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El Clúster de la Madera reivindica el diseño industrial como «la etiqueta de las empresas» para crear valor

M. Cedrón REDACCIÓN

FORESTAL

Las empresas socias de la entidad facturaron el año pasado 1.774 millones, lo que supone el 90 % del conjunto del sector. Rueda hace un llamamiento a aprovechar el «liderazgo forestal» de Galicia

20 jun 2022 . Actualizado a las 09:47 h.

La cadena monte-industria es un sector en alza. Lo muestran los datos de facturación de las empresas que están asociadas al Clúster de la Madera que alcanzaron el año pasado los 1.774 millones de euros. La cifra no solo representa un 18 % más que en el ejercicio anterior, también equivale al 90 % de la facturación total del sector. Estos datos fueron facilitados durante la asamblea anual de la entidad, un acto en el que además nombraron al Servizo Galego de Saúde (Sergas) como su duodécimo socio de honor «por su implicación y compromiso en potenciar el binomio salud-madera, velando por el bienestar de las personas». Allí también el presidente del Clúster, José Manuel Iglesias, aprovechó para reivindicar el diseño industrial como eslabón al que agarrarse para crear valor añadido y continuar creciendo en un trabajo conjunto entre todos los sectores de la cadena. 

El acto fue clausurado por el titular de la Xunta, Alfonso Rueda, que además de hacer un llamamiento a aprovechar el liderazgo forestal de Galicia, habló sobre el camino que debe seguir un sector que, como dijo, «ten como obxectivo chegar aos 2.700 euros de facturación anual». Durante su intervención, explicó que Galicia, con un 70 % de la superficie forestal, «é unha potencia na xeración de materia prima, na creación de riqueza e emprego e na capilaridade da propiedade forestal, como amosa o dato de que unhas 80.000 familias viven directa ou indirectamente do monte». Y recordó algunos de los objetivos del Plan Forestal como el de alcanzar los 12 millones de metros cúbicos de cortas para poder cubrir la creciente demanda de materia prima, además de destacar la importancia de promover proyectos tractores como la fábrica de fibras textiles de Palas de Rei.

Más allá de eso, en la asamblea se habló de como las empresas se enfrentan a un escenario favorable que debe ser aprovechado por el sector, «debido a las oportunidades que ofrece la bioeconomía, que abre infinitas posibilidades para las empresas». En la otra cara de la moneda está la incertidumbre que sobrevuela sobre la economía en un contexto de elevadas tasas de inflación «que repercutirán negativamente en el desarrollo de la actividad».

José Manuel Iglesias destacó la importancia de que toda la cadena de valor trabaje en conjunto y de que los recursos forestales sean gestionados de un modo adecuado, aprovechando las «magníficas condiciones» que tiene Galicia para la producción de madera. Pero también advirtió de que hay que poner mayor atención a lo que demanda el mercado y a la generación de valor para fortalecer toda la cadena en conjunto. De ahí, añadió, la importancia de poner los ojos en el diseño industrial, «que debe de ser la etiqueta de las empresas». En este sentido, dijo que se debe aprovechar el conocimiento que hay en las fábricas y en los talleres de carpintería, trasladando ese conocimiento a las Universidades.