La convocatoria de la sesión de abril está anulada y también las comisiones y la presentación de preguntas
01 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La pandemia del coronavirus ha silenciado los eternos plenos del Ayuntamiento. Tras la declaración del estado de alarma, el gobierno local aprobó un decreto por el que suspenden los plazos previstos para las convocatorias de abril, tanto del pleno como de las distintas comisiones y la presentación de preguntas orales, escritas y ruegos. La suspensión se podrá prorrogar en la medida que lo haga el estado de alarma decretado por el Gobierno para contener la infección, y la actividad política municipal se limitará mientras tanto a los plenos extraordinarios que se puedan convocar desde la Alcaldía.
El virus ha sacado de la agenda asuntos a los que se dedicaron horas de discusiones estériles, ha suprimido el bizantino intercambio de mociones y enmiendas, ha censurado los alambicados debates sobre asuntos que solo afectaban a una parte ínfima de los vecinos, muchas veces a ninguno, y que solo eran útiles para lograr un aparente rédito político.
El virus ha obligado al gobierno local a centrarse en la emergencia sanitaria inmediata, y a pensar en las medidas que implantará para hacer frente a la inminente emergencia económica. La oposición ha recogido el testigo y ha centrado su actividad en hacer propuestas para abordar la crisis. El ejecutivo local gobierno local, tal y como anunció al principio del mandato, no las ha rechazado, y está aplicando muchas de ellas con los cambios inevitables que fuerza la situación.
Esta pasada semana, el PP, el único partido que no entró en el pacto presupuestario y que hasta hace unas semanas estaba más alejado del gobierno, celebró la puesta en marcha de varias de las propuestas que lanzó, como una línea de teléfono gratuita para atender a las personas vulnerables, o cambios en el calendario fiscal. Esta misma semana los populares lanzaron nuevas iniciativas en el plano económico, como habilitar ayudas de promoción económica, habilitar una línea de ayudas para facilitar liquidez o alquiler de locales, reducir tasas o aprobar exenciones para las aperturas de negocios y facilitar bonificaciones en los dos primeros años, entre otras medidas.
Así, el decreto del gobierno local que paraliza la actividad política en realidad solo pone por escrito la tregua de hecho que forzó el estallido de la pandemia.
Teletrabajo y reorganización
Pero no solo ha parado el debate entre los representantes públicos. La administración local también está haciendo un esfuerzo para adaptarse a la situación. Por un lado, los cuerpos de bomberos y Policía Local reformaron sus estructuras de funcionamiento para minimizar el riesgo de que sus plantillas quedasen fuera de combate por el coronavirus.
Hay otro esfuerzo menos visible, cuando arrancó la emergencia, se tramitaron contratos de forma urgente para implantar el teletrabajo lo antes posible. No está siendo tarea fácil, gran parte de la administración local seguía funcionando con papel, pero se ha logrado que una parte del trabajo pueda hacerse desde casa.
Mientras tanto, el gobierno local ha tomado otras medidas para intentar paliar el impacto económico de la crisis. La principal ha sido el mantenimiento de todos los contratos vigentes, incluso los que se han visto interrumpidos por el estado de alarma, como la ORA o las escuelas infantiles. Esa decisión supone la continuidad de 380 concesiones, en las que trabajan más de 2.300 personas, que no tendrán que afrontar una posible regulación de empleo. Así se espera limitar un mínimo la destrucción de puestos de trabajo.
