Con Guilherme y Carles Gil como grandes luces, el rendimiento de los cedidos han sido una de las grandes decepciones de la temporada
04 may 2017 . Actualizado a las 19:06 h.Desde que el Deportivo regresó a Primera División hace tres años, uno de los muchos objetivos desde la planta noble del club era la de generar una base en la plantilla en forma de jugadores en propiedad, reduciendo así el número de jugadores cedidos. Un Dépor que durante varias temporadas a caballo entre Primera y Segunda llegó a contar con los dedos de una mano el número total de jugadores en la plantilla con contrato en vigor.
Progresivamente la tendencia fue variando y los jugadores en propiedad acabaron siendo la tónica en un Dépor que dejó las cesiones en un segundo plano, priorizando los contratos de larga duración. Sin embargo, las estrecheces económicas obligan al club herculino a seguir dependiendo de jugadores en préstamo para completar la plantilla. Esta temporada hasta siete futbolistas mantienen esta vinculación temporal con el club herculino; Roef, Kakuta, Ola John, Joselu, Guilherme, Carles Gil y Marlos Moreno.
Dirigidas a dar un salto de calidad a las plantillas, a ser una fórmula de poder adquirir temporalmente a un futbolista inalcanzable en otras circunstancias, las cesiones han terminado por tornarse una cruz en el Deportivo, donde la gran mayoría de apuestas de Richard Barral han estado lejos del rendimiento esperado por la secretaría técnica. Con Carles Gil y Guilherme como grandes luces, la intrascendencia ha marcado el recorrido de los demás implicados, algo que complica sobremanera su continuidad en A Coruña la próxima temporada. Analizamos caso a caso la temporada de los cedidos:
Guilherme
Era una de las grandes apuestas de la dirección deportiva y uno de los que más aportó al equipo. Su calidad técnica, despliegue y personalidad le llevó a ser la manija del Dépor durante varios tramos de la temporada. Sin embargo, las lesiones y la mala situación del equipo no ha permitido al brasileño mostrar lo mejor de sí en el tramo final de la temporada. En la Liga ha acumulado 27 partidos, con dos goles en su haber (los anotados el pasado domingo en Pamplona). El Dépor guarda una opción de compra de 4,5 millones de euros sobre el futbolista del Udinese pero negociará una rebaja de la cantidad para intentar hacerse con sus servicios.
Joselu
Llegó a última hora del mercado estival de fichajes tras la negativa de Álvaro Vázquez a firmar como ariete blanquiazul. A Joselu Mato se le presentaba la oportunidad, en plena madurez deportiva, de consolidar en España el olfato anotador que había dejado entrever en Alemania e Inglaterra, pero su importante lesión en el debut ante el Athletic y su carácter en el segundo tramo de la temporada enturbiaron los destellos de buen goleador que dejó sobre el césped. Sus salidas de tono como las críticas a Garitano en rueda de prensa, el desplante a Pepe Mel tras su cambio ante el Málaga, su polémica celebración mandando callar al público o sus actuaciones en redes sociales tras la dura derrota ante el Real Madrid han calado en una afición deportivista que incluso ha llegado a pitarle en los últimos encuentros. Pese a sus cinco goles en veinte partidos, todo apunta a que el ariete de Silleda no volverá a vestir la camiseta blanquiazul.
Kakuta
Llegaba como el fichaje de invierno más prometedor y, pese a dejar detalles de enorme calidad, no ha acabado de tener continuidad debido principalmente a sus constantes problemas musculares. Tras llegar fuera de forma, el galo necesitó varias semanas de pretemporada antes de entrar progresivamente en el equipo. Ha participado en diez partidos, actuando como extremo izquierdo, y sus actuaciones no han hecho más que ahondar en la nostalgia por Ryan Babel.
Ha participado en diez encuentros, ha anotado dos goles y ha dado una asistencia. Lo mejor fue su magnífica actuación en el Sánchez Pizjuán, donde anotó dos grandes goles, uno de ellos tras un excepcional lanzamiento de falta. Su falta de ritmo competitivo ha acabado lastrando la estancia del congoleño, y China le espera tras su cesión en el Dépor.
Carles Gil
El cedido más decisivo en el Deportivo. El mediapunta valenciano estaba llamado a ser importante en la plantilla y, pese a las dudas iniciales, ha acabado mostrando en Riazor parte de la gran calidad que atesora. Y todo ello pese a un inicio de temporada en el ostracismo. en el que apenas acumuló 100 minutos en las trece primeras jornadas de Liga. Formó parte de la mejor versión del Dépor esta temporada, la de los meses de diciembre y enero en los que él por la banda derecha y Babel por la izquierda formaron una gran sociedad que se quebró repentinamente con la marcha del holandés y una inoportuna lesión que cortó de raíz el buen momento del valenciano.
En la segunda vuelta fue un habitual en el once tanto para Garitano como para Pepe Mel pero, al igual que el resto del equipo, no acabó de encontrar una línea regular en su juego. En veinte intervenciones ha dado cuatro asistencias y el Deportivo estudiará este verano las opciones para mantener en la plantilla al jugador propiedad del Aston Villa. Gil ya manifestó su querencia por seguir en A Coruña una vez finalizada la temporada.
Ola John
Apenas 155 minutos desde su llegada en el mercado de invierno. El extremo Ola John, al igual que Kakuta, tampoco llegó a colmar las necesidades por las que el Deportivo cerró su cesión en enero.
El jugador, que llegó cedido procedente del Benfica y tras un discreto paso por el Wolverhampton, aterrizó fuera de forma pero con el paso de las semanas nunca fue capaz de hacerse un hueco en el once titular. Debutó en San Mamés en el mes de febrero y desde entonces solo participó en 8 partidos, siempre entrando desde el banquillo.
Se le han visto maniobras interesantes a cuentagontas, destellos de la verticalidad y desequilibrio que maravilló en el Twente holandés. La mediocridad del equipo podía haberle otorgado más minutos en el once, pero ni Garitano ni Pepe Mel han acabado de apostar por él.
Marlos Moreno
El colombiano llegaba como una de las grandes promesas del fútbol sudamericano, con el brillante currículum de aterrizar como flamante campeón de la Copa Libertadores con el Atlético Nacional de Medellín, pero su fútbol se quedó en el camino.
Llegó sin vacaciones, con apenas 19 años y procedente de un fútbol a años luz del europeo, todo eso pesó sobre un Marlos Moreno que fue devorado por la necesidad del rendimiento inmediato y las urgencias que han pesado sobre el Deportivo desde el inicio de temporada.
Con Garitano como gran valedor, el extremo cafetero gozó de muchas oportunidades en la primera vuelta, pero su fútbol alocado y anárquico no acabó de adaptarse a los entresijos tácticos europeos. A su fútbol le sobraron revoluciones y le faltó pausa, en 16 partidos no concretó goles ni asistencias y acabó acusando los pitos de la grada de Riazor. El Deportivo tiene la opción de ampliar la cesión del jugador del Manchester City por una temporada más.