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Cinco formas ridículas de romper tu teléfono 

J. F. / C. R.

OCIO@

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Romper el móvil es para muchos una experiencia traumática y puede serlo más si el accidente es tan absurdo como estos

28 ago 2015 . Actualizado a las 14:07 h.

Los móviles se han convertido en uno de los dispositivos más valiosos para los usuarios, ya no solo por su valor económico (varía mucho, desde 100 euros, hasta los 700 -o más- de los smartphone de gama alta), sino también por todas sus funciones, cada vez más, o la enorme cantidad de información personal que almacenan. Pese a fundas, cristales templados  y demás protecciones, nadie se libra de llevarse un disgusto y quedarse sin su querido teléfono. De hecho, un estudio centrado en los modelos iPhone asegura que solo se tardan unas diez semanas en romper o dañar este modelo. Una de las formas más habituales es romper el móvil con una caída, pero hay maneras muy peculiares, algunos las llamarían hasta ridículas. Ahí van cinco formas ridículas de romper tu teléfono

El «Pengate»: recientemente, Samsung presentaba su Galaxy Note 5, una phablet de alta gama y con unas prestaciones punteras. Pronto los usuarios detectaron un ¿error? en su diseño: si se introducía el puntero del dispositivo al revés en su ranura se quedaba atascado, quedando el móvil seriamente perjudicado. Desde Samsung alegan que en sus instrucciones advierten de esta posibilidad. Por su parte, los usuarios se quejan de que en las anteriores versiones del modelo esto no ocurría. ¿Culpa de los torpes usuarios o error de diseño de Samsung?

Demasiada pasión viendo un evento deportivo: ese gol de Charles en Riazor, ese tanto de Borja en el último segundo en Balaídos; ambos desbordaron la alegría (o la tristeza) de miles de gallegos en su momento y puede que causasen algo más. Según un estudio de la compañía de seguros de Square Trade, centrado en el público estadounidense, los eventos deportivos son los «culpables» de que unos 23 millones de americanos rompiesen su teléfono. ¿Las causas? Se escurre de la mano o de la barra del bar, se le cae algún líquido encima (la cerveza, por ejemplo) o, en el caso de los más pasionales, lo tiran en un momento de ira o felicidad.

El agua, el gran enemigo: ya sea en la piscina para hacerse esa foto veraniego o en el baño, donde el aburrimiento se combate con una partida al Candy Crush o chateando por Whatsapp, el agua es uno de los mayores enemigos de los smartphone. Acercar los móviles al agua puede parecer absurdo por los riesgos, pero es algo común: el estudio sobre los iPhone al que se hacía referencia antes asegura que el 35 % de ellos se estropean por mojarlos. Y no, ni los teléfonos resistentes al agua como el Sony Xperia Z3 se libran, pues existen foros en los que sus propietarios comparten su fatal experiencia en la que se tomaron demasiado en serio lo de resistente y, ya sea por error del usuario (el móvil se puede mojar bajo unas condiciones determinadas) o defecto de fábrica, estos dispositivos también se ahogan.

Cuidado con las mascotas: La compañía de seguros Square Trade también da otro dato interesante: las mascotas de los estadounidenses rompen ocho millones de gadgets electrónicos cada año y más de dos millones de ellos son teléfonos. El 21 % de las veces los animales lo hacen de forma indirecta, pues su dueño está distraído con ellos, olvidándose del dispositivo electrónico, que termina roto. Otro dato es que en dos de cada tres ocasiones en las que las mascotas causan destrozos en los aparatos electrónicos no se encuentran vigilados por sus propietarios.

Romperlo a propósito: parece contradictorio, pero también existen estos casos. La red está plagada de vídeos donde se destrozan smartphone de gran valor de forma intencionada, eso sí, de maneras bastante originales, como puede ser metiéndolo en el microondas o golpeándolo con un martillo. Otra posibilidad mucho más mundana es romper el teléfono para que el seguro lo cambie por otro totalmente nuevo. Una práctica ilegal, pero que existe.