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La rentabilidad de la colza tiñe de amarillo los campos de la Costa da Morte

Marta López CARBALLO / LA VOZ

AGRICULTURA

Ana García

Esta especie, que se ha multiplicado en Bergantiños, cotiza al alza y es una muy buena opción para rotar con el trigo

27 abr 2022 . Actualizado a las 13:30 h.

No, no es que se haya desatado una fiebre por los nabos. Lo que ha teñido de amarillo las fincas de medio Bergantiños ha sido la colza, una especie de la familia de las brasicáceas que en los últimos años ha ganado tanto en popularidad como en rentabilidad. Es un cultivo proteico de gran calidad para la alimentación de ganado y una muy buena opción para rotar con el trigo, según explica José Manuel García Pedreira, ingeniero agrónomo. «Houbo varios intentos no pasado, pero debe haber dous anos que xa se ve bastante cantidade na nosa comarca», asegura, sobre todo en el área de Bergantiños y Arteixo.

Una vez recolectada, la colza debe someterse a un proceso de transformación para extraerle el aceite, que en España no es demasiado popular por los episodios de intoxicación sufridos hace años, pero que en Europa es bastante utilizado. También puede emplearse en la industria y para la fabricación de biodiésel. «O que queda chámase torta de colza e utilízase para a elaboración de penso para o gando. Desafortunadamente, en Galicia non temos industria de extracción de aceite, así que ten que enviarse a Castela ou ao estranxeiro», explica el ingeniero larachés.

Gustavo García, de Limagrain Ibérica, suministra buena parte de la colza que se siembra en la comarca. Asegura que, si en España se ha duplicado la superficie dedicada a este cultivo, en la Costa da Morte se ha multiplicado exponencialmente. «Adáptase moi ben a este terreo e o rendemento económico que ofrece é moi interesante», señala el técnico. Según sus cálculos, puede costar «entre 600 e 800 euros» plantar una hectárea, de la que pueden sacarse una media de 3 o 3,5 toneladas de colza. Y mil kilos de producto pueden alcanzar en el mercado los 800 euros [estos días sobrepasa los 1.000, pero no estamos en época de cosecha]. «Digamos que con unha tonelada cóbrense gastos, o resto son beneficios», concluye Gustavo.

Jesús Rodríguez , que tiene una empresa de servicios agrícolas, lleva tres años cultivando colza y no llegó a cobrarla a esa tarifa, pero sí reconoce que los precios están subiendo. «Empecei por facer rotación, porque eu botaba trigo, pero agora págase moito mellor e seguín. Este ano puxen 150 hectáreas, que recolleremos entre xuño e xullo, en función de como veña o tempo estes meses», sostiene.

Para Moncho Marta, también gerente de una empresa de servicios, esta será su primera campaña. Decidió probar inspirado por un amigo y sembró 100 hectáreas de colza y otras tantas de trigo, que surte principalmente a las panaderías del grupo Da Cunha. «Decidínme polo prezo, que está bastante ben e fai moita falla, tal como están as cousas», asegura Moncho.

Ana García

La rotación de cultivos es una técnica fundamental para mantener la fertilidad del suelo y para evitar la propagación de plagas. Colza y trigo son una combinación muy buena, aunque a opinión de José Manuel García Pedreira, ingeniero agrónomo, la cosa no debería quedarse ahí. «Hai anos abusábase moitísimo do trigo e agora apareceu a colza, pero agardo que sigan xurdindo máis opcións para non caer no monocultivo. Unha proposta moi interesante sería o altramuz, que é unha leguminosa, o que resulta moi beneficioso para o solo. En canto a cultivos proteicos, tamén son moi bos e moi rendibles economicamente a soia e o liño, pero o problema neste último caso sería a loita contra malas herbas», refiere el ingeniero.