Eloína Núñez: «El confinamiento a tiempo hizo que la incidencia no fuera la que preveíamos»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Al menos hasta el próximo 15 de julio se mantendrán operativas el cien por cien de las camas, afirma la gerente del área sanitaria

08 jun 2020 . Actualizado a las 23:28 h.

El área sanitaria de Santiago y Barbanza recupera poco a poco la normalidad. Eso sí, recuerda Eloína Núñez (Ourense, 1961), hay cambios que ya permanecerán en el sistema sanitario.

-¿Cómo se ha recuperado la actividad asistencial?

-Hemos retomado casi puedo decir que el cien por cien de la actividad quirúrgica. Con respecto al número de quirófanos, ahora hay uno que se deja para pacientes covid, lo que quiere decir que si antes había uno para urgencias, ahora tenemos uno para urgencias no covid y otro para las covid, pero el resto están funcionando al cien por cien.

-¿Con todo tipo de cirugías?

-En la tercera semana de la crisis limitamos las cirugías única y exclusivamente a la prioridad 1, a fracturas y a lo que llegase por urgencias, pero cuando vimos que ya se producía una fase de meseta empezamos a recuperar actividad. A fecha de hoy podemos decir que tenemos el cien por cien de la actividad quirúrgica organizada, aunque la cirugía mayor ambulatoria la dejamos para el final. Sobre todo lo que hicimos fue reordenar la circulación de los pacientes, fundamentalmente en esta cirugía. Si antes se operaban siete pacientes de cataratas ahora se operan cinco, sobre todo para que no estén en las salas de espera porque evidentemente estos enfermos necesitan una preparación. Lo que antes hacíamos con más pacientes juntos ahora lo hacemos de forma escalonada. Podemos decir que ya estamos en una situación de normalidad.

-¿Se mantendrán operativas todas las camas en verano?

-Lo estamos diseñando. Desde luego, hasta el 15 de julio la previsión que tenemos es de que sea al 100 %, y luego depende de las vacaciones de los profesionales. Se están organizando los servicios de tal manera que podamos hacer en verano el máximo de actividad quirúrgica, evidentemente no creo que entre el 15 de julio y el 31 de agosto lleguemos a un 100 %, pero más que otros veranos, sin duda.

-¿Cómo ha vivido esta crisis?

-Con preocupación e incertidumbre, cada día era diferente. Hicimos una planificación para las doce semanas que preveíamos que iba a durar la pandemia e íbamos viendo si lo que habíamos planificado se cumplía o no. A partir de la cuarta semana vimos que la curva ascendente empezaba a tener un poco de meseta, y ahí empezamos a estar un poco más tranquilos. Las primeras semanas fueron de mucha preocupación e incertidumbre, sobre todo a nivel clínico. Lo que está muy claro es que el haber hecho el confinamiento a tiempo en Galicia hizo que no tuviéramos esa incidencia que preveíamos.

-¿En los momentos más críticos llegó a pensar que el sistema no llegaría?

-Nunca llegamos a tener ningún problema, al contrario, diseñamos un hospital de campaña para una situación evidentemente límite y simplemente planificamos la estructura y el número de camas que podía tener por si llegaba esa situación catastrófica, pero nunca tuvimos esa sensación porque llegamos a tener muchas camas libres en el hospital.

-¿Los enfermos covid qué porcentaje llegaron a suponer?

-Cuando alcanzamos el pico de pacientes hospitalizados aún teníamos muchas camas libres. Es cierto que el 70 % de los positivos se atendieron en domicilio.

«Falta de material nunca hubo, lo que sí tuvimos que hacer al principio es racionalizarlo»

Si algo positivo ha sacado de la crisis la gerente del área sanitaria de Santiago y Barbanza es el trabajo de los profesionales y la colaboración que hubo entre los distintos servicios, «habitualmente cada uno hace lo suyo, pero en este caso hubo una colaboración muy estrecha: intensivistas versus anestesistas y neumólogos versus internistas. Todos trabajaron codo con codo e incluso hubo momentos, cuando los pacientes empezaron a incrementarse, en los que se sumaron otras especialidades, colaboraron todos a una y se dieron cuenta de que trabajando en equipo trabajaban mejor».

-¿Hubo problemas de suministro con el material?

-Falta de material nunca hubo, lo que sí tuvimos que hacer al principio fue racionalizarlo. Durante las primeras semanas no fue como ahora, que tenemos millones de mascarillas, por lo que tuvimos que racionalizarlo de manera que nunca tuvieran problemas aquellas unidades más sensibles, como las urgencias, unidades de críticos o plantas de hospitalización, o bien aquellos que debían realizar pruebas que sin duda precisaban ese material. Lo racionalizamos a través del servicio de medicina preventiva, de manera que en esas áreas hubiera mucho más material y no faltara nunca. Fue este servicio de preventiva quien se encargó de distribuir, en función de los pacientes positivos y de las necesidades de utilizar tanto equipos de protección individual como mascarillas y guantes.

-¿El sistema sanitario ya no volverá a ser el mismo? ¿Hay cambios que se quedarán?

-Sin duda, tanto profesionales como gestores e incluso los propios pacientes se han dado cuenta de que el venir a un centro sanitario no aporta ningún valor a la consulta. No tiene sentido mandar venir a un paciente al hospital para darle el resultado de una prueba, tenemos teléfono e incluso videollamadas en las que podemos realizar todo tipo de consultas. Ese cambio es necesario. En el área de consultas la actividad todavía no está al cien por cien porque al venir los pacientes más separados se reduce el número, pero la mayoría de profesionales han entendido que también hay que hacer consultas en horario de tarde. Hace unos meses casi el 85 % de la actividad de consultas se realizaba por la mañana y ahora estamos en un 60-40, y creo que ese es un gran cambio que tenemos que llevar a cabo, junto con la consulta telefónica.

«De todos los sanitarios dieron positivo el 3 %»

La Sociedad Española de Medicina Intensiva elaboró un documento en el pico de la pandemia que desaconsejaba intubar a mayores de 80 años con enfermedades asociadas. En el CHUS, afirma Eloína, se intubó a quien lo necesitó.

-¿Hubo algún criterio de ingreso en críticos en las semanas más delicadas?

-Nunca, nos sobraron las camas de críticos. Entró quien lo necesitó y nos sobraron las camas de estas áreas.

-¿Cuántos sanitarios se contagiaron?

-De todos los sanitarios del área dieron positivo el 3 %.

-Es un porcentaje más bajo que el registrado a nivel estatal.

-Sin duda.

-¿Por qué cree que, en general, hubo tantos contagios entre sanitarios?

-Al principio, los sanitarios que daban positivo no era por el trabajo del hospital, sino que se trataba de profesionales que habían estado en alguna jornada, congreso o reunión fuera de Galicia. Esos fueron los primeros que empezaron a dar positivo. Después aparecieron casos que se habían contagiado por un contacto, y llegó un momento en el que en las salas de café que hay en las plantas retiramos los sillones donde se sentaban los profesionales, porque esto hacía que estuvieran juntos más sanitarios, lo que daba lugar a favorecer el contagio entre ellos.

-Respecto al personal, en estos momentos hay un gran malestar porque se están renovando los contratos covid sin respetar el orden de las listas de contratación, ¿por qué no se vuelve a estas listas?

-Lo que consideramos, y también desde la Consellería de Sanidade, es que a todos aquellos profesionales que estuvieron en las plantas covid se les siguiera renovando su contrato. La previsión de tener mucho tiempo pacientes hospitalizados positivos no se cumplió, pero a los profesionales que estaban trabajando en esas plantas, y que se preveía que iban a estar más tiempo, se les prorrogó. De todas formas, entramos ya en el período vacacional y a partir del 15 de junio hay un porcentaje muy importante de profesionales de vacaciones, por lo que muchos de los sanitarios que están en las listas van a estar trabajando. En breve vamos a necesitar a todo el personal, porque en verano las vacaciones se cogen de una manera muy organizada entre los meses de junio y septiembre y eso da lugar al contrato de un número de profesionales más alto que el que tenemos actualmente, que ya es mucho más alto que en condiciones normales.