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La pesca viste su traje más verde

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Europa Press

El sector insiste en que es parte de la solución al cambio climático

21 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La pesca tiene un traje verde. Se lo pone a diario, pero parece que es transparente a ojos de la sociedad, que en ocasiones la señala como sospechosa -cuando no abiertamente responsable-, de todos los males que aquejan a los océanos. Y eso que es la primera que los sufre. Por eso el sector es tajante: «La pesca no es el problema respecto al cambio climático sino una parte de la solución al mismo». Es una de las principales conclusiones que se han extraído de la Conferencia Internacional Arvi sobre el Futuro de la Pesca, cuya séptima edición se celebró esta semana en algún lugar de la nube, aunque conducida desde la sede de la Cooperativa de Armadores de Vigo por su gerente, Edelmiro Ulloa.

Como no se acaban de apreciar los matices verdes de la que está vestida la pesca, los implicados en esa actividad económica han decidido confeccionarse un traje nuevo, cargando los tintes en ese color. Con él se presentarán en sociedad y, sobre todo, ante las organizaciones conservacionistas. Porque, como dijo Ernesto Penas, exfuncionario de la Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos (DG-Mare) y ahora asesor de la FAO, entre otras instituciones, «al sector pesquero no le sobran aliados» y debería ir buscándose amigos «hasta en el infierno». Así, desde el punto de vista estratégico, no le vendría mal aliarse con las oenegés, con aquellas dispuestas a cooperar que, dijo Penas, «las hay». Y, de paso, dejar de ver la acuicultura como un rival y hacer piña. He aquí algunos de los elementos del nuevo traje.

 

menor Huella de carbono

Proteínas con bajo impacto. La pesca necesita océanos «limpios y saludables» para cumplir su misión, que no es otra que «seguir suministrando proteína animal de alta calidad» que, además, «es la de menor impacto medioambiental», en palabras de Javier Garat, secretario general de la patronal Cepesca. Ese interés por que los mares sean sostenibles es ya un matiz verde que debe destacarse. Pero más lo es esa baja huella de carbono que deja la pesca, mucho menor que cualquier otra actividad de producción de proteínas en tierra. Las emisiones de CO2 que se derivan de la producción de un kilo de pescado es de entre 1 y 5 kilos, cuando en el caso de la carne, para obtener esa misma cantidad, se liberan entre 50 y 700 kilos de dióxido de carbono, expuso la directora de Intectar, Covadonga Salgado, citando un estudio de expertos de la Universidad de Tasmania en colaboración con científicos de la British Columbia Británica.

desarrollo sostenible

Los objetivos para el 2030. La pesca entronca directamente con cuatro de los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que la ONU se ha marcado: hambre cero, salud y bienestar, desarrollo socioeconómico y vida submarina. Pero transversalmente impacta con muchos más: producción y consumo responsable, comunidades sostenibles, energía asequible y no contaminante...

reducción de emisiones

A un ritmo sorprendente. No lo dice la pesca, sino la propia Comisión Europea, que en su último informe sobre cifras y hechos de la política común de pesca recoge que las emisiones de CO2 por parte de la industria pesquera se han reducido un 40 % en los últimos años. El desguace de flota ha tenido algo que ver, pero influyen también cuestiones como que «desde el 2016 se ha reducido un 56 % la potencia de los motores» y que, además, las nuevas técnicas de los astilleros y los motores más eficientes que ahorran en consumo de fuel han permitido reducir la emisión de gases de efecto invernadero, explicó Javier Garat, secretario general de Cepesca. En el futuro podrán reducirse más. Será cuando las nuevas tecnologías, como los motores de hidrógeno, estén más rodadas, se mejore el diseño de los aparejos para reducir el consumo. De acuerdo con las cifras ofrecidas en la conferencia, la flota pesquera es responsable del 0,5 % de las emisiones mundiales.

poblaciones en RMS

Capturas sostenibles. También es la Comisión Europea en su repaso a las cifras de la Política Comunitaria de Pesca (PCP) la que recalca que casi el 100 % de los desembarcos que realiza la flota en aguas gestionadas por la UE procede de stocks en rendimiento máximo sostenible (RMS); es decir, explotados de modo que se garantiza su supervivencia futura a pesar de la pesca. Diego Castro, presidente de Anasol, subrayó que las pesquerías objetivo de la flota de Gran Sol -rape, gallo y merluza- están dentro del RMS.

recogida de basura

Limpieza de arrastre. Otra carta de presentación en color verde de la pesca es la lucha contra la basura marina y la plastificación. Son los barcos y, sobre todo, el demonizado arrastre, los que están limpiando tanto los fondos como la columna de agua de desperdicios que, en su mayoría (80 %) proceden de las actividades de tierra.