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Más de la mitad de las rulas gallegas han digitalizado su sistema de control y comercialización

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Ramón Leiro

La Xunta ha invertido unos 6 millones en informatizar 35 lonjas de la comunidad

18 ene 2022 . Actualizado a las 09:05 h.

El programa Primare, que la Consellería do Mar lanzó en el 2018 para informatizar y digitalizar los procesos de control y comercialización de los productos marinos en las distintas rulas gallegas, ha reclutado ya a más de la mitad de los centros de primera venta de la comunidad. Desde entonces, y tras una inversión de unos seis millones de euros, se han integrado los sistemas de gestión y venta en 35 lonjas, de las que la consellería recibe diariamente información puntual de lo que se descarga y lo que se subasta.

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, comprobó ayer el funcionamiento de este sistema en el marisqueo. Y lo hizo en la ría de Pontevedra, con varios puntos de control, como el de Lourizán y Lourido, establecidos por tres cofradías y una única lonja: la de Campelo.

Cada mariscadora llega al punto de control, donde se pesan y clasifican las capturas, provista de una tarjeta magnética en la que queda registrada la cantidad y categoría de los productos, lo que le permite «saber o que vai gañar» y que es como «o tique do supermercado», explicó Mari Carmen Vázquez, patrona mayor de Lourizán, que explicó que llevan ya un alrededor de un año trabajando con esa fórmula. ¿Inconvenientes? Los de Internet y la informática: «Cando se cae o sistema», dice Vázquez.

Los datos que se cargan en el punto de control se vuelcan de forma inmediata en el ordenador de la lonja de Campelo y, al mismo tiempo, en el sistema central de la Consellería do Mar, que lleva así el control diario de lo que se está vendiendo en las diferentes lonjas de Galicia que participan en el programa.

De esta manera, a juicio de Quintana, no hay «mellor fórmula de acreditar a trazabilidade do produto cos controis rigorosos que se dan». Además, el bivalvo que no da la talla se queda ya en el punto de control y se devuelve a la playa sin más demora o dilación.

«Acreditamos unha vez máis que imos por diante das demais rexións europeas co control estrito que facemos dos nosos bancos en automático», sentenció la conselleira.