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Los Países Bajos blanden la sostenibilidad como excusa para retomar la pesca eléctrica

Jesús Carballo BRUSELAS

SOMOS MAR

La Comisión se abre a revisar el veto impuesto en el 2019 a un cuestionado método de capturas

12 sep 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

«Hemos tomado nota y es muy importante proteger el fondo marino y los recursos, por lo que la cuestión de la pesca eléctrica habrá que consultarlo con todas las partes interesadas». De esta forma se pronunció un representante de la Comisión Europea en la última reunión del Comité de Pesca del Parlamento Europeo, abriéndose así el Ejecutivo comunitario a revisar una prohibición vigente desde el 2019.

La posibilidad de revisar el veto a esta controvertida técnica de pesca por parte de Bruselas se expuso después de que el vicepresidente del Comité de Pesca y europarlamentario popular neerlandés, Peter van Dalen, dijese que la pesca eléctrica «conservaría mejor el fondo marino y la selectividad de la pesca sería mayor». Unas declaraciones que salieron a colación de un debate en el que se trataba de subrayar las diferentes proposiciones para lograr una pesca más sostenible en la Unión Europea.

Esta forma de capturar especies con redes electrificadas fue erradicada por la Eurocámara en la primavera del 2019, en una decisión que, a juicio de Van Dalen, «fue catastrófica» y equivocada, pues el aparejo «tiene un efecto nulo sobre el fondo marino».

Por su parte, el también europarlamentario conservador de Países Bajos, Bert-Jan Ruissen, secundó la propuesta y preguntó de forma retórica: «¿No podríamos permitir la pesca eléctrica de alguna manera?». Lo hizo tras tomar como ejemplo el sector agrario en el que «se establecieron una serie de exenciones que también podrían aplicarse de forma temporal en la pesca» finalizaba.

Pérdidas de 300 millones

A mayores de encontrar las herramientas precisas para minimizar el impacto sobre el fondo marino y la biodiversidad, los pasos hacia la pesca sostenible incluyen también la necesidad de descarbonizar los buques y de dejar atrás la dependencia de los combustibles fósiles, en máximos desde que estalló el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Y es que a falta de conocer un informe de la Comisión Europea sobre el impacto socioeconómico de la subida de los carburantes para la flota, la eurodiputada socialista granadina, Clara Aguilera, apuntaba que ese coste «se ha duplicado en el 2022 y, de permanecer así, se perderían 300 millones de euros de beneficio operativo» en la flota.

Además, el europarlamentario gallego del PP, Francisco Millán Mon, apuntó que «si los precios de los combustibles se mantienen en niveles de mayo» este escenario provocaría que «el 40 % de la flota artesanal, el 60 % de la de gran escala y el 87% de la de gran altura» dejen de ser rentables. El eurodiputado pontevedrés señaló también que «en este

contexto tan difícil» en el que la reducción de la flota peligra por la escalada del sector energético «es más importante que nunca que los fondos de pesca se gasten de manera ágil, para beneficiar al sector y evitar desguaces».