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La Xunta también monitorea la deriva que podría tendría un hipotético derrame de gasoil

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Marinha / AMN

La noticia de que había un petrolero ardiendo en Oporto hizo saltar todas las alarmas en Galicia

22 mar 2023 . Actualizado a las 21:11 h.

Desde que sufrió el desastre del Prestige, Galicia no puede evitar sufrir un escalofrío cuando escucha algo relacionado con un petrolero en apuros. Por eso nada más conocer que había uno ardiendo frente a Oporto enseguida empezó a pensar en manchas, galletas y barreras anticontaminación, a pesar de que la emergencia estaba a 45 millas al sur de la costa española y desde el otro lado de la Raia los mensajes que transmitían eran de tranquilidad y sosiego. Tanta, como la que demostraban a solo once millas de la costa los habitantes de Oporto, que podían físicamente oler el hipotético peligro.

Por el contrario, a muchos en la Costa da Morte se les erizó la piel. Y más todavía cuando trascendió que las autoridades portuguesas habían decidido alejar al mercante de la costa. Navegaba a una milla y media de la costa cuando se detectó el foco y fue alejado hasta las once, en una decisión que volvió a recordar al Prestige.

Alejar el barco

Cierto que la carga del Greta K nada tenía que ver con la del Prestige. Las 77.000 toneladas de fuel que llevaba —más de 60.000 acabaron en la costa— superaban con creces las casi 19.000 de gasoil y ATK que llevaba el carguero maltés. Pero fueron suficientes para que tanto la Xunta como Salvamento Marítimo decidiesen no perder de vista lo que estaba ocurriendo frente a Oporto y ofrecer su colaboración a las autoridades portuguesas.

«Dende a Xunta estamos a facer un seguimiento constante dos acontecementos e da situación do buque e a expensas do que decidan as autoridades lusas, que son as competentes neste caso», explicaban desde la Consellería do Mar. Y aunque desde Portugal no llegó la solicitud para movilizar medios ni petición de colaboración para evaluar la situación, Galicia, al igual que el Instituto Hidrográfico de la Armada portuguesa estuvo monitorizando, a través del plan Camgal (Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental) las posibilidades de que un hipotético vertido llegase hasta aguas gallegas a tenor de las corrientes y condiciones meteorológicas de cada momento.

Fuentes de la Consellería do Mar explicaron, no obstante, que en las distintas predicciones de posibles derivas que se fueron haciendo en distintos momentos de la emergencia, en ninguna de ellas se apreció la posibilidad de que el vertido afectase a Galicia.