Solo Santos y Koné se salvan del naufragio individual y colectivo del Dépor ante un eficiente Huesca

Xurxo Fernández
Redactor

No hay técnico más crítico que Anquela con los plazos del mercado estival. Le molesta al míster que las plantillas sigan abiertas una vez que arranca la competición. Sin embargo, en este problema tiene el Dépor su gran baza para remendar la pésima imagen ofrecida en el Alcoraz. A Huesca llegó un conjunto agrietado, incapaz de coordinarse para defender o atacar, y disminuido hombre a hombre frente al rival.

Entre las múltiples desconexiones, la mayor quedó establecida entre el frente de ataque y la medular. Las consecuencias fueron fatales. Mientras el cuarteto ofensivo se vaciaba inútilmente persiguiendo la pelota en desventaja, los centrocampistas y laterales se veían desasistidos ante los avances más o menos organizados del conjunto local. No precisó el equipo de Míchel de una lección de fútbol combinativo; le bastó con no complicarse la vida, rentabilizando los múltiples errores de su adversario para dar forma a una goleada con moraleja. Mientras el Huesca iba a la guerra en bloque, la fórmula de Anquela, o su ejecución, desmembró al equipo, deparando hasta catorce batallas en las que solo Koné y Santos tuvieron alguna oportunidad. Los otros doce participantes dedicaron la tarde a señalar lugares a reforzar.

El marfileño se multiplicó en soledad para pelear por los balones llovidos, bajarlos a tierra, iniciar jugada y rematarla después. Semejante esfuerzo redujo al mínimo su acierto en la finalización y borró al punta del choque en el tramo final. Para entonces ya llevaba tiempo jugando su socio venezolano, que aprovechó la ocasión para anotar su segundo gol en dos encuentros y reivindicar más minutos de actividad. Su maniobra no fue tan plástica como la que sentenció al Oviedo, pero le permitió exhibir su juego de espaldas y su definición ya de frente a la portería rival.

Incapaces de sacar el balón

Resumido todo lo que fue bien, a partir del marco propio puede arrancar un repaso de lo mucho que fue mal. Dani Giménez cerró el encuentro con intervenciones al uso, propias de un meta de categoría, pero antes encajó tres y sufrió en una tarea en la que destaca: la salida de balón. Acogotado en campo propio, el Dépor no encontró vías para salvar la presión oscense, que abucharó al conjunto coruñés. Nadie le ofreció a Dani opciones por delante, con la zaga empeñada en sacarse de encima el balón. Un maltrato del cuero al que se apuntó por sorpresa el cerebro del elenco blanquiazul. Gaku regaló el 1-0 en un despeje que tropezó en la espalda de Luis Ruiz, el más desafortunado dentro del terrible desacierto global.

El carrilero izquierdo, de estreno, sufrió terriblemente en El Alcoraz y en su banda fabricaron los de Míchel sus más claras ocasiones de gol. Por allí percutió Raba, que clavó el 2-0 para despedir un primer tiempo infame y dar comienzo a un segundo tramo aún peor.

En él volvió a marcar el Huesca, retratando el desaguisado. Robó un central, Pulido, y alcanzó después el área para enviar a gol el centro de Mikel Rico, que también se apuntó a la lista de interesados en abusar del abandonado carrilero zurdo visitante. No hubo piedad con el lateral ni con ninguno de los hombres que envió Anquela al campo, entre los que, exhausto Koné, solo resistió Santos para descontar.

Ficha técnica:

3 - Huesca: Álvaro; Pedro López, Hermoso, Pulido, Luisinho; Mosquera, Rico, Eugeni (Juan Carlos, m.68); Raba (Sergio Gómez, m.87), Ferreiro y Escriche (Cristo, m.61).

1 - Deportivo: Dani Giménez; Eneko Bóveda, Lampropoulos, Somma (Vicente Gómez, m.66), Luis Ruiz; Shibasaki, Bergantiños; Aketxe, Borja Valle (Christian Santos, m.55), Pedro Sánchez (Longo, m.53); y Koné.

Goles: 1-0, m.25: Eugeni; 2-0, m.49+: Raba; 3-0, m.53: Pulido; 3-1, m.72: Christian Santos

Árbitro: Díaz de Mera (Comité Castellano-Manchego). Mostró tarjetas amarillas al local Luisinho y a los visitantes Pedro Sánchez y Longo.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la Liga SmartBank disputado en el estadio El Alcoraz ante unos 5.800 espectadores.