, otro de sus planes preferidos.

«Este año hay que estar cerquita para evitar movernos demasiado y tener controlados los grupos con los que nos relacionamos», insiste la actriz, que confiesa otro lugar nada interior que le ha robado el corazón: «Me enamoré de la Costa da Morte cuando rodamos Néboa. Es alucinante».