La flota europea reprocha a oenegés su boicot al consumo de xarda del Atlántico
SOMOS MAR

Varias guías aconsejan no comprar la especie, que sitúan en una lista roja, cuando todavía no está fuera de límites biológicos seguros y están abiertas las negociaciones para fijar cuotas en conjunto
11 abr 2025 . Actualizado a las 04:45 h.Era lo que le faltaba. Si no fue suficiente con tener que sufrir en forma de recortes de cuota la falta de pulso de la Comisión Europea para actuar contra las autoasignaciones de cupo de xarda por parte de Noruega, Islandia o las islas Feroe, ahora también tienen que aguantar el boicot de oenegés conservacionistas que han llamado a no consumir caballa del Atlántico. Da igual que la haya pescado un barco gallego, un francés o uno noruego. La patronal de la pesca comunitaria, Europêche, denuncia que varias guías varias guías de consumo elaboradas por entidades como GoodFish o WWF, han incluido entre las especies desaconsejadas de compra y consumo la caballa del Atlántico nororiental, situándola, además, con al atlántico-escandinavo, en la lista roja.
Para empezar, los pescadores europeos aseguran que comparten la preocupación de los ecologistas por la disminución de la biomasa de caballa (Scomber scombrus), pero consideran que la sangre todavía no ha llegado al río como para considerarla en estado crítico y activar la gestión precautoria. Al contrario, en un comunicado aseguran que la xarda ha dado muestras de gran resistencia y la biomasa está por encima de los límites biológicos, de tal modo que la recomendación del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) para este año propone un límite de captura aún considerable (576 958 toneladas) y señala que, pese a todos los años que se pescó por encima de lo sugerido, la población no se considera sobrepescada. Pero ahí está el problema: que las guías de las oenegé no tienen en cuenta el estado biológico del stock.
Plazo de los compradores
Europêche hace ver que el boicot de las oenegés al consumo no afectará a las posibilidades de éxito de las negociaciones entre los Estados costeros para fijar una cuota común y dentro de los consejos del ICES. Y, sin embargo, sí dañará a la flota comunitaria, que ha asumido recortes por encima de los que le correspondían y ha actuado con responsabilidad, señala la patronal. Esta solo espera que el consejo lanzado por esas oenegés no empañe el compromiso adquirido por los compradores y minoristas del Grupo de Defensa de los Pelágicos del Atlántico Norte (PNA), que, en el marco del proyecto de mejora de pesquería (FIP) que mantienen, han dado de plazo hasta mayo del 2026 para que los países alcancen un acuerdo. Si para entonces no se llega a un consenso, sí que dejarán de comprar xarda.
Tim Heddema, portavoz de la industria pelágica de la UE, comentó que las alarmas sobre la situación de la caballa llevan tiempo sonando, pero «como industria creemos que se pueden encontrar soluciones antes de la fecha límite de mayo del 2026». Desde luego, la flota pondrá todo de su parte y mantendrá su «compromiso con la pesca responsable». Ahora bien, mientras, llaman a los minoristas «a mantener una política de compras basada en el estado científico de las poblaciones y no «en la opinión arbitraria de oenegés partidistas, que sin pensarlo dos veces, han decidido que las negociaciones se han prolongado demasiado».