La diseñadora Felicetta Gualtieri abre la primera escuela de moda reciclada de Vigo

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

Xoán Carlos Gil

El taller Supralab enseñará a aprovechar y reciclar prendas de ropa

15 oct 2025 . Actualizado a las 17:56 h.

La diseñadora textil Felicetta Gualtieri ha convertido un refrán en su filosofía: siempre hay un roto para un descosido. En su caso, ese remiendo que se ajusta a lo que falta con un toque reparador es la esencia de su trabajo. Es la labor en la que es experta y que enseña a su alumnado en Supralab (Rosalía de Castro, 19, entresuelo).

Su nuevo taller especializado en el aprovechamiento textil es una propuesta educativa única en Vigo. El arranque fue en el coworking Espacio Simia, pero el nuevo local en un amplio local le ha permitido desarrollar un proyecto mucho más amplio.

En sus inicios, Felicetta trabajó también en proyectos de moda convencional, pero hace diez años descubrió el upciclyng y ese es desde entonces su enfoque. «Me dedico al reciclaje y enseño en mis talleres reciclaje textil en lo que llamo laboratorio de investigación, porque no todos los materiales se reciclan de la misma manera, hay que ver cómo se comportan en unión con otros y si son viables o no para lo queremos hacer, además de aprender a reparar. Yo no veo un pantalón de segunda mano, sino una tela vaquera que me sirve para hacer otra cosa», explica.

La venezolana de 36 años afincada en Vigo desde hace más de un lustro se formó en su país y completó estudios de serigrafía en la Escola Municipal de Artes e Oficios, explora el diseño desde la sostenibilidad y la economía circular, pero sin radicalismos. «También entran piezas nuevas que te puedes comprar por metros en tiendas especializadas en telas o botones que seguramente no volveré a encontrar la próxima vez que vaya. Al final Supralab es una escuela de moda en general, pero el enfoque principal es el reciclado del tejido siempre que se pueda», aclara.

Entre su alumnado hay un amplio perfil de estudiantes, desde quienes parten de cero, los que tienen una base o los que llegan con un poco más de conocimientos, desde quien no sabe coser ni un botón (y ella le enseña), a trabajar con un alumno drag queen con una exigencia muy alta para la creación de su vestuario. Para todos hay tarea, ya que Gualtieri combina la experimentación artística con la actualización constante. «En breve haremos un taller de impresión de moda, porque también forma parte de eso, y cuando vas a generar un producto o tienes una idea, hay que saber cómo visualizarlo y cómo queda el material», señala.

Además, su local funciona cuando toca como showroom, alberga jornadas de puertas abiertas y también es un espacio para que otras personas organicen allí sus eventos vinculados a su sector. El último fue un taller de tafting o creación de alfombras personalizadas. «La intención es que la escuela reivindique la reutilización desde muchos ángulos y de cara al año que viene, me gustaría sacar una propuesta, un curso de tres meses, donde enseño a hacer el proceso desde cero», avanza.

Felicetta explora el diseño desde la sostenibilidad como creadora de moda reciclada, pero está segura de aulas como la suya son el futuro: «Con la agenda de la sostenibilidad que llevamos, cada día hay más gente joven interesadas en aprender a reparar y recrear, y reparar no solo es reconvertir una prenda y colocarle un parche, hay técnicas y maneras de recuperar la cultura de nuestras abuelas y nuestras madres. Además, hacerte tu propia ropa mola muchísimo», advierte.