Rocío Flores a Rocío Carrasco: «La próxima vez quemo la casa contigo dentro»

Martín Bastos

SOCIEDAD

La hija de Rocío Jurado relata las amenazas que sufría de la menor y cómo fue la agresión que dinamitó su relación

29 abr 2021 . Actualizado a las 15:08 h.

Rocío Carrasco continuó ayer narrando espeluznantes pasajes de su vida. El capítulo ocho, titulado Miedo, aborda uno de los puntos más escabrosos del documental y el que más ampollas ha levantando cuando aún no se había emitido. Se trata de las agresiones de Rocío Flores a su madre, Rocío Carrasco, por las que fue condenada por un juez cuando era una menor. 

Después de que Rocío Carrasco desvelase algunos detalles en la entrevista que dio en plató hace una semana, como que su hija había dejado de agredirla cuando quedó inconsciente en el suelo, comenzó a conocerse que había partes del capítulo emitido ayer, ya grabadas, especialmente delicadas por la dureza de lo que la hija de Rocío Jurado relataba sobre la convivencia con su hija y los malos tratos continuados a lo largo de tres años que recoge una sentencia judicial. Finalmente, tanto ella como la dirección del documental, consideraron editar y eliminar unos once minutos, con la idea de no perjudicar a Rocío Flores. 

Rocío Carrasco reveló en la primera parte del capitulo, que como viene siendo habitual Telecinco divide en dos partes intercalando las intervenciones en plató con Carlota Corredera al frente, un episodio en el que su hijo David tuvo que ser ingresado en el hospital. Eran las Navidades del 2010 y ella había accedido a los deseos de sus dos hijos, que le habían pedido pasar las fiestas junto a su padre en Málaga. Según la versión de Rociito, sus hijos no la llamaron el día 25 de diciembre, aunque ella esperaba que sí. Tras varios días llamando ella de manera insistente, finalmente su hija adolescente le coge el teléfono y le dice que su hermano David está ingresado en el hospital. Nadie le había comunicado esa información. 

Rocío Carrasco pide el nombre del hospital donde está ingresado y al día siguiente, tras hablar con los médicos, se traslada allí para estar con su hijo, que tenía una neumonía y llevaba ya varios días delicado de salud. Comenzó a desmontar así la versión que tanto Antonio David como Olga Moreno han dado de ese episodio, que ellos usaron para incidir de nuevo en el papel de mala madre, asegurando que ella tardó varios días en acudir a Málaga pese a conocer el ingreso hospitalario de su hijo. 

«Cogemos el coche y llegamos ese mismo día 30 de madrugada, abrimos la puerta y yo la escena que veo es una escena dantesca, veo a un niño más largo que un trinquete en una cama de un hospital lleno de sueros y a una tía igual que yo metida en la cama con el niño, era Olga. Y cuando entro dio un brinco y se tiró encima de Fidel a darle besos. Veo a mi enano, le empiezo a dar besos y él me mira y me dice 'yo sabía que tú venías, ves Olga, como mi madre sí venía que me habíais dicho todos que no iba a venir, yo sabía que tú venías con el Fidelito'», aseguró Rocío Carrasco que ocurrió. 

«A los tres minutos se abre esa puerta y el padre se asoma. Ve que estamos Fidel y yo y no dice ni pío y se mete en el baño y se tira vomitando en el baño veinte minutos de reloj, no sé qué le entraría por el cuerpo. Salió y lo primero que hace es venirse para mí a darme dos besos, me quite y le dije buenas noches, a Fidel se lanzó para darle un abrazo y le dio palmaditas en la espalda. Lo que se ha contado de que Fidel se quita del medio es mentira, vomita porque no tiene cojones. Yo me quedo con el niño y me dice que mejor mañana, me voy al hotel, me ducho, me acuesto y hasta el día 7 de enero estoy en el hospital. La actitud de toda esa familia es maravillosa, su mujer fumaba con nosotros, esa que ahora va de madre coraje, eso es mentira», reveló. 

Rocío Carrasco se reencuentra con su hija, con la que ya tenía problemas por la rebeldía de la niña, y decide hablar con el padre y su mujer para pedirles ayuda e intentar reconducir ese comportamiento. «Hay un día que al niño se lo llevan para hacerle una prueba y nos quedamos en la habitación el padre, la mujer, Fidel y yo. Les digo lo que me estaba pasando con Rocío. Les pido auxilio, imbécil de mí, pensando que podía quedar el mínimo de sentido común y a todo lo que yo narraba él me decía 'yo no puedo creerme lo que me estás contando' y cuando termino esa conversación, digo 'lo único que os pido es que no me vendáis delante de mi hija, que no se lo contéis a la niña'. Le digo a Olga que me llame y que nos pongamos de acuerdo cuando pase algo en la casa, tragándome todo lo que ya tenía tragado», relata. Vuelve con sus hijos a Madrid, después de que el padre reprenda a la niña ante ella, pero quince días después, la Rocío Flores le reprocha a su madre que haya hablado con su padre y la insulta. 

La operación de David Flores

Durante todo el documental Rocío Carrasco no ha dejado de presentar documentos y pruebas para avalar su testimonio. Ayer mostró a cámara la factura del hotel de Málaga donde se quedaron mientras el David Flores estuvo ingresado. Pero también un documento sobre otro episodio muy controvertido relacionado con la salud del niño. Aseguró que tras llevarle su padre al médico, le aconsejan hacerle una operación menor al niño. Ella reconoce que siempre había sido reticente a las intervenciones del niño por sus problemas de salud, pero tras hablar con el médico, firma la autorización para que puedan operarlo. 

A pesar de ello, Antonio David llevó el asunto a los juzgados. «Cuando llegué al juzgado, toda la prensa estaba en la puerta», aseguró. Al llegar allí le cuenta al juez que ella le dice el juez que ella está de acuerdo con la operación y el juez le pregunta qué hace allí entonces. «Yo le dije que mirara por la ventana y, entonces, lo entendió todo», aseguró. 

La agresión de Rocío Flores y Rocío Carrasco

Durante años, la convivencia en el domicilio de Rocío Carrasco se fue enrareciendo cada vez más. Los insultos y las amenazas fueron a más y llegó la agresión física que trascendió hace poco más de un año y que terminó con la intervención de la Fiscalía y con Rocío Flores abandonando la casa familiar para trasladarse definitivamente con su padre y romper toda relación con su progenitora. 

Rocío Carrasco relató que un día su abogado le llamó y le comunicó que Antonio David Flores había solicitado una modificación de las medidas y pedido la custodia de su hija ya que había llevado a la menor al psicólogo y le había dicho que su madre la maltrataba. Su hija no le dijo nada y el día de la vista cuando fue a despertarla «e estaba maquillando y planchándose el pelo, era su momento, le dije ‘ha llegado tu gran día'». 

«La niña decía que yo la insultaba y la llamaba gorda, que no la quiero, situaciones que son completamente falsas y que no solamente eran falsas, si no que vuelve a seguir el patrón paternal: da la vuelta a sus actos y los usa en su beneficio», recuerda. 

«No me podía creer esa sangre fría. Sin mediar palabra, se fue con el padre, se vino arriba, el padre me miraba diciendo ‘jódete, que se va a venir conmigo», aseguró recordando que Antonio David llegó acompañado de Olga Flores y una «enorme maleta». En ese episodio el juez no le da la razón al padre ya que argumenta que si la intención de la madre fuese quitarse a la niña de encima enviándola a Estados Unidos, no pelearía por la custodia y pide varios informes psicosociales. 

A la salida «él me increpa y empieza a decirme ‘Rociíto, como mi hija me llame y me diga que ha tenido algún problema contigo no te salvan ni los geos'», recuerda. 

Días posteriores a ese encontronazo en los juzgados Rocío Carrasco descubre a su hija fumando en su habitación. «Lo apagó en el colchón y me dijo la ‘próxima vez lo hago contigo y quemo la casa contigo dentro'», recuerda que le dijo. «Hay una agresión que me hizo con un cuchillo», reveló. 

Rocío Carrasco aseguró que poco después llega el 27 de julio del 2012, cuando ocurre el fatal episodio de la agresión.La hija de Rocío Jurado recuerda que le recomienda a la menor tomarse una ciruela ya que le revela que tiene problemas para ir al baño, pero que ella le dice que prefiere tomarse una nectarina. «Me desafía se guarda la nectarina y al ir a coger la nectarina que se había guardado, me cruza la cara de lado a lado», recuerda Carrasco. 

«Empezó a pegarme, pero mientras me pega va gritando, gritando ‘¡no me pegues!' ‘¡no me pegues!' y yo la miraba ahí y era ella la que me estaba pegando a mí», aseguró. «Lo siguiente que recuerdo es a Fidel reanimándome, poniéndome un aparato de pulsaciones, cuando volví en sí las tenía en 140 y le decía ¡Fidel, la niña!” Él le puso un lorazepam bajo la lengua, medicación que ya tenía pautada y la niña se fue», afirma. 

Según el relato de Rocío Carrasco, Rocío Flores se sube al coche que le esperaba en la puerta para llevarla al colegio «con un ataque de ansiedad» y repitiendo la palabra «nectarina». El chófer entendió «naftalina» y pensó que había ocurrido algo. Una vez que supo que Fidel estaba con Carrasco atendiéndola, arrancó y fue cuando escuchó que la niña llamaba a Antonio David: «Sacó un móvil no sé de dónde y dice ‘Papá, ya está hecho'».

Rocío Carrasco: «He dedicado años de mi vida a cazar piojos»

Rocío Carrasco respondió a la pregunta de si Olga Moreno, la mujer de Antonio David a la que su hija en numerosas ocasiones se ha referido como «su madre», había cuidado bien a sus hijos. «Si me hablas de cuidados a en cuanto a ser amables con ellos y tratarlos bien, sé que Olga los ha cuidado bien. Si me hablas de cuidados físicos te iba a decir que sí, pero no», afirmó. «Me he dedicado siete años de mi vida a cazar piojos, de mi casa se iban los niños como dos pinceles, cuando volvían tenía que irme de caza otra vez», reveló.

«Ese episodio de la neumonía que ella cuenta, después de haberla visto metido en la cama de mi hijo. Me quedé pensando y cuando llego al día siguiente le acaricio la cabeza al niño y vi que tenía piojos y le digo a ella 'mira no sé si te has dado cuenta, pero...' y me dijo 'venga, mujer, qué estás diciendo' y en la almohada había tres corriendo. Tuvimos que hacer una operación caza en la habitación del hospital», aseguró. 

También recordó otra anécdota cuando su hija llegó de casa de su padre con unos collares al cuello y ella le recomendó por seguridad que se los quitase. Se los quitó pero cuando regresó de nuevo a su casa, los traía de nuevo. «Lo primero que me dijo es ‘me ha dicho Olga que qué mala madre eres, que no me dejas ponerme collares», afirmó. 

Narró episodios similares con la ropa, que ella consideraba que no era la adecuada para su edad. «Me decía me lo ha comprado Olga. Es una situación en la que ves que por mucho que luches llevas las de perder», añadía. 

Rocío Carrasco reveló también que su hija le recriminaba que ella fuese la culpable de la enfermedad de su hemrano. «Ya le habían dicho que estaba enfermo por mi culpa, porque yo bebía y fumaba durante el embarazo ¿Cómo se puede vivir ante eso? Partiéndote el alma en dos», recordaba. 

El alegato de Carlota Corredera a Rocío Flores

Carlota Corredera comenzó el programa explicando que se habían eliminado once minutos del documental. «¿Es necesario contar que las veces que la cabeza de Rocío fue golpeada contra la pared? ¿La descripción detallada de las horas previas a su ingreso en el hospital con múltiples lesiones? Nosotros no y ella tampoco», afirmó. 

«Hay un brevísimo momento en el episodio en el que se entiende que Rocío Flores se da cuenta de que su padre la está manipulando.Curiosamente, es el único momento en que su madre se atreve a enseñarle un correo que lo prueba. Ojalá lo que se cuenta esta noche ayude a construir un futuro distinto entre las dos y, en cualquier caso y me dirijo a ti Rocío Flores: si quieres ver los fragmentos eliminados, nos tienes a tu disposición para mostrártelos en la más absoluta intimidad», aseguró la presentadora gallega. 

«Desde que empezamos, los negacionistas, los que la niegan en la tele, la radio y la prensa, se empeñan cada día en meterla en un círculo muy perverso: si no habla es porque tiene algo que esconder, pero si habla, es que lo hace por dinero y si se asegura que no ha pedido dinero, los mismos te dicen que habla por venganza y así hasta el infinito. Luego están los del pero: ha sufrido pero… yo la creo pero… es exactamente igual que yo no soy racista pero, yo no soy machista pero… Ese pero, esa palabra tan pequeña que lo cambia todo e invalida lo anterior es el pero de la hipocresía, el que pone en duda a una víctima. Ojalá toda las mujeres maltratadas pudiesen dar su testimonio como lo está haciendo Rocío Carrasco, estaríamos más cerca de acabar con esta lacra. No es no, sin peros», añadió. 

La reacción de Rocío Flores

«Ya no puedo más», decía la joven la semana pasada en el programa de Ana Rosa, en el que colabora. Luego regresó a la capital malagueña para refugiarse en su familia y fue precisamente allí donde tras recibir el cariño de sus vecinos no pudo reprimir las lágrimas. Con motivo del 46 cumpleaños de su padre, Antonio David Flores, la colaboradora se acercó al barrio donde él creció para comprar una de las famosas palmeras gigantes de la pastelería Casa Kiki. Cuando las vecinas de la zona la reconocieron no dudaron en dedicarle palabras de apoyo y, en ese momento, Rocío se vino abajo y comenzó a llorar a pesar de hacer evidentes esfuerzos para evitarlo. Después de aquello, vendría la comentada foto de Instagram en la que, a pesar de estar de celebración con su padre, todos los comentarios se dirigían hacia el rostro contrariado de la joven. De vuelta al programa matutino, en el que ejerce de comentarista de Supervivientes, concurso en el que participó, añadió «no creo que tenga que estar llorando por las esquinas y explicándole a todo el mundo que estoy bien jodida».

Momentos de tensión que van a más tras la emisión del episodio ocho de Rocío, contar la verdad para seguir viva, en el que, además de la apertura del testamento de Rocío Jurado, se abordaba, una vez más, la agresión de Rocío Flores y los malos tratos continuados a su madre por los que fue condenada cuando tenía 15 años. «Me parece irónico que se diga que Rocío Carrasco ha levantado teléfonos para que ese tema no saliese y ahora es ella la que se sienta con sentencia en mano», dijo. «Sé muy bien lo que viví en esa casa», afirmó. «El equipo médico que la lleva (a su madre) le recomienda que no hable conmigo, pero sí le recomienda que hable con cuatro millones de espectadores... y ahora lanzo una pregunta: ¿Mi hermano David también está metido en mi 'pack'?», decía la joven, según recoge Colpisa.