Rocío Carrasco recuerda que finalmente tuvo que contar lo que ocurría en su casa con su hija. «Yo tengo que narrar lo sucedido ante la jueza y la fiscal porque se pedía pena de cárcel para mí por maltrato habitual de mí hacia mi hija», afirmó. La sentencia recoge faltas de respeto a su madre como «guarra», «mi madre es la mujer de mi padre», «tengo ganas de partirte la cara» o «le dabas patadas a tu barriga cuando estabas embarazada de David».
En ese momento se realizó un informe psicosocial a Rocío Flores en el que la justicia detectó: «Polarización radical en sus preferencias a la figura paterna y rechazo de la materna». También leyó la declaración de David Flores, que tenía unos trece años en ese momento tras la denuncia de malos tratos. «El menor expresa que su padre le ha explicado lo que tiene que decir. También describe que su hermana le ha explicado varias veces lo que tiene que decir», dijo Rocío Carrasco.
«El auto de archivo dice que no se puede descartar una instrumentalización de la denuncia de mi hija orientada a sus deseos: el cambio de custodia», declaró Rocío Carrasco. Tras ese momento, su hija se mudó con su padre y su hijo David Flores lo haría unos años después.
En ese momento el juzgado propuso una mediación para trabajar la relación maternofilial, pero tanto Rocío Flores como Antonio David se negaron. «Se habló la posibilidad de trabajar con ella y con su madre en una mediación. Tanto a la menor como al padre les parecía una aberración, sería asumir cualquier responsabilidad ante el hecho denunciado», aseguró Carrasco.
«Esto se ha utilizado mediáticamente para decir que hay un hecho truculento en mi vida y que mi hija no puede estar conmigo. Ese es el motivo. Soy yo la que se adhiere a esas medidas y dice: ‘concédalas usted, porque la niña a mi casa no puede volver'», recuerda que declaró tras la agresión.
«Vivía en el terror de alguien que no sabe lo que le depara al día siguiente. Lo peor que hay en el mundo es la incertidumbre de no saber qué te vas a encontrar. Yo estaba enterrada en vida. Cuando digo terror, es terror con todas las letras. Encima tienes que salir públicamente con buena cara y decir que todo va bien. Es terrorífico», añadió.
Las mentiras de Antonio David Flores
En el capítulo de ayer Rocío Carrasco desmontó otra de las mentiras de Antonio David Flores que declaró que su hija necesitaba terapia psicológica pero que él no se la podía pagar. «La menor y su hermano pertenecen a una sociedad médica con todas las especialidades desde su nacimiento que paga su madre», recoge la sentencia.
«No es que tu hijo te dé una paliza, que ya es, que es antinatura. Es que ha ido y me ha puesto una denuncia y le ha dicho a su padre 'papá, ya está hecho' para meterme en la cárcel», reflexiona Rocío Carrasco. «A mí la condena de mi hija solo me produce sufrimiento porque es una prueba de lo que hizo y de por qué lo hizo», añade.
Sobre una posible reconciliación con su hija, Rocío Carrasco cierra la puerta mientras que ella tenga relación son su padre. «No puedo mantener, muy a mi pesar, relación con alguien que tiene a la otra persona al lado y que ha intentado meterme en la cárcel», aseguró. «Hoy por hoy no puedo. Y la persona que lo quiera entender que lo entienda y quien no pueda, que no la entienda», añadió.
«Hay algo que es se podrá recomponer, pero partiendo de la base de que esa persona no esté ni en la vida de ella ni en la mía», aseguró. «¿No la voy a querer? ¿Por qué llevo sin hablar 20 años? ¿Por qué? ¿Por gusto? ¿Porque me gusta sufrir? ¿Porque me gusta quererme quitar de en medio? No, lo he hecho por ella y por él», reconoció entre lágrimas.
«Nadie me devuelve las cosas que yo no he vivido con mis hijos, a mí no me devuelve nadie el ir a ver a mis hijos a una función de colegio, un beso de mi hija, muchas cosas, y nadie ha hecho nada, ni medios de comunicación ni justicia en ese sentido», lamentó Rocío Carrasco. «Y todo el mundo le ha bailado el agua. Y todo el mundo se lo ha creído interesada o desinteresadamente. Y todo el mundo le ha servido de marioneta. Y todo el mundo ha contribuido a que esto sucediera de una manera o de otra», añadió refiriéndose al papel de Antonio David durante todos estos años. «Yo tenía dos motivos por los que no contaba mi verdad. Hoy, lo estoy contando hoy cuando una tiene 24 y otro 22. Lo estoy contando hoy, pero yo he procurado que ellos crecieran con la figura de su padre intacta», aseguró.
La novena entrega del documental congregó a 2.092.000 de telespectadores, un 25,4 % de cuota de pantalla.
Martín Bastos
La docuserie de Rocío Carrasco ha levantado numerosas reacciones en la sociedad española y no todas se posicionan a favor de esta presunta víctima de malos tratos que ha decidido contar en televisión las dramáticas experiencias vividas junto a su exmarido, así como la violencia por parte de su hija, Rocío Flores. Este viernes, la hija de Rocío Jurado llegó a los juzgados de Alcobendas (Madrid) y fue recibida allí por un grupo de personas que la increparon enarbolando pancartas de «Stop Feminazis».
La visita de Rocío Carrasco al juzgado forma parte de la interminable guerra judicial que la enfrenta desde hace años con Antonio David Flores. Si la semana pasada era el exguardia civil malagueño el que visitaba los juzgados de Alcobendas por su demanda a su exmujer por el impago de la pensión de manutención de su hijo David desde el 2018 -una cantidad que asciende a más de 7.000 euros- este viernes ha sido la gran protagonista de la actualidad de Telecinco la que ha acudido a los tribunales a declarar en calidad de demandada.
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