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Cuarenta países quieren que haya reglas para las aguas internacionales ya en marzo

efe, europa press BREST

SOMOS MAR

POOL

Los directores ejecutivos de las principales navieras se comprometieron en la cumbre de los océanos celebrada en Brest a reducir las emisiones de sus flotas

12 feb 2022 . Actualizado a las 09:40 h.

Los 27 países de la Unión Europa (UE) y otros 16 de fuera del bloque urgieron este viernes a cerrar el próximo marzo en la ONU un pacto para regular las aguas internacionales y acelerar así la protección de los océanos. Este fue uno de los principales compromisos anunciados durante la cumbre One Ocean Summit, que reunió en Brest (noroeste de Francia) a una quincena de líderes internacionales, entre ellos el anfitrión, Emmanuel Macron, el presidente colombiano, Iván Duque, y el de Egipto, Abdelfatah Al Sisi.

La cita en esa ciudad portuaria, que empezó el miércoles y el jueves con la participación de oenegés y científicos, impulsó nuevas medidas contra la polución de plásticos en los océanos -se vierten unos 8 millones de toneladas cada año- y contra la pesca ilegal, que devasta los ecosistemas y afecta a 26 millones de toneladas de pescados.

La presidencia francesa también informó de que 84 países respaldan ya el objetivo de proteger sus zonas marítimas y terrestres en un 30 % hasta el 2030. Esa meta -añade el Elíseo- se conseguirá si se logra regular el estatuto de alta mar (el BBNJ, siglas en inglés de Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional), que son aguas internacionales que no están bajo la soberanía de ningún país y ocupan el 45 % de la superficie del planeta.

«Hay un gran continente oculto que se llama alta mar y necesitamos conocerlo bien para poder regularlo», señaló Macron durante la conferencia celebrada en el antiguo complejo industrial del Atelier des Capucines.

El dirigente francés, cuyo país controla la segunda mayor zona marítima del mundo, aseguró que la UE pretende acelerar las negociaciones que se llevarán a cabo en la ONU entre el 7 y el 18 de marzo para lograr un Tratado Global de los Océanos que se ponga en marcha este mismo 2022.

También presente en Brest, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, resaltó que ha habido avances al respecto y pidió un espíritu de cooperación como el mostrado en el 2016 para el estatuto del mar de Ross en la Antártida, considerado un refugio de la fauna y la flora marina.

«Eso fue gracias a que Estados Unidos, China, Rusia, la UE y otros países superaron sus diferencias para proteger ese rico ecosistema» repleto de ballenas, focas y pescados, indicó.

La UE liderará esta iniciativa, llamada «coalición de la alta ambición en favor de un tratado en alta mar», junto a otros 16 países, entre ellos Chile y Perú, con importantes zonas marítimas en el Pacífico.

Esa propuesta europea, encabezada hoy por Macron, recibió críticas de oenegés como Greenpeace. Activistas medioambientales achacaron al dirigente francés tener «un doble discurso» al omitir el daño que generan las actividades de minería en el mar.

Uno de los líderes con un discurso más duro fue John Kerry, enviado especial para el Clima de la Administración de Joe Biden. «El océano posibilita la vida en la Tierra gracias al oxígeno que proporciona y eso está en riesgo. Estamos cambiando la química de los océanos, mucho más rápidamente de que lo se hizo en millones de años», denunció el antiguo senador estadounidense.

Según Kerry, hay países que «miran a otro lado ante prácticas ilegales» que ocurren en sus aguas y urgió pasar de «las palabras a los actos», conclusión a la que también llegó el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, igualmente presente en Brest.

También hubo llamamientos para que las empresas del sector contribuyan, pues el 90 % del transporte internacional se hace por vía marítima. Los cuatro directores ejecutivos de las principales compañías de transporte por mar (CMA-CGM, Hapag-Lloyd, Moller-Maersk y MSC) asistieron a la cumbre y anunciaron compromisos sobre la reducción de emisiones en sus flotas.

Contra el plástico y la pesca ilegal

Para la lucha contra el plástico, la reunión de Brest movilizará 4.000 millones de euros (unos 4.558 millones de dólares al cambio actual) hasta el 2025 gracias a los aportes del Banco Europeo de Inversión (BEI) y de las agencias de desarrollo y de crédito oficial de las cuatro principales economía del Viejo Continente: Alemania, Francia, Italia y España.

Respecto a la pesca ilegal, que usa métodos como la dinamita, el presidente francés saludó la adhesión a un protocolo internacional de seis nuevos países: Marruecos, Jamaica, Timor Oriental, Islas Marshall, el archipiélago de las Comoras y Papúa Nueva Guinea.

La cumbre, preparatoria para la conferencia de la ONU sobre los océanos que se celebrará en junio en Lisboa, también sirvió para lanzar una nueva coalición encabezada por Francia y Colombia sobre el «carbono azul», que buscar restaurar los ecosistemas marinos.

El mandatario colombiano, Iván Duque, anunció en su intervención que su país se adelantará a los compromisos internacionales al duplicar durante este 2022 sus áreas marítimas protegidas hasta llegar al 30 %.

Bruselas destinará 500 millones de euros a un proyecto para limpiar los océanos europeos hasta el 2030

La Comisión Europea ha anunciado este viernes que destinará 500 millones de euros a un proyecto de investigación para limpiar y restaurar el medio marino europeo para el 2030, como parte del paquete de medidas presentado para impulsar la protección de los océanos en la UE.

El programa se centrará en los cinco mares de Europa y desarrollará soluciones específicas para cada uno de ellos, ha detallado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que ha puesto de ejemplo que en el Mediterráneo el objetivo es eliminar la contaminación por plásticos y productos químicos, mientras que en el Báltico o en el mar del Norte, la prioridad es descarbonizar el transporte y electrificar los puertos.

Bruselas ha lanzado un programa de simulación digital de los océanos que facilitará a los investigadores desarrollar modelos en función de distintos escenarios. «El océano sigue siendo un gran misterio para la humanidad, por eso estamos construyendo un gemelo digital», ha explicado Von der Leyen en su intervención.

El proyecto combinará la capacidad del satélite Copérnico, con infraestructuras marinas como boyas y drones submarinos para obtener datos que todavía no han sido procesados así como información en tiempo real del estado de los océanos en base a la cual realizar proyecciones a largo plazo.

La presidenta de la Comisión Europea puso como ejemplo la posibilidad de efectuar simulaciones sobre cómo el deshielo de los casquetes polares podría afectar a la subida del nivel del mar o cambiar la deriva de las corrientes marinas que, a su vez, podrían propiciar la liberación de CO2.