Los departamentos pesqueros de Combarro donde llueve dentro: «A propia caseta de Portos da noxo»
SOMOS MAR
Los locales portuarios llevan años esperando por algo más que «remendos»
09 ene 2025 . Actualizado a las 04:50 h.Los departamentos de armadores y bateeiros del puerto de Combarro no dan amparo bajo la lluvia. Todo lo contrario porque, dependiendo de cómo sople el viento y si hay precipitaciones fuertes, para estar dentro es recomendable el chubasquero y en algunos días botas de agua y hasta el paraguas. Pendientes de una reparación integral, siguen deteriorándose sin remedio.
En el puerto de Combarro hay 27 de estos departamentos, de titularidad autonómica y como en todas las radas de su categoría, su conservación, cuando se trata de una obra de tanto alcance, depende de Portos. La actuación lleva una década a la espera y ahora figura una primera partida en los presupuestos autonómicos. Portos destinará 300.000 euros este año en la rehabilitación de las cubiertas, pero todavía no hay fecha de licitación. Mientras tanto, a los usuarios les sigue lloviendo a cubierto tanto casi como si estuviesen sin techo en las zonas más deterioradas de la estructura.
El patrón mayor de Raxó, Iago Tomé, se hace eco de las quejas de sus socios. Las casetas se emplean para guardar aparejos y todo tipo de utensilios necesarios para la actividad pesquera. Sin embargo, no cumplen todas las funciones que se requerirían porque en el altillo superior, de suelo de madera, es fácil que se encharque y en el bajo, los problemas en cubiertas y parapetos hace también que la humedad sea omnipresente y el agua de lluvia entre con facilidad. Años de quejas y el paso de varios presidentes por el ente portuario no se han traducido en obras. «Xa pedimos que actuasen nestas casetas cando Durán era presidente de Portos», indica Tomé. De eso han pasado seis años.
«Tempo atrás fixéronlles un remendo», sostiene el patrón mayor, pero esa actuación de urgencia no fue suficiente. Añade que «chove en todos» los departamentos y que el «estado de abandono», en cuanto a una reparación integral se refiere, es tan grande que «a propia caseta de Porto da noxo».
En muchas de estas casetas, en los altillos, entra tanta agua que son resbaladizos y se puede ver el impacto de la humedad por las manchas que se observan en las tablas desde abajo. En otras, las cosas llegan al punto de «chove por riba dos cadros eléctricos». En estas casetas los profesionales del mar guardan, además de aparejos, ropas de agua, objetos que necesitan para sus barcos, recambios y congeladores, «onde a xente garda o cebo», pero hay bastantes donde el agua obliga a andar poniendo cubos para goteras o a modificar la disposición más lógica de las redes, nasas, bidones y objetos para alejarlos del agua que lluvia que cae desde el tejado o desde las zonas más altas de los laterales rotas y oxidadas.