EN TELE 5 estaba Carlos Latre con la segunda entrega de su esporádico Latrelevisión, mientras en La 2 nacía Cuadernos de paso. El marciano de Castellón habrá repetido sus casi cinco millones de la primera vez, mientras el espacio de Juan Manuel Blázquez habrá salido del paso con dignidad, porque la tiene. Pese a competir en la misma franja horaria, eran dos ofertas plurales y variadas, que habrían compartido audiencia de no darse la coincidencia horaria. El humor de Latre, con su fuerte en las imitaciones, no va de escatología barata por ser showman de ley. El tono de Blázquez es una clara apuesta cultural antropológica. Latre, como ya es habitual en el entorno del CM de Sardá, contó con varios de sus colegas para algunos sketches, que tuvieron su punto álgido en una parodia de El señor de los anillos, y la natural irregularidad cualitativa en el resto. Cuaderno de los Oscos se titulaba el fascinante paseo por varias aldeas de esa comarca asturiana. En cuestión de documentales antropológicos, está casi todo inventado, pero siempre queda ese casi para aportar algo más. Si visualmente el trabajo es impecable, que en los Oscos se hayan sensibilizado en recuperar y poner en valor las formas tradicionales de vida, contribuyó a que ese primer programa se confirme televisión gratificante.