El Clúster Alimentario de Galicia organizó un seminario web para dar a conocer las posibilidades que la madera tiene para el sector alimentario y las ayudas convocadas por Xera para el desarrollo de estos envases

M. Alfonso

La madera es «el mejor material, sin duda» para el envasado de alimentos. Son palabras de Alberto Palmí, director de la Federación española de envases de madera y sus componentes (FEDEMCO), que ayer impartió un seminario en Internet organizado por el Clúster Alimentario de Galicia (Clusaga) sobre las bondades de este material. Asegura que este tipo de envases es bueno para el medio ambiente —ayuda a reducir la huella de carbono y es un claro ejemplo de la economía circular—, pero también para los alimentos, porque recientes estudios han demostrado que el pino, por ejemplo, tiene propiedades antimicrobianas, esto es, que un alimento envasado en madera aguantará más tiempo que en plástico u otros materiales. Por si esto fuera poco, apostar por envases de madera ayudaría a crear riqueza en las zonas más despobladas del país, que podrían encontrar en la gestión sostenible de sus montes una forma de vida, añadió Palmí.

La jornada comenzó con una explicación de las ayudas que Xera, la Axencia da Industria Forestal de Galicia, tiene para promover el desarrollo de envases de este material. «Son unas ayudas importantes porque mucha gente podrá empezar gracias a ellas», aseguró Palmí. Él está plenamente convencido de las bondades de este material. «La madera es el mejor contenedor de dióxido de carbono. No existe otro igual. Además genera riqueza y tiene otras muchas propiedades medioambientales que está promoviendo la Unión Europea», añadió. Y esas ventajas son mucho mayores si hablamos del envasado de alimentos. Primero, porque la federación cuenta con un estudio que determina que «la madera de pino, que viene de Galicia por cierto, tiene propiedades antimicrobianas», asegura. Eso provoca que «la fruta, el queso o el pescado se conserven durante más tiempo de forma totalmente natural», sostiene. También han conseguido demostrar que es un material que, si por ejemplo cae al mar, «se degrada y si se lo comen los pescados, engordan. No sucede lo mismo con el poliestireno, que están muriendo peces por su culpa», añade.

Biodegradable

¿Más ventajas de este material? Su fácil reciclaje. «Una vez usada, se tritura y se pueden hacer tableros, además de que puede generar biomasa, se quema para generar calor», asegura. De hecho, en España ya se recicla el 66 % de los envases de madera que se producen, cuando la normativa europea establece que en el 2030 habrá que reciclar el 30 %. Por si todo esto fuera poco, la madera puede convertirse en un generador de riqueza y en una solución a la España vaciada. «Donde se puede plantar madera es en los pueblos, donde los bosques están semiabandonados y donde antiguamente vivían de la madera. Hoy también pueden volver a hacerlo», añade.

Mucho por hacer

Sin embargo, la madera no es el material más utilizado a la hora de envasar los alimentos. «Hay mucho por hacer todavía», asegura Palmí. Desde convencer a las autoridades y hasta a los propios empresarios. «Los primeros países en el uso de madera en alimentación son Francia y Alemania», cuenta. Ellos sí son conscientes de las ventajas de este material. «La madera hasta vende mejor. Si tú envasas un alimento en madera puedes cobrar más por el producto porque le estás dando un valor añadido a su imagen», relata. Y aunque es en frutas y verduras donde más extendido está su uso, Palmí reivindica su empleo en otros alimentos, como los quesos. «De toda la vida los quesos franceses los curan sobre madera». Ahora, se está probando incluso para embutidos y fiambres «y cada vez más en los supermercados es el envase que se utiliza para platos precocinados, como una lasaña», sostiene. También asegura que es el envase más utilizado en las exportaciones de naranja a China, pues ni el plástico ni el cartón soportan las condiciones de humedad de estos envíos.

Aunque todavía no se han hecho estudios sobre la permanencia del coronavirus en la madera, Palmí destaca que tiene grandes ventajas con respecto al plástico en otro tipo de virus. «Está demostrado que si tu pones una bacteria encima del plástico se reproduce. En la madera no, porque es porosa. Absorbe esa bacteria y la mata», concluye el director de la federación española de envases de madera.