Un Dépor sin alma, que recordó al pasado

TORRE DE MARATHÓN

LOF

01 sep 2019 . Actualizado a las 20:46 h.

Decía Álex Bergantiños antes de comenzar la temporada que los malos resultados que había obtenido el Dépor la pasada temporada fuera de casa habían sido fruto de que el equipo pecó «de no ser intenso, de no ir a bloque y de no competir en ese otro tipo de partidos que se dan en Segunda» .

Después de una primera jornada en la que los gallegos ganaron gracias a un increíble e inesperado gol de Christian Santos, el conjunto de Anquela llegaba a Huesca dispuesto a mostrarse como un bloque compacto, sufridor y favorito al ascenso.

Pero la imagen de los blanquiazules, lejos de resultar esperanzadora, hizo recordar viejos capítulos. Y no tan viejos, como el de Son Moix. El Dépor de ayer estuvo demasiado próximo al que fue humillado hace solo dos meses en el play-off de ascenso.

Un equipo antagónico a lo que suelen ser los que dirige el técnico jienense. Le faltó identidad. Intensidad. Ímpetu en la disputa de balones divididos. Frescura de ideas. Parecía un equipo pequeño en el campo de un coco.

Es el primer partido fuera de casa y, quizá, frente al máximo favorito al ascenso. Pero resulta peligroso que en una temporada en las que si algo había innegociable era la intensidad, el primer partido haya salido rana.

Vendrán refuerzos, los fichajes se pondrán en forma y el equipo acabará de asumir los conceptos tácticos de su entrenador. Pero si algo ha de preocupar en estos momentos a Anquela es la actitud. No llega con tirar de orgullo diez minutos. Se precisa alma.