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El crecimiento de Langosteira permite reabrir el puerto de A Coruña al público

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

SOMOS MAR

Ángel Manso

Los ciudadanos pueden acceder a muelles que llevaban 20 años cerrados

08 abr 2021 . Actualizado a las 08:28 h.

Por primera vez en dos décadas, los ciudadanos de A Coruña pudieron entrar en el muelle de Trasatlánticos el pasado día 27. La dársena, como todo el resto del puerto interior, cerró a los ciudadanos tras los atentados del 11-S.

Pero Trasatlánticos, una dársena de 484 metros de largo situada justo enfrente de las famosas galerías de la Marina, es solo el primero de los espacios portuarios que abrirá al público durante los próximos doce meses.

El Puerto de A Coruña, tras derribar los silos que ya no se utilizan y contratar unas obras mínimas de adaptación, franqueará el paso al muelle de Batería en verano. A principios del 2021 será el turno de Calvo Sotelo, donde aún está pendiente la demolición de varios depósitos sin uso.

La apertura es posible gracias al traslado de las empresas que operaban en esos espacios hasta el puerto exterior de punta Langosteira. La reintegración de esos muelles en la ciudad tiene un significado especial para muchos coruñeses, ya que hasta el 2001 conformaban uno de los paseos más concurridos de la ciudad y su paisaje forma parte de la infancia de cientos de personas.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, nombrado el pasado diciembre, prevé que los muelles sean escenario de diversas actividades culturales y deportivas durante el verano con el fin de que los ciudadanos vuelvan a ser protagonistas de esos espacios.

A pesar de su gran extensión, 88.393 metros cuadrados, y de su posición privilegiada al lado del casco histórico, Batería y Calvo Sotelo son solo una fracción de los terrenos que A Coruña podrá reintegrar a su tejido urbano gracias al puerto exterior. La joya de la corona son los muelles de San Diego y Petrolero, que suman una superficie de 394.752 metros cuadrados, en los que cabría todo el casco histórico de Betanzos. La apertura de esas dársenas aún no tiene fecha, pero no será antes del 2027, cuando acaba la concesión de Repsol -la mayor del puerto coruñés- en esa zona.

No se ha decidido cómo se financiará la reurbanización de los muelles, cuyo coste superará los 100 millones, ni qué modelo se seguirá. Depende de un acuerdo entre el Estado, la Xunta, Puertos y el Ayuntamiento aún por cerrar.