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Carlos Cebrián: «Nuestra granja piloto de caprino y ovino estará lista para el 2022»

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

GANADERÍA

Cebrián se muestra confiado en este nuevo proyecto
Cebrián se muestra confiado en este nuevo proyecto ALBERTO LÓPEZ

El sur lucense es el escenario previsto para un proyecto de renovación de la ganadería

23 dic 2021 . Actualizado a las 10:19 h.

Carlos Cebrián Escobar preside la Fundación Agroalimentaria Gallega, una entidad promovida por la Confederación de Empresarios Lucenses cuyo primer proyecto consiste en impulsar en la provincia la creación de una granja piloto de cría de ganado ovino y caprino. El proyecto, denominado Praleite, fue presentado en Monforte el pasado día 2.

—¿Se ha decidido ya dónde se creará esta granja piloto?

—Todavía estamos evaluando la ubicación, pero nuestra idea es que se sitúe en el sur de la provincia. Estamos en conversaciones con las administraciones y con contactos locales para decidir el lugar donde se ubicará.

—¿Cuándo podrá estar en marcha la explotación?

—Tenemos marcado un tiempo de realización, según el cual el primer semestre del 2022 se dedicará a decidir la ubicación, planificar la explotación, comprar animales y otros preparativos. Según estas previsiones, cuando esté todo bien estructurado, el proyecto se ejecutará en el segundo semestre y será entonces cuando la explotación estará lista para empezar a funcionar.

—¿Quién se encargará de llevar la granja?

—Aún no está decidido, pero el proyecto fue diseñado de manera que la explotación la puedan llevar entre dos familias. Tres personas se ocuparán del trabajo diario y una cuarta persona se encargará de sustituir a los otros en sus días de descanso y vacaciones. El proyecto se ha planteado para favorecer la conciliación entre la vida laboral y familiar, y para que los ganaderos puedan disfrutar del tiempo libre. Esta iniciativa tiene muy en cuenta la viabilidad económica, pero también la viabilidad social. En la elaboración del proyecto también se ha prestado mucha atención a la sostenibilidad ambiental.

—¿Qué destino tendrá la producción de esta explotación?

—Eso es algo que ya está asegurado, y de hecho, el proyecto es impulsado por las industrias del sector. Hasta ahora, en Galicia ha tenido muy poco peso la producción láctea y cárnica de ganado ovino y caprino, y las industrias que trabajan con ella tienen que traer leche y carne de otras comunidades. Por ejemplo, en Monforte y en Meira hay empresas que procesan o envasan leche de cabra y que no la pueden encontrar en Galicia. En la comunidad hay otras empresas que trabajan con leche y carne de ovino, y les ocurre lo mismo. Todas estas industrias se han interesado por el proyecto Praleite, así que se puede decir que la granja piloto que queremos poner en marcha ya tiene clientela antes incluso de ser creada. Hay que tener en cuenta también que en el sector primario hay un horizonte de entre diez y quince años para que haya un retorno económico de la inversión. El proyecto se planeó con este horizonte, pero sin incluir las posibles ayudas que pueda recibir de las administraciones o de los fondos europeos. Si la explotación se beneficia de estas subvenciones, el plazo de retorno económico podría ser bastante más breve.

—¿Podrían sumarse otras empresas a esta iniciativa?

—Este proyecto no se ha trazado con una perspectiva excluyente ni está pensado solo para determinadas industrias. Todas las empresas que quieran sumarse al proyecto serán bienvenidas y para eso solo tienen que ponerse en contacto con nuestra fundación.

—¿Más adelante se podrán crear otras granjas de este tipo?

—Eso es lo que esperamos, porque la granja piloto se ha concebido como un proyecto estratégico que pueda servir de ejemplo para otros. Lo que pretendemos es que los ganaderos que ahora se dedican solo al vacuno puedan ver cómo se maneja una granja de esta clase y que se animen a ampliar sus explotaciones para criar ovino y caprino. Y también que otros emprendedores se animen a crear nuevas explotaciones siguiendo este ejemplo.

—¿El proyecto cuenta con algún apoyo institucional?

—Hemos tenido un apoyo muy importante de la Diputación lucense, tanto para crear la fundación como para poner en marcha este proyecto. Esperamos seguir colaborando con las administraciones públicas para que sea posible crear nuevas granjas. Hay que señalar que este proyecto no se ha pensado para beneficiar a unas cuantas industrias, sino para ayudar a consolidar la población en zonas rurales deprimidas. Su objetivo es contribuir el bien general de la provincia y de Galicia, no solo al bien de determinadas empresas.