Patrocinado porPatrocinado por

En ascuas por la sardina

e. abuín / a. gerpe REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Emiliano Mouzo

Las pescaderías reciben muchas más encargas de las esperadas para esta noche

23 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con las playas cerradas para hacer hogueras, los establecimientos hosteleros suspendiendo parrilladas y todo el ceremonial de fuego de San Xoán restringido a las fincas privadas, los pescaderos gallegos estaban hasta ayer más en ascuas que esta noche lo estará la propia sardina sobre la demanda que tendría el pelágico.

Y, sin embargo, pese a todas las restricciones y en contra de lo esperado, «lo cierto es que estamos teniendo bastantes encargos», señalaba Marcos Sendón, propietario de Marc del Norte, en A Coruña. Ese tirón también lo ha notado Marisa Alcalde, pescadera de Boiro, que apuntaba que este año la sardina ha tenido «máis demanda que nunca». Poco después del mediodía de ayer, con el libro de reservas todavía abierto a nuevos apuntes, sumaba unos 80 kilos encargados.

Como otros muchos detallistas, Sendón animaba a sus clientes a realizar sus pedidos por WhatsApp para de esta manera trabajar más sobre seguro y pujar por lo estrictamente necesario, evitando así alentar precios astronómicos que desincentivasen la compra del pescado más buscado para esta corta noche.

De todos modos, el profesional no esperaba cotizaciones disparatadas como las que se dieron algún año, cuando en las puestos de las plazas de abastos y pescaderías se llegaron a pedir 10, 12 y hasta 14 euros por el kilo.

Las que Sendón vendió la semana pasada estaban a 5,95. Alcalde, dispensaba a 7 la del xeito de Rianxo. En el mercado de Boiro también lucían la etiqueta de seis euros. A lo mismo que se pagaron en la plaza de Carballo...

Y se espera que el precio continúe en esa línea, porque hay sardina. «Estáse pescando en toda Galicia, de norte a sur», advertía la semana pasada Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga). Y aunque el tiempo era bueno había mar de fondo y bastante corriente, decía ayer. Aun así, no parecía demasiado complicado hacerse con los 1.500 kilos que cada cerquero tiene autorizado por día. Y en aguas gallegas están pescando más de un centenar -otros continúan en el País Vasco en la costera del bocarte y en Asturias cogiendo jurel-, por lo que se esperaban para la pasada noche y esta madrugada unas 15 toneladas de producto. Ahora bien, «o mar é cambiante, nunca se sabe», apuntaba García.

Noche corta para pescar

Esa incertidumbre es lo que inquieta a Bea Maneiro, pescantina de Ribeira, que ayer no las tenía todas consigo y no ocultaba su preocupación por si podía conseguir en lonja todo lo que le habían encargado: «Agardo poder cumprir cos pedidos que teño collidos».

Su mayor temor era que hubiese poco pescado. No hay que olvidar, además, que este año concurren circunstancias especiales, más allá de las medidas restrictivas por el coronavirus, y es que hay muy poco margen para adquirir el pescado: «Os barcos non saen ata a tarde de hoxe [por la de ayer] a faenar e vaise todo enriba da hora». Tanto es así que el portavoz de Acerga señalaba que no iba a dar tiempo «a mandar peixe para fóra».

Maneiro calculaba que hasta la madrugada no conseguiría saber si podría reunir los kilos que le habían pedido y, además, comprar otros para su puesto en la plaza de abastos de Ribeira: «Hai clientes habituais que non me fixeron encargas. Supoño que agardarán ata o último momento, porque o prezo vai ser determinante». La jornada laboral será larga: «Todo o día colgada do teléfono».

La de la madrugada estaba claro que iba a ser una carrera por pescar y llegar a la lonja cuanto antes.