Los loteros apuestan: el gordo caerá en el 9

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ANA GARCIA

Ellos nos desvelan con qué terminación desearían repartir suerte en sus administraciones. Fechas de nacimiento, aniversarios y el tradicional 7 encabezan el ránking de peticiones. Pero este año ellos se lo juegan todo al 9

15 dic 2019 . Actualizado a las 23:36 h.

A pesar de que nadie le ha pedido aún un décimo terminado en 59, Irene tiene el pálpito de que ahí puede estar el gordo de este año. A los precedentes se remite, porque no sería la primera vez que esa cifra reparte suerte entre los clientes de la administración número 1 de Vimianzo. Y eso que la lotera asegura que hace poco descubrió que era una de esas terminaciones denominadas malditas.

«El otro día vi un reportaje en el que hablaban de esos números malditos, y hubo dos que me quedaron grabados. Uno era el 39, por el año que empezó el hambre tras la guerra civil y el comienzo de la segunda guerra mundial; y el otro era precisamente el 59, por el hecho de que decían que nunca había salido el gordo con esa terminación el día de Navidad», relata Irene, que sin embargo tiene todas sus esperanzas depositadas en esos dos números. A los precedentes se remite. «Nosotros en esta administración repartimos un primer premio y un segundo premio del sorteo del sábado con el 68659, es decir, con esa terminación. Así que no estaría nada mal repartir el premio de esta Navidad con el 59 y darle suerte a nuestros clientes», indica.

Sus presagios no coinciden con los números que mayoritariamente le demandan. «Aquí lo que más se pide, sin ninguna duda, son décimos terminados en 5 y en 7. También los terminados en 15, en 17 y ahora en 19», relata Irene, que explica este último porque representa al año que termina, «y todos los papás que tuvieron niños en este 2019 quieren un décimo con su fecha de nacimiento». Otro de los grandes best sellers en esto de las peticiones, es la de la terminación en 13. «Nos lo piden pero no lo tenemos porque no nos lo mandan. El 13 está reservado para administraciones que lo tienen desde hace muchos años, y es a esas a las que se lo envían», apunta la propietaria, que añade que tampoco lo hay ya en la máquina: «Muchos números ya no los hay, ahora empiezan a quedar los restos». Aunque los más previsores ya han hecho los deberes, Irene sabe que lo más gordo, y nunca mejor dicho, está por llegar a partir de ahora. Además de las fechas de nacimiento, las de los aniversarios de boda conforman los números más cotizados entre su clientela, que ahora empieza a pedir también otro número, el 8. «Nadie pedía el 8, pero ahora como salió dos años seguidos, se está poniendo de moda pedirlo por si acaso», señala.

CON MUCHOS CEROS

Entre los números curiosos por los que le preguntan y ya ha despachado, se encuentra el 49000. «Es un número que no sé por qué a la gente le gusta. Supongo que es porque tiene muchos ceros repetidos, que es algo que suelen pedir, y es una cifra redonda. Para cifras redondas, la del próximo año 2020. Pero de momento no triunfa entre los encargos: «Nadie ha venido aún pidiendo nada relacionado con el próximo año», indica la lotera, que recibe mucho encargo periódico de gente que nunca se ha dejado caer personalmente por allí. «Tengo peticiones de clientes que no son de aquí y que no conozco, pero que anualmente piden el mismo número o incluso encargan durante todo el año ese mismo décimo. Algunos de ellos lo que buscan es, precisamente, una fecha de nacimiento determinada que saben que tenemos aquí y por eso llaman a tiro fijo desde fuera», añade la lotera. Ella tiene la sensación de que todavía queda mucho despistado que no ha comprado su lotería: «Todavía hay mucha gente que no está concienciada, van viniendo poquito a poco a comprar, pero nos queda por recibir la auténtica avalancha, que empezará en los próximos días». Espera también, como ocurre cada año, que los clientes cambien su forma de elegir de cara al sorteo del Niño: «En NavidadeS el cliente te viene diciendo: 'Yo quiero este, este y este'. En Reyes ya es: 'Dame un décimo cualquiera'. Ya les da igual y no tienen tantas preferencias».

Irene se atreve a contarnos su pálpito, a pesar de que este año no cuenta con la ayuda de Floki, el gato que hizo conocida esta administración por ayudar a sus clientes a elegir el décimo. Era frecuente que la mascota señalase el décimo con la pata, e incluso mucha gente pedía que se lo pasasen por el lomo para que les diese suerte. «Ya no lo tenemos, se nos volvió fino y se nos fue a la capital con su dueña», ironiza la propietaria de la administración, que bromea al desvelar cuál es su propio encargo: «Yo ya tengo presentada mi solicitud para dar el gordo con mis números». Habrá que apuntarse ese 59.

OSCAR CELA

«Regalar 520 millones de euros fue una alegría»

Mari Carmen Fernández, la empleada de la administración de Vilalba que repartió el gordo el año pasado, asegura que este año el 9 encabeza las ventas

Para Mari Carmen Fernández, empleada de la única administración de Vilalba, no hay número feo. «Todos entran en el bombo, así que yo no me fijo en uno determinado, cojo el primero que veo». Esa experiencia, sin embargo, no le ha traído una suerte millonaria, porque a ella no le tocó el gordo cuando lo repartió en el año 2017, pero sí reconoce que fue un momento de inmensa alegría: «Es el sueño de todos los loteros, y cuando supimos que había tocado el 71198 fue una felicidad, sientes una emoción grandísima». Ella confirma que, aunque el 8 les trajo fortuna en esa ocasión, este año se ha acabado primero la terminación en 9, por aquello de que es la cifra del 2019: «Siempre se terminan antes los números impares, el 5, el 7 y el 9, y este 2019 se lleva la palma con esa terminación 19, confiesa Mari Carmen, que recuerda con cariño el premio que dieron en el año 99 y que también acababa en esa cifra: «Fue el 69359 lo vendimos entero, fue la lotería de un sábado».

UN PUEBLO AFORTUNADO

La fortuna, dice ella, tiene fijación por alguna gente, porque en Vilalba conoce a varias personas a las que no les ha tocado solo una vez. «En este pueblo ya tocó en el año 76 -explica- y entonces ya hubo quien cogió un buen pellizco, pero también quien repitió con el gordo del 2017. Hay gente muy afortunada en el juego, a quien le ha caído dinero una y otra vez. Claro que lo de hace dos años fue muy especial, porque nosotros repartimos una cantidad enorme, fueron 520 millones de euros, las 130 series del gordo. Recuerdo que fue salir y ya me llamaron de Madrid, la prensa, fue una locura», dice Mari Carmen. En su poder tiene aún varios números que pueden traer la suerte y que muestra encantada en la imagen, sin embargo no es capaz de apostar por uno en concreto: «Es que todos son bonitos, todos pueden tocar, aunque es cierto que los números intermedios, los que no son muy altos ni muy bajos, son los que se despachan antes». Ella conoce a jugadores siempre abonados a un número especial, o a una fecha señalada, a un año en particular, a un dato significativo. Por eso el 8, la terminación del gordo que les ha traído suerte, tiene para Mari Carmen un encanto distinto («¡Y eso que era un número alto!»). ¿Apuestan cuál va a caer este año?

ANGEL MANSO

«El 13 se vende entero de un año para otro»

Para Iván González, de la administración coruñesa de San Nicolás, encabezan el ránking de ventas el 13, el 15, el 69 y el 7

La fortuna se ha dejado caer más de una vez por la administración de lotería San Nicolás, de A Coruña, que sueña con repartir el gordo de Navidad. Hay números bonitos y números feos, se moja Iván González, que lleva 15 años (la niña bonita) al frente de un negocio que cuenta en su palmarés de la suerte el haber dado una primitiva de un millón de euros.

El 86 y el 68 son dos de las terminaciones que más gracia tienen, y más agraciadas resultan, en San Nicolás. «Este año los que más vendemos son los que terminan en 13, el 15, el 69, y la terminación en 7 la tenemos casi agotada», cuenta.

El lotero coruñés da la cara por el año que ya tiene los días contados. «Yo apostaría por la terminación en 19», desliza quien juega siempre un número fijo, «el de la casa, agotado desde septiembre».

No será especialmente guapo, pero el 13 tiene su atractivo. Y es una tentación irresistible para los que desafían los tópicos, no evitar abrir el paraguas bajo techo y no le ven la matemática al destino. «El 13 está guardado entero de un año para otro. ¡Ya no sale por ventanilla!», dice Iván, que cuenta que su administración tienen unos mil abonados de números «que lleva siempre la gente».

Ellos venden el de la Policía Local y el de varias empresas grandes. «Hay quien viene a por el número de Campsa [CLH], que también agotamos... Como tocó en Repsol, todo el mundo quiere el número de Campsa. Lo típico es que venga uno, pida el número en alto y todos los que están a la cola pidan el mismo número», resuelve. La vida misma...

«HAY NÚMEROS FEOS»

«Hay números feos, pero al final se venden todos. Y siempre hay quien viene a pedirte el número feo, que suelen ser los números bajitos, con ceros», dice Iván.

Siempre estará el cliente de última hora, que ve la suerte en cualquier número, y aquel que dice «Dame el que quieras». «Sí, sí, pero si le das el número feo, no te lo quiere, jajaja», bromea Iván.

¿A por el 19... o a por el 13? «El 13 lo piden todos los días. Desde julio, no hay un día que no nos lo pidan», asegura.

Desde febrero, los sueños de los loteros juegan a la lotería de Navidad.